Transporte público en Murcia, una asignatura pendiente
La ciudad de Murcia y sus pedanías albergan una realidad singular: su población se reparte casi de manera equitativa entre la capital y los entornos ... periféricos. Este equilibrio demográfico, sin embargo, no se refleja en la calidad ni en la eficiencia del sistema de transporte público, que aún está lejos de responder a las necesidades de sus habitantes. La consecuencia directa de esta deficiencia es un uso excesivo del coche privado, lo que trae consigo un impacto negativo en el medio ambiente, la cohesión social y la economía.
El tranvía, uno de los pilares del transporte público en Murcia, es un ejemplo paradigmático de decisiones cuestionables. Desde su inauguración, su trazado ha privilegiado la conexión con centros comerciales, dejando de lado áreas cruciales como el hospital de la Arrixaca o las pedanías. Esta elección ha limitado el potencial del tranvía como una verdadera solución de movilidad y ha dejado sin servicio a miles de murcianos que podrían haberlo utilizado para cubrir trayectos esenciales.
Efectivamente, se han dado pasos significativos hacia la ampliación del tranvía de Murcia para conectar con el hospital Virgen de la Arrixaca. En octubre de 2024, el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma aprobó un protocolo de colaboración con el Ayuntamiento de Murcia para desarrollar este proyecto. La ampliación propuesta incluye extender la línea del tranvía al barrio del Carmen, prolongarla hasta el hospital Virgen de la Arrixaca y conectar con la estación de tren de El Carmen, integrando el tranvía en los servicios de movilidad sostenible del área metropolitana de Murcia.
El proyecto contempla fases de diseño, construcción, conservación y explotación, con una inversión estimada de 92,7 millones de euros. La Comunidad Autónoma se ha comprometido a financiar hasta un tercio del coste total, mientras que el resto de la financiación se buscará en colaboración con el Ayuntamiento de Murcia y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, sin descartar la posibilidad de acceder a fondos europeos.
La ampliación del tranvía busca mejorar la conectividad norte-sur de Murcia, facilitando el acceso a infraestructuras clave como el hospital Virgen de la Arrixaca y la estación de tren de El Carmen. Además, se espera que esta extensión contribuya a fomentar el uso del transporte público, reduciendo la dependencia del coche privado y, por ende, los impactos negativos medioambientales, sociales y económicos asociados.
La llegada del AVE a Murcia también pone de manifiesto problemas de gestión y planificación. La decisión de adaptar la Estación del Carmen, en lugar de considerar alternativas más lógicas y accesibles, ha resultado en una inversión millonaria que no se traduce en beneficios tangibles para la mayoría de los ciudadanos. Estas alternativas, que pudieron haber sido más acertadas, incluyen la construcción de una nueva estación intermodal en un área estratégica del extrarradio, mejor conectada con las principales vías de acceso y capaz de integrar otros medios de transporte como autobuses y tranvías. También se contemplaba la posibilidad de modernizar estaciones existentes como las de Beniaján o Santiago el Mayor, evitando la saturación de la Estación del Carmen. Incluso, la creación de una estación central compartida con Cartagena hubiera optimizado recursos y reducido las complicaciones urbanísticas. Sin embargo, ninguna de estas opciones se tomó en serio, perpetuando una situación que dificulta el acceso al AVE para la mayor parte de la población.
Si hay una obra pública que encarna la falta de planificación y la opacidad en la toma de decisiones, es el aeropuerto de Corvera. Diseñado bajo el auspicio de intereses políticos poco claros, esta infraestructura ha supuesto un gasto enorme sin que se justifique ni por su uso ni por su utilidad real para los ciudadanos. El aeropuerto, más que un beneficio, ha sido un monumento al despilfarro y la ineficiencia.
El mal funcionamiento del transporte público no es un fenómeno espontáneo, sino el resultado de años de gestión deficiente. Los responsables de la Administración autonómica durante los últimos 15/20 años están vinculados a estas decisiones, que han condicionado negativamente la vida de los murcianos.
Para revertir esta situación, es indispensable adoptar un enfoque integral que priorice la conectividad de las pedanías con el centro urbano, expanda la cobertura del tranvía a puntos neurálgicos, y optimice el uso de infraestructuras como el AVE y el aeropuerto. Solo así se podrá construir un sistema de transporte público eficiente, equitativo y sostenible, que realmente sirva como una alternativa viable al coche privado.
Murcia necesita soluciones reales, basadas en el interés general y no en agendas particulares. Es hora de que el transporte público sea un motor de desarrollo, y no un obstáculo más para los ciudadanos.
Los integrantes del Grupo de Opinión «Los Espectadores» son:
Jesús Fontes, Javier Jiménez, José L. Garcia de las Bayonas, José Izquierdo, Blas Marsilla, Luis Molina, Palmiro Molina, Bernardo Escribano, Francisco Moreno, Antonio Olmo, José Ortíz, Francisco Pedrero, Antonio Sánchez y Tomás Zamora.
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