Llegar lejos en la lucha contra la pobreza
Cuando nuestros responsables políticos enumeran los principales problemas de la región, hablan de financiación, de agua, de infraestructuras, del Mar Menor… Parecen olvidar que 1 ... de cada 3 personas en la Región de Murcia está en riesgo de pobreza y exclusión social. Se trata de una situación que afecta directamente a casi medio millón de personas pero no es un problema exclusivo de ellas.
No podemos mirar hacia otro lado cuando un 26,3% de nuestras vecinas y vecinos no pueden calentar su casa en invierno o cuando un 46,3% no puede afrontar gastos imprevistos (datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE). Así, y desde el punto de vista de la justicia, la pobreza es un problema que concierne al conjunto de la población murciana.
Además, la pobreza debe entenderse como un tema de carácter político y democrático porque quien vive en pobreza no tiene los derechos que le corresponden. Algunos datos relativos a 2 derechos fundamentales: vivienda y educación. Sobre vivienda. Más de 150.000 personas (según el Informe FOESSA) en la región viven en vivienda inseguras o inadecuadas, lo que incluye situaciones como riesgo de desahucio, hacinamiento, falta de suministros básicos, problemas de salubridad… Sobre educación. Hemos conocido recientemente (según el informe PISA) que el alumnado desfavorecido de la región tiene 9,4 veces más probabilidades de repetir a igualdad de rendimiento académico. Para medir la gravedad del dato anterior y de cómo algo así inutiliza el ascensor social, hay que tener en cuenta que el 41% de niñas y niños en la Región de Murcia están en riesgo de pobreza y exclusión social. Así, y desde un punto de vista democrático, la pobreza es un problema que concierne al conjunto de la población murciana.
Para la Red de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social en la Región de Murcia (EAPN-RM) es evidente que la pobreza es un problema de región y como tal debería ser asumido por nuestros responsables políticos.
Cuando la Asamblea Regional anunció el pasado mes de octubre la puesta en marcha de una Comisión Especial para de Estudio de la Pobreza, EAPN-RM lo saludó como una buena noticia. Escuchamos muy a menudo que la red (o las entidades de lucha contra la pobreza que la forman) somos las representantes de las personas que viven en pobreza. No es así. Los representantes de las personas que viven en pobreza son las diputadas y los diputados de la Asamblea Regional y el conjunto del Gobierno Regional. Ellas son las personas que hemos elegido para que tomen las decisiones políticas de esta región. Decisiones que, desde un punto de vista democrático y de justicia social, deben velar por el bienestar del conjunto de la población.
La Comisión de Pobreza de la Asamblea Regional va a poder conocer en detalle la situación de la pobreza en la región así como escuchar las distintas propuestas que expondremos quienes allí comparezcamos. Su trabajo finalizará con un dictamen que es de obligado cumplimiento.
En lo que a propuestas se refiere, desde EAPN Región de Murcia consideramos que es tan urgente como inaplazable el diseño y puesta en marcha de una estrategia regional de lucha contra la pobreza. Debemos superar la idea de que la pobreza es una cuestión exclusiva de servicios sociales. Se trata de una realidad compleja y como tal debe enfrentarse. Es decir, hace falta poner en marcha medidas que incluyan la vivienda, la educación, el empleo, la salud, el medio ambiente, la convivencia… La totalidad del Gobierno Regional, el conjunto de sus consejerías y su presidente, deben asumir la lucha contra la pobreza como una cuestión compartida, como un asunto de región. Me gustaría recordar que el pasado 15 de mayo, en plena campaña electoral, el presidente de la Comunidad Autónoma se comprometió a poner en marcha una estrategia de lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Esta estrategia regional de lucha contra la pobreza debe integrar y dar coherencia a todas las medidas que se pongan en marcha para reducir la pobreza, es decir, para hacer una región más solidaria y democrática. La estrategia debe, además, dejar claro de qué se responsabilizará cada consejería, así como establecer objetivos, plazos, presupuestos e indicadores de cumplimiento. Es cierto que el dictamen de la Comisión de Pobreza (que confiamos que incluirá esta estrategia) es de obligado cumplimiento pero también lo es que nos vemos con demasiada frecuencia en la obligación de recurrir a la expresión «papel mojado». Por eso es conveniente que todas las íes lleven su punto bien puesto.
Hay un dicho (probablemente) africano que dice que si vas sola puedes llegar rápido pero que si vas en compañía puedes llegar lejos. Acabar con la pobreza en la región es una meta ambiciosa y lejana. Para alcanzarla, debemos caminar hacia ella conjuntamente: entidades sociales, sindicatos y empresas, partidos políticos, Asamblea Regional y Gobierno Regional. La pobreza es un problema de región y, por eso mismo, la respuesta que demos debe ser de consenso.
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