Tres en uno: Arturo, María y Jero
NADA ES LO QUE PARECE ·
Tres novelas como tres soles. De esas que nunca se te caen de las manos, que, desde el primer párrafo, agarran al lector por la pechera y logran que no levantemos la vistaHan sido tres de los escritores de los que más se ha hablado durante este verano. En los días previos, cuando ya aprieta el calor, ... mucha gente tiene la sana costumbre de pasar por las librerías para abastecerse de material con el que entretenerse, que no todo va a ser playa y siesta y comidas opíparas y vagancia.
María Dueñas, en cuanto puso en circulación su 'Sira', la continuación de ese éxito mundial titulado 'El tiempo entre costuras', se aupó a lo más alto de los libros más vendidos, y no solo en España, sino en toda América Latina en donde sus relatos son muy bien acogidos, amén de las traducciones a casi todos los idiomas que existen en el mundo.
Reverte, que está a punto de sacar nueva novela, 'El italiano', que echa a andar la semana que viene, también ha gozado del favor del público con su espléndida 'Línea de fuego', que, aunque lleva el sello de 2019, ha sido, con absoluta justicia, galardonada con el siempre prestigioso y codiciado Premio Nacional de la Crítica de 2020, con lo que ha reactivado sus ventas y ha vuelto a la palestra como un automóvil al que le rectifican el motor y sigue su marcha, más rápido y activo que nunca.
Nuestros tres magníficos parecen empeñados en seguir la doctrina del viejo maestro Marsé
Y Jerónimo Tristante, después de algún tiempo de silencio, de continuo y callado trabajo, nos ha regalado otra nueva y entretenida aventura de su televisivo Víctor Ros, al que, en esta ocasión, ha arrancado de Madrid, en donde vivía plácidamente, aunque nostálgico de aventuras, y lo ha enviado a Cuba, a Ultramar, como antes se decía, para desentrañar la misteriosa desaparición del esposo de una amiga.
Tres novelas como tres soles. De esas que nunca se te caen de las manos, que, desde el primer párrafo, desde la primera línea, incluso, agarran al lector por la pechera y logran que no levantemos la vista de sus páginas durante largas horas. Lo cual, hoy en día, con tanta literatura plúmbea, sosa y pesada, es de agradecer. Tres historias diferentes, como no podía ser de otro modo, pero que, en el fondo, guardan muchos puntos en común. Como, por ejemplo, el hecho de que los tres, Arturo, María y Jero, hayan recurrido a hechos históricos, acaecidos entre finales del siglo XIX, en el caso de Tristante, la Guerra Civil española, en lo que se refiere a Arturo, y las secuelas de la II Guerra Mundial, como sucede con María y esta 'Sira' ya cuarentona, mucho más madura y atractiva, más deslumbrante y sagaz, que ha aprendido de sus errores y cría a un hijo al que defiende con uñas y dientes. La historia, una vez más, vuelve a ser fuente de inspiración para nuestros escritores. Y es que el pasado («lo que es pasado es prólogo», decía Shakespeare) siempre enseña a saber interpretar con más precisión el presente. De aquellos polvos, estos lodos.
Por si todo ello fuera poco, nuestros tres magníficos parecen empeñados en seguir la doctrina dictada por el viejo maestro Marsé, al que, aun recientemente desaparecido, ya empezamos a echar de menos. Decía el autor de 'Últimas tardes con Teresa' que en una novela está todo permitido... Todo, excepto el aburrimiento. Y fue, además, el inventor de eso que él mismo denominó 'literatura transparente', algo que nos sucede cuando leemos páginas y páginas sin que seamos conscientes de ello, abducidos por la trama. Y, en tal materia, nuestros tres novelistas, Jero, María y Arturo, son unos verdaderos maestros. En el fondo, no han hecho sino poner en funcionamiento lo que aprendieron de aquellos autores (Conan Doyle, Dumas, Tolstoi, Galdós, Emily Dickinson o Dickens) que les ayudaron a formatear el disco duro y les proporcionaron la gracia, el rigor y la sabiduría que derrochan en sus textos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión