Pringaos
La rampa ·
Rubiales y José Manuel Soto, posibles víctimas del calorEn invierno hace frío y en verano, calor (Perogrullo), pero si al ardor del estío le añades una ola de más calor —y estamos en ... la cuarta— pasa lo que pasa, que las isobaras que dibujan los vientos se ponen tontas y se llevan 44 grados centígrados a Vizcaya, dejando a Algeciras en 31. El mapa peninsular, invertido. Pero también la ola parece perturbar las cabezas, incluidas las de famosos como Rubiales, presidente del fútbol, y el cantante José Manuel Soto.
Vamos por partes.
Lo del beso en los labios, por sorpresa, que Rubiales dio a la jugadora Jenni Hermoso, está peor que muy mal, pero el gesto soez de agarrarse los genitales en pleno palco de las autoridades, junto a una niña con su madre que, respectivamente, son además Infanta y Reina de España, es un comportamiento injustificable, por mucha alegría que provoque el éxito de las futbolistas españolas en Australia.
La alarma llega cuando parece que Rubiales no es consciente de lo que ha pasado. Antes de disculparse de manera displicente, su respuesta a las primeras críticas fue llamar «estúpidos» y «pringaos» a quienes cuestionaban su conducta y añadió que no estaba «para gilipolleces». Le han llovido denuncias y peticiones de dimisión que, probablemente, piense solventar en la asamblea que tiene convocada para hoy, pero, recuerdo, la presidencia de Rubiales se ha visto salpicada por varios escándalos. No da la talla.
Y luego está lo del cantante José Manuel Soto, quien hace una semana tecleó: «Voy a aprovechar este momento de sosiego veraniego junto al mar para hacer uso de mi libertad de expresión y cagarme en Sánchez Castejón, en su puta madre y en los millones de hijos de la gran puta que están de acuerdo con que España esté en manos de sus peores enemigos, que os jodan», escribió en su cuenta de Twitter (ahora X), comentario que eliminó posteriormente. Luego también se disculpó por confundir libertad de expresión con libertad de insulto. De momento le ha costado que tres ayuntamientos andaluces, todos ellos con alcaldes del PP, suspendan las actuaciones que el cantante tenía previsto llevar a cabo.
Puede que el calor inflame las meninges y el cerebro se trastorne, porque si eso es lo que Soto escribe en «sosiego», qué será cuando esté enfadado.
A ver si es verdad que hoy baja el termómetro.
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