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Apuntes desde la Bastilla

Nuestro maldito negro

El fútbol es solamente la punta del iceberg del racismo. Detrás se oculta una sociedad enferma que mira hacia otro lado

Domingo, 7 de abril 2024, 01:05

No son los tiempos de Wilfred, no. Corría el año 1993 cuando el portero del Rayo Vallecano, Wilfred Agbonavbare, natural de Nigeria, detenía un penalti ... a Míchel. El Madrid perdería aquella liga y parte del público (una multitud ruidosa y abrumadora) comenzó a gritar: «Negro, cabrón, recoge el algodón». Aquel cántico demostraba, sobre todo, la impunidad absoluta para declamar tal salvajada sin ningún tipo de consecuencias. Si hubiesen preguntado a cada uno de los integrantes de esa grada si se consideraban racistas, apenas cinco minutos antes del encuentro, probablemente se hubieran ofendido con aire honroso. No sé las consecuencias mediáticas que tuvo ese cántico, pero tras el encuentro, varios periodistas preguntaron a una muchedumbre carnavalesca sobre el portero, y las respuestas siguieron en la línea. Un niño que hoy será padre de familia, abogado o diputado, gritó, con media sonrisa y emoción: Ku-Klux-Klan, mientras el reportero repartía el micrófono a unos y otros.

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