El papel del turismo en los espacios rurales
La Región es un destino turístico en sí y los compartimentos estancos de las limitaciones administrativas del territorio le perjudican
El concepto de turismo rural se suele relacionar tradicionalmente con el alojamiento, siendo las actividades que se pueden desarrollar en el entorno como una acción complementaria. Este desenfoque desde un primer momento dándole prioridad al alojamiento frente al destino creo que explica el papel segundón del turismo rural y, como las consecuencias de un mal planteamiento no vienen solas, no ha existido un estímulo por la excelencia y la calidad, lo que redunda en baja ocupación, precios y en definitiva rentabilidad social y económica de una actividad residual en unos medios frágiles.
Tampoco han contribuido las Administraciones Públicas de manera positiva en un sector típico para tutelar y ayudar en sus primeros pasos como ocurre con las industrias nacientes en sectores y territorios estratégicos. Los típicos males de cortoplacismo, falta de coordinación entre Administraciones (la regional y los ayuntamientos) e incluso la ausencia de complicidad del interior de las propias Administraciones desconociendo el papel transversal.
A pesar que el movimiento asociativo nació con los primeros alojamientos, el sesgo que impusieron los gestores, junto al cóctel del resto de las debilidades estructurales, han relegado al turismo rural en Murcia a un lugar que no le corresponde por diversas razones objetivas.
La Región de Murcia es un destino turístico en sí y los compartimentos estancos de las limitaciones administrativas del territorio le perjudican. No creo que haya un espacio con las comunicaciones que tenemos que disfrute de nuestra diversidad. Es como un parque temático real. Está debería ser la imagen o la marca del turismo regional: el disfrute de la diversidad. Creo además que este mensaje va a calar cada vez más en la población deseosa de experiencias diferentes. Es difícil entender cómo no aprovechamos estas ventajas comparativas con el resto de destinos.
Como no podría ser de otra manera y, a pesar de un largo período semioculto, el movimiento asociativo está llamado a recuperar y colocar en el lugar que le corresponde al turismo rural de la Región de Murcia. Son muchas las ventajas de estas herramientas, pero sobre todo la continuidad en el largo plazo de una estrategia gestionada por los interesados y buscando complicidades, entre el sector. También con los agentes públicos.
El vaciamiento de socios de la única asociación que hubo primigeniamente, Noratur, alimentó otras asociaciones y esa dispersión de representación impide tener una voz fuerte ante los medios, las Administraciones y nuestros clientes.
Entendiendo esa debilidad se puso en marcha hace años la Federación de Asociaciones de Turismo Rural de la Región de Murcia para gozar de los beneficios que conlleva tener una voz unida.
En la actualidad y tras la nueva Orden que regula los alojamientos turísticos de turismo rural y otras razones de oportunidad, como la salida de la crisis ofreciendo un destino turístico de interés, hemos decidido trasladar de manera conjunta a la Administración Regional y a los ayuntamientos la determinación de trabajar de forma unida para generar una actividad complementaria, una más, interesante en el medio rural. Porque esos espacios no se alimentan de un solo sector, sino de la suma de rentas de muchos sectores que conforma lo que primigeniamente se entendía como Economía Circular donde, lamentablemente, la regulación administrativa, las barreras burocráticas y administrativas excesivas vacían el territorio y alimentan la despoblación.