Final agridulce para una tarde de ensueño en la casa grana

Lo mejor hubiera sido que una jornada tan especial hubiera acabado con una victoria que el equipo murciano tuvo en el bolsillo durante muchos minutos, pero al menos arañó un empate que le sirve para escalar un puesto en la clasificación y sacar partido a la mayoría de los resultados de sus rivales directos por las primeras posiciones. Un empate que no deja daños colaterales en la carrera por el 'playoff' a un equipo que mostró personalidad y al que no asustaron las gradas llenas de un estadio que también debe aprender a rugir más fuerte.

Mario Simón apostó por un once distinto al de hace una semana en Calahorra. Repitió la línea defensiva, aunque dio entrada en la medular a Pablo Ganet, ausente de inicio en las últimas semanas. El entrenador manchego volvió a su habitual 4-3-3 y también decidió alinear desde el principio a Loren Burón, uno de los damnificados por la llegada de futbolistas como Alfon en el pasado mercado invernal. A la espera de Dani Rome, el '9' referencia fue de nuevo Alberto Toril, que aparte de goles está aportando derroche físico y trabajo al Real Murcia desde su regreso a la casa grana. El preparador manchego se dejaba en el banquillo artillería de sobra para la segunda parte, con futbolistas como el propio Romera, Alfon, Carrasco y Arnau Ortiz, titular las últimas semanas. Enfrente esperaba un Barça B cargado de futuras estrellas que dejaba en el banquillo a Barberá, su goleador más incisivo.

El Real Murcia saltó al terreno de juego dispuesto a discutirle la posesión del balón a un Barça B cuya religión le obliga a mandar en los partidos. Por eso los de Simón fueron intensos desde el primer minuto a la vez que a su rival no le importó salir con el balón jugado desde atrás. Cada uno presentaba sus armas. El choque era divertido para el espectador, y más cuando a los dos minutos Loren Burón tiró de velocidad para crear la primera ocasión de gol. El equipo de Rafa Márquez se probó con un disparo de Luismi Cruz desde fuera del área que se fue arriba.

Pero el equipo grana fue ganando cada vez más protagonismo en el partido. No le pesó el choque ni el ambiente y fue metiendo atrás al Barça B. Y también fueron apareciendo figuras como las de Iñigo Piña en defensa, Javi Rueda en la banda derecha y Pedro León más arriba. El muleño botó una falta que Alberto González remató de cabeza arriba. El extremo murciano también armó una volea que se fue fuera por poco. El Murcia estaba caliente, quería más y antes de la media hora el propio Pedro León sacó una falta de forma directa que hizo trabajar a Rafús.

El Barça B intentó reaccionar en el tramo final de la primera parte pero se encontró con un Real Murcia más letal que sacó su cara b y aprovechó varios contragolpes para mostrar el colmillo. En el primero Pedro León, extramotivado toda la tarde, disparó fuera tras una recuperación de Alberto López. Justo antes, en un nuevo robo de balón de Loren Burón, el muleño no falló y con un disparo cruzado puso el 1-0 en el marcador que hacía justicia a los méritos del equipo grana en el primer asalto.

El arranque de la segunda parte del Real Murcia no fue efusivo, más bien lo contrario. El equipo de Simón, por su miedo o por la presión ejercida por el Barça B, se fue metiendo para atrás y comenzó a sufrir. A los quince minutos el filial culé no había tenido ninguna ocasión clara pero sí había rondado en exceso la meta de Joao. Los granas necesitaban salir de la cueva, dar un par de pasos hacia arriba. Lo mejor; la sobriedad de Piña y Alberto González, bien posicionados para sacar el balón en los constantes centros laterales.

Y justo cuando el Real Murcia había tomado oxígeno y parecía rehabilitado, llegó una jugada desgraciada en defensa que permitió al Barça B empatar. Alberto López, lateral izquierdo grana, dejó pasar un centro lateral sin advertir que tenía tras de sí a Álvaro Núñez, que remató a placer para poner el 1-1 en el marcador electrónico del Enrique Roca. El gol dejó tocado al equipo grana, que siguió sufriendo unos minutos más. Por eso Simón metió en el césped de una tacada a Dani Romera, Alfon y Arnau Ortiz, tres futbolistas de ataque.

La mejoría fue inmediata, ya que el Real Murcia dio un paso adelante y comenzó a mover el balón en el campo del Barça B. Arnau Ortiz, que comenzó a moverse entrelíneas, creó la primera ocasión grana de la segunda parte tras recuperar un balón en la frontal y disparar a la meta catalana, aunque demasiado centrado. Minutos después cayó Pedro León dentro del área visitante, pero el colegiado no pitó penalti.

En los últimos minutos el equipo murciano lo intentó, aunque también mirando de reojo su portería. No quería perder el punto cosechado. Era igual de importante ganar que no perder, el empate hacía a los granas escalar en la clasificación y a la vez mantener a raya en la tabla al filial blaugrana. En los últimos minutos el Barça B se quedó con un jugador menos por la expulsión de Diounkou y Simón metió a Carrasco para buscar una victoria que se pudo llevar cualquiera sobre la bocina: el filial blaugrana con un remate que sacó Joao Costa con una mano providencial y el Murcia justo antes del pitido final con una ocasión de Arnau Ortiz y Carrasco que no acabó en la red y que fue el broche final a un partido que se pudo llevar cualquiera de los dos equipos y que demostró que el Murcia, a pesar del resultado, es de Primera.