Se llama nostalgia
Un álbum de fotos como alivio al aciago futuro que nos anuncian
Como seres vivos que son, algunos árboles dejan caer sus hojas en otoño en un mecanismo de protección, ya que necesita la ahora débil radiación ... solar para mantener sus funciones vitales. Abandonadas a su suerte, caen las hojas sin aparente herida y nos regalan un bello paisaje de colores marrones, amarillos y anaranjados que invitan a la reflexión, que incitan melancolía y, también, provocan una cierta dejadez.
Desgana para hallar respuesta a la interrogante que inmediatamente surge tras la investidura. ¿Y ahora qué? Todo futuro es incierto, pero oyendo, leyendo o viendo las broncas de aquí y de allá, que anuncian desastre, no se sabe por dónde llegará la catástrofe, pero sí se nos avisa como inminente.
En el plano doméstico, la amnistía esgrimida como apaciguamiento de las heridas del 'procés' o empuñada como seria amenaza a la sagrada unidad de España, es motivo de ennegrecidos panoramas. Y en el ámbito global, la advertencia nos llega en forma de terribles conflictos nucleares, a propósito de las cercanas guerras en Ucrania y Gaza, en el temor a una nueva pandemia, en el vertiginoso avance de la inteligencia artificial, pronta a sustituir al humano, en el cambio climático que arrasará con inundaciones o con sequías perniciosas...
No se sabe qué pasará porque nadie puede saberlo, pero tan oscuras predicciones aumentan la inquietud al tiempo que rebajan el pequeño placer de las tardes otoñales, proclives a la poesía y a la nostalgia que, en este caso, es un leve consuelo para quienes vivimos horas más felices o menos perturbadoras. Encuentras el alivio al desplegar añejos álbumes de fotos, muchas de ellas en blanco y negro, que te regresan al pasado en un aura melancólica, nostálgica y sin tristezas porque, en el fondo, de sientes afortunado por aquellos días en los que se te permitió soñar.
Fracasado el tiempo de lucha, el sueño de hoy, aquí y ahora, es que el encono político no se traslade a la sociedad y ensucie nuestra convivencia. Al fin y al cabo, pasado el otoño, volverán a verdear las hojas en sus árboles.
Abrazos.
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