La fe del Real Murcia es inquebrantable
El equipo de Simón arrancó el derbi con un gol en contra, pero tiró de corazón para salvar un punto ante un Hércules reservón
Fue solo un error, pero al Real Murcia le costó remar contracorriente durante todo el derbi. El equipo de Mario Simón, más ingenuo que su ... rival, encajó el primer gol tras un fallo defensivo en el minuto cuatro y después se topó una y otra vez con un Hércules más experto, que supo manejar el encuentro y que no tuvo prisa ni ambición.
Real Murcia
Serna. Mario Sánchez, Manu Pedreño, Alberto González, Alberto López, Julio Gracia (Boris, 78), Pablo Ganet (Dani García, 84), Armando (Santi Jara, 45), Inoussa, Pablo Haro (Javi Saura, 45) y Carrasco.
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Hércules
Adri López, Álex Martínez, Diego Jiménez, Carlos David, Borja Díaz, José Manuel Fernández (Tano Bonnin, 66), Borja Galán (Raúl González, 56), César Moreno, Pau Miguélez (Mario Ortiz, 78), Toro Acuña (Chuli, 56) y Nico (Elliot, 78).
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Goles: 0-1, min. 4, Pau Miguélez. 1-1, min. 90, Andrés Carrasco.
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Árbitro: Rodríguez Recio, del comité madrileño. Mostró amarilla a Mario Sánchez, Nico, Fernández, Diego Jiménez, Carlos David y Tano Bonnin.
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Incidencias: Estadio Enrique Roca, 8.329 espectadores.
Pero el equipo alicantino, con una plantilla poderosa y millonaria, no contó con la mejor arma del equipo grana: el coraje y el amor propio de un grupo de futbolistas que no se rindió ni con todo en contra, incluido el árbitro, y que salvó un punto en la última jugada de un derbi eléctrico, digno de otra categoría.
Un empate que sabe a victoria y que permite a los granas seguir mirando al futuro con optimismo y cada vez más convencidos de que el ascenso es un objetivo real, un reto posible. La ovación final de la grada a su equipo y que los aficionados del fondo sur obligaron a los jugadores a granas a salir al césped cuando ya estaban en los vestuarios, demuestra que el murcianismo está a muerte con sus futbolistas y un cuerpo técnico modesto pero hambriento.
Mario Simón tiró de Armando en el lugar de Javi Saura y también prescindió en la convocatoria de Drenthe en detrimento de Dani García, el segundo máximo goleador del Murcia que volvía a estar disponible tras varias semanas aquejado del tobillo.
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Así hemos narrado en directo el empate del conjunto grana
El envoltorio del derbi fue de Primera, desde el multitudinario recibimiento al equipo grana una hora y media mes hasta el ambiente que se vivió dentro del propio estadio con una entrada imposible de ver en otro choque de la cuarta categoría del fútbol español. Además, a diferencia de otros derbis en los que suele pasar muy poco en los primeros minutos, el del Enrique Roca fue caliente desde el primer minuto.
El Murcia salió como siempre, a tener el balón y a presionar muy arriba para poder mandar. Lo malo es que enfrente no tenía un equipo cualquiera y sí un rival que podía permitirse el lujo de dejar en el banquillo a delanteros como Raúl González, Aketxe y Chuli, por ejemplo. Aún así, la pegada herculana quedó latente a los cuatro minutos, cuando en un desajuste defensivo del equipo grana Pau Miguélez atrapó un balón en la frontal del área grana e hizo el 0-1 con un disparo a media altura. Fue un cúmulo de despropósitos de la defensa grana.
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El equipo murciano quedó aturdido por el golpe y con jugadores como Alberto López enfrascado en guerras personales y perjudiciales con sus rivales. De hecho, el lateral grana, revolucionado, hizo un penalti innecesario sobre Acuña. El Hércules tenía en su mano encarrilar totalmente el choque pero Borja Galán, en el lanzamiento de la pena máxima, se toó con un Miguel Serna jerárquico, que demostró para qué llegó este verano al equipo grana tras rechazar ofertas más golosas de Primera RFEF.
LAS CLAVES
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Mal arranque El Murcia comenzó el choque muy precipitado ante un rival más seguro, con más oficio y veteranía
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Un paso adelante La entrada de Santi Jara y el paso adelante de Inoussa y Mario Sánchez fueron claves en el empate
A partir del fallo del penalti, el equipo grana comenzó a crecer, aliviado, pero también atascado en la parte de arriba ante un rival con un potencial de superior categoría. El equipo grana, al igual que hace una semana en la primera parte de Elda, necesitaba que aparecieran Inoussa y Haro, erráticos y sobrepasados por el ambiente y la exigencia. Aunque el Murcia lo intentó hasta el final con las incursiones de Ganet y Alberto López, sobre todo, necesitaba más ante un Hércules bien plantado, más seguro y con las ideas más claras. El equipo de Simón abusaba del juego interior y necesitaba utilizar más y mejor las bandas para sacar algo positivo en un derbi al que le restó trascendencia el pinchazo del Eldense en Melilla.
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Simón hizo dos cambios de una tacada en el descanso, mucho antes de lo que suele ser habitual. Santi Jara saltó al césped con la misión de activar el juego grana por las bandas, mientras que Javi Saura debía encontrar los espacios por el centro y dar el ritmo necesario al juego grana que Armando no supo encontrar. Y así el equipo grana mejoró.
Desgaste mental
De hecho, al minuto de la reanudación pudo hacer el empate en una jugada en la que Inoussa se revolvió antes de disparar a puerta con malas intenciones. El sueco, además, mejoró respecto a la primera parte y provocó varias faltas peligrosas cerca del área. Fue de menos a más, como en Elda. Sergio Mora, para contrarrestar la mejora del Real Murcia, metió de una tacada a Raúl González y Chuli, dos delanteros de máximo nivel para la categoría.
El Murcia notaba el desgaste mental de tener que buscar constantemente el gol ante un equipo atrincherado atrás que aprovechaba la más mínima ocasión para cortar el ritmo del choque. De ahí llegó otra ocasión clara para los alicantinos. Diego Jiménez, en el segundo palo, se encontró con un balón ideal para hacer el 0-2, pero Serna volvió a hacer otra parada providencial. Fue justo antes de que una jugada por línea de fondo de Alberto López acabará con un centro al área que Javi Saura, dormido, no acertó a rematar.
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El tiempo volaba y Simón no tuvo más remedio que meter a toda la artillería en los minutos finales. Boris y Dani García acompañaron en el tramo final a Carrasco, Santi Jara y Zeidane. Pero el jugador grana más peligroso fue el lateral Mario Sánchez, que hasta provocó un claro penalti de Elliot que Rodríguez Recio, colegiado del encuentro, no señaló a pesar de ser todavía más claro que el señalado a favor del Hércules en la primera mitad.
La jugada desquició al Murcia, que comprobó como los futbolistas del Hércules seguían manejando el tiempo de un derbi que pasó a ser una guerra de guerrillas, un ida y vuelta en el que Inoussa pudo hacer el empate antes de que Elliot tuviera una gran ocasión para hacer el 0-2. Hasta que llegó la última jugada del partido, un saque de esquina botado por Santi Jara que acabó golpeando en la mano de Carlos David. Esta vez el colegiado no tuvo más remedio que pitar un penalti que Carrasco, valiente tras fallar una pena máxima el pasado domingo, transformó en un empate justo que premió la valentía de un Murcia modesto pero orgulloso que quiere saborear la gloria esta temporada tras varios años recibiendo golpes.
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