La pesadilla del Murcia no tiene fin
Pese a los tropiezos matinales del Córdoba y Sevilla Atlético, el equipo de Loreto fue incapaz de doblegar al humilde Linense y ya huele a Tercera
El Real Murcia volvió a meter la pata en un partido trascendental, en una Liga que le ha dado muchas oportunidades de enderezar el ... rumbo. Una vez más volvió a demostrar sus carencias futbolísticas frente a un equipo que con la mitad de presupuesto que los granas sí ocupará una de las cuarenta plazas de la Primera RFEF, una categoría en la que, salvo milagro de grandes proporciones, no estará la entidad centenaria la próxima campaña.
Real Murcia
Champagne, Adán Gurdiel, Miguel Muñoz, Edu Luna, Molinero (Yeray, 72), Verza (Rognny, 72), Abenza, Carrillo, Guille Lozano (Iván Pérez, 58), Adrián Fuentes (Segura, 9) y Toril.
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Real Balompédica Linense
Nacho Miras, Arroyo (Alcalde, 45), Mikel, Danesse, Alomerovic, Coulibaly (Nacho Huertas, 90), Sergio Rodríguez, Koroma (Loren, 70), Chironi, Masllorens e Iván Martín (Pito Camacho, 45).
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Árbitro Fernández Vidal, del comité valenciano. Mostró tarjeta amarilla a Danesse, Edu Luna, Iván Martín, Abenza, Molinero y Sergio Rodríguez.
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Incidencias Estadio Enrique Roca de Murcia, 1.826 espectadores.
Ni Adrián Hernández ni ahora Loreto han conseguido sacar partido a la plantilla diseñada por Julio Algar y se encuentra muy lejos del objetivo marcado por la directiva de Tornel. Aunque matemáticamente el Murcia no está totalmente muerto, debe comenzar ya a planificar el futuro, a construir un equipo para lograr la próxima campaña el ascenso al tercer escalón del fútbol español. Sobre todo tiene que analizar los errores cometidos y empezar de cero.
El Real Murcia sintió impotencia, no tuvo argumentos futbolísticos para doblegar a un equipo teóricamente inferior. El conjunto grana es un enfermo crónico, que no se recupera y que apenas tiene pulso. Los de Loreto, en una situación crítica, tienen por delante dos partidos para lavar su imagen, aunque ya nadie cree en un equipo que no tiene corazón y que está firmando una temporada indigna. Ni siquiera los cerca de dos mil aficionados que acudieron al Enrique Roca tuvieron fuerzas ni para protestar por una temporada que se está convirtiendo en una pesadilla.
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Un juego apático
Desde los primeros compases del partido quedó claro que el Real Murcia no estaba. Los de Loreto, lejos de morder al rival como era de esperar, se mostraron como un equipo apático y frío. Toril, igual que muchos de sus compañeros, se mostraba torpe y errático con el balón en los pies. Desde fuera nadie hubiera pensado que el conjunto grana se estuviera jugando media vida, seguir vivo en la lucha por la Primera RFEF. Y más, tras los pinchazos del Sevilla Atlético y Córdoba que le daban más margen para el milagro. Pero el Murcia se ha convertido en un especialista en desperdiciar oportunidades de sus rivales.
Sin embargo, la Balompédica Linense, que se encontraba a solo una victoria de agarrar el billete para la nueva Liga de la Federación, se mostraba tranquilo, esperando los errores de un rival que no daba pie con bola. Los de Loreto, además de mostrarse frágiles en defensa, como siempre, no tenían ideas en ataque y mostraban faltas de concentración en varias facetas del juego. Solo Jesús Carrillo acercaba al Murcia al área rival, aunque nadie le acompañaba en su empeño.
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Justo cuando los primeros murmullos sonaban en la grada del Enrique Roca llegó una mano de un defensa gaditano dentro del área visitante ideal para cambiar el rumbo del partido. El árbitro señaló el penalti y Carrillo, valiente, agarró la pelota. Pero a pesar de que el disparo del centrocampista de Alcantarilla iba bien tirado, pegado al palo, Miras hizo una estirada providencial para dejar al Murcia sin gol. Los granas, como pasó en el choque de la primera vuelta, fallaban otro penalti trascendental contra los gaditanos. Otro regalo desaprovechado. Uno más.
El fallo del penalti espoleó a Carrillo, que generó otras dos grandes ocasiones de gol. Hasta ahí, ya que el Murcia volvió a difuminarse y emergió la figura del Linense, que pudo marcar por medio de Koroma. La primera parte acabó con la apatía y falta de energía de un equipo que caminaba sin remedio hacia Tercera. Solo un cambio radical de actitud en la segunda mitad podría impedirlo.
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Pero en los primeros minutos de la segunda parte nada cambió. El Murcia era un equipo sin pulso, desmotivado, que funcionaba a arreones. Que erraba pases fáciles y que comenzó a cabrear a sus aficionados que comenzaron a pedir a su equipo que le echara más agallas. Para colmo el Linense se replegó atrás, conformándose con el empate, dejándole menos huecos a los de Loreto. El entrenador grana hizo cambios. Dio entrada a Iván Pérez en el lateral izquierdo y situó a Molinero en la derecha, su posición natural. También adelantó a Adán Gurdiel buscando más profundidad, una de las grandes carencias granas de la temporada.
El Real Murcia siguió siendo una calamidad en ataque. Yeray, que saltó al campo sustituyendo a Verza, se probó con dos disparos lejanos. También lo intentó Toril, que ya no es el de antes. David Segura puso un par de centros al área, aunque sin apenas veneno. Fuegos artificiales y ninguna ocasión de gol clara. Hasta que en los últimos minutos intentó pisar el acelerador, pero no tuvo la suficiente calidad para poner a temblar a un Linense que obtuvo en el Enrique Roca su pase a la Primera RFEF y dejó al Murcia con cara de tonto.
Las claves
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Falta de imaginación El equipo de Loreto no tuvo ideas en ataque y apenas creó ocasiones claras para ganar
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Sin ambición El Murcia no tiene pulso ni corazón, y apenas cree en sus posibilidades de jugar en Primera RFEF
Loreto, resignado
El entrenador del Real Murcia volvió a señalar los fallos propios como la causa del nuevo batacazo: «No se pueden errar dos penaltis en esta competición, perdonar tanto te penaliza mucho. Si no metes goles no puedes ganar el partido», aseguró el entrenador sevillano.
El equipo grana tiene complicado su pase a la Primera RFEF: «Mientras que tengamos opciones matemáticas tenemos que pelear por respeto a la afición. Está difícil, el equipo ha dado todo lo que tenía, pero nos faltan cosas». Loreto no quiso hablar de la próxima temporada: «Es un mal día para hablar del futuro, no voy a entrar en esa dinámica. Ya veremos lo que pasa la temporada que viene. Para mí estar aquí es un orgullo», dijo el técnico, que no ha reanimado al equipo grana.
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