¿Rusa? No, ensaladilla Kiev
PARALELO 37 ·
Con ustedes, el gran José Andrés, apóstol de «las mesas largas y los muros bajos»No podía ser otro. Él es así y se ha ganado al mundo con su firme compromiso humanitario y un enorme corazón que late a ... otro ritmo y no titubea. Las ensaladillas de sus restaurantes no volverán a llamarse rusas sino Kiev o ucranianas, después de que haya decidido rebautizarlas en un gesto de repulsa a Putin y en apoyo al país invadido y su gente. Con ustedes, el gran José Andrés, reconocido chef español, apóstol de «las mesas largas y los muros bajos», como repite cada vez que puede, y para él y el equipo de su oenegé World Central Kitchen, una iniciativa que surgió tras el terremoto de Haití, les pido un sonoro y sostenido aplauso por llegar siempre los primeros a dar de comer y acompañar a los que les va la vida en ello.
Me gusta, me enloquece, me apasiona la ensaladilla y muero por una a la que no le sobre ni le falta nada. Unos atribuyen la original al cocinero belga Lucien Olivier quien a mediados del XIX se hizo famoso en Moscú con una ensalada a base de carne de urogallo o perdiz, cangrejo, caviar, trufa, lechuga, pepinillos, patatas cocidas, aceitunas y lengua de ternera. Otros aseguran que el término 'russian salad' apareció por primera vez en 1845 en un recetario del chef Charles Elmé Francatelli, jefe de cocina de la reina Victoria, ni más ni menos. Qué más da quién la inventara, mi amigo Dani tiene la receta perfecta, con permiso de El Cafeto, mítico bar y parada obligada para cualquier murciano que se precie. Tomen nota y, si les queda rica, me invitan a probarla y así nos conocemos: cocer una patata grande con piel por persona. Cuando estén listas, peladas y todavía tibias, agregar la mayonesa al gusto, mejor que sobre un poco a que quede seca. Añadir una lata de buen atún y un chorrito de su aceite de oliva, una generosa cantidad de variantes para el toque avinagrado y huevo duro rallado. Colocar la mezcla en una fuente, capa fina de mayonesa y unas tiras de pimiento rojo asado. No olviden que no sabe igual si no se le hacen los dibujos típicos de abuela con el tenedor a la capa de mayonesa y se decora con aceitunas rellenas. Los guisantes y la zanahoria mejor déjenlos para la ternera a la jardinera.
¡Arriba Ucrania, la ensaladilla Kiev, José Andrés, la madre que lo parió y la cerveza helada de acompañamiento! Y a Putin y todos sus secuaces: lo siento, la icónica tapa española, a la que los murcianos llamamos marinera cuando la colocamos sobre una crujiente rosquilla y la rematamos con una vistosa y tersa anchoa, jamás volverá a ser vuestra.
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