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Nada es lo que parece

Gorriones: los niños del aire

El pobre gorrión siempre ha sido el chivo expiatorio de todas las demás aves. El payaso de las bofetadas

Viernes, 17 de enero 2025, 01:13

A Gustavo Adolfo Bécquer le llamaban tanto la atención estas juguetonas, pequeñas y tan comunes aves, abundantes, sin duda, en su Sevilla natal, que goza ... de sol durante todo el año, que llamó 'Libro de los gorriones' a su obra, presente y futura, de toda una vida, fechada en la ciudad de Madrid, a donde ya se había trasladado el autor de las 'Rimas', un diecisiete de junio de 1868, con unas palabras preliminares en donde el propio poeta dejaba constancia de que se trataba de una «colección de proyectos, argumentos, ideas y planes de cosas diferentes que se concluirán o no, según sople el viento». ¿Qué vería Bécquer en estos insignificantes pajarillos para unirlos para siempre a su obra literaria?

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