Visto bueno ambiental al dragado de la desembocadura del Segura en Guardamar
La intervención prevé la retirada de 141.000 metros cúbicos de sedimentos para minimizar el impacto de las inundaciones
La Dirección General de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental de la Generalitat Valenciana ha emitido la resolución por la cual la Conselleria de Medio Ambiente obtiene el visto bueno para llevar a cabo el proyecto de dragado de la desembocadura del río Segura, en Guardamar. Así lo recogía ayer el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana. Con la resolución se da un paso más al ofrecer un resultado favorable la declaración de impacto ambiental por lo que se obtiene el último trámite administrativo previo al encargo de las obras. La encargada de ejecutar el proyecto será la empresa pública Tragsa y se destinarán 7 millones de euros.
La Generalitat, con esta actuación, cuyos trámites inició el anterior Consell en el marco del Plan Vega Renhace, pretende minimizar el impacto de las inundaciones, como las de septiembre de 2019. Si ya la orografía de la Vega Baja, con su llanura de inundación, dificulta la evacuación y desagüe, si cuenta con una barrera en forma de sedimentos que reduce la capacidad de la desembocadura, se agrava la problemática. Ante esta situación, el proyecto contempla el dragado de 141.353 metros cúbicos. De ellos, 110.702 corresponden al cauce viejo, donde desemboca la red de acequias y azarbes. Esos sedimentos que se extraerán corresponden a un área de 1.960 metros de longitud y 14 de ancho. Del cauce nuevo se procederá al dragado de 30.652 metros cúbicos, de un tramo de 500 metros de largo por un ancho variable de entre 10 y 50 metros.
Con una inversión de 7 millones de euros, la empresa Tragsa deberá actuar entre los meses de octubre y marzo
Para realizar estos trabajos de extracción, la resolución indica que el plazo de ejecución será de cuatro meses y medio, y deberá realizarse entre octubre y marzo. La razón enunciada es por motivos medioambientales en el Dominio Público Marítimo Terrestre.
Granja de peces
El colectivo e Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) presentó en junio del pasado año catorce alegaciones. En una de ellas señalaba que el «dragado provocará dispersión de los contaminantes del sedimento, así como erosión y turbidez que puede afectar a las poblaciones acuáticas». Con la respuesta que se da desde la Generalitat se admite la presencia de mercurio, aunque, según especifica, «no se encuentra en capas profundas». En cuanto al resto de las alegaciones, la mayoría van dirigidas a la cuestión contaminante que se pueda derivar con la extracción y posterior depósito en diferentes puntos.
El proyecto recibió 15 alegaciones centradas en la contaminación y sus consecuencias con el depósito de materiales
La otra entidad que presentó alegaciones fue la Granja Marina Bahía de Santa Pola SLU. Pedía la paralización de la actuación mientras no se contara con los estudios necesarios sobre la «dispersión, contaminación u otros problemas» como consecuencia del vertido al mar de parte de los sedimentos dragados. Alegaban que esto podría afectar a la integridad de los peces en la granja ubicada frente a la costa de Guardamar del Segura. El informe de respuesta le garantizó que el lugar del vertido cuenta con los estudios que autoriza esa acción con la seguridad ambiental.
