Los Joaquines de Murcia
Joaquín, de apellidos Bosque Leal, decidió fundar una cofradía, con sede en la capitalina iglesia de San Pedro, dedicada a San Joaquín
La inesperada y traumática muerte del joven estudiante de farmacia Joaquín Moreno Galvache, el 4 de febrero de 1922, con 19 años (del entonces temido ... tifus), tuvo gran repercusión en una Murcia aún muy pequeña, donde casi todos se conocían y algunos incluso eran referente de ubicación urbana, como era el caso de su padre, Juan Moreno, cuya farmacia era muy conocida en la plaza de Camachos, y no sólo por su antigüedad sino por los inventos farmacéuticos que allí se dispensaban, como la 'Aforina Moreno' o la 'Denticina Moreno', entre otras.
No repuesto de la impresión, otro Joaquín, de apellidos Bosque Leal, decidió fundar una cofradía religiosa, con sede en la capitalina iglesia de San Pedro, dedicada a San Joaquín, solicitando desde la prensa local su inscripción en la misma, de forma voluntaria, claro está, a todos los que ostentasen dicho nombre. Respondieron generosamente los Joaquines y Joaquinas, que eran muchos en la ciudad, quienes acabaron constituyendo un nutrido colectivo que, aparte del culto y veneración al padre de la Virgen María (muy reproducido en la iconografía religiosa local y regional), se ocupó de la atención a los Joaquines necesitados, y de otros aspectos, incluso de tipo urbanístico, como la dedicación de una calle en el barrio y feligresía de San Pedro, cuya solicitud aprobó el Ayuntamiento en sesión plenaria del 7 de agosto de 1925. Se aceptó por la Corporación municipal el ofrecimiento de la institución de pagar de los fondos de la misma el coste de los gastos ocasionados por la fabricación y colocación de las dos placas, por las que en adelante se conocería la calle, que hasta entonces venía denominándose de la Tortuga. La calle en cuestión ha conservado este nombre a lo largo del tiempo sin ser objeto de cambio en los cien años desde su nominación.
Las fiestas en honor al santo en 1925, ahora hace un siglo, supusieron el momento más álgido de la institución, con la fabricación de un estandarte o insignia propia, para hacerse presente en procesiones y actos religiosos, la celebración de un novenario que dio comienzo el 7 de agosto y la dedicación de la calle aludida, lo que tuvo lugar el domingo 23 del mismo mes, a la temprana hora de las 9 de la mañana, con presencia del alcalde (el comerciante Fernando Delmas Giner), del gobernador militar y de una banda de música.
La fiesta litúrgica de San Joaquín se celebró el 16 de agosto hasta que la cambió el Concilio Vaticano II
Tanto en el novenario como en los cultos solemnes del día de la fiesta intervinieron oradores sagrados de gran relevancia social en la ciudad, como el canónigo del Sacromonte Granadino Julio Ruiz Molina, el párroco del Carmen Sotero González o el párroco de San Nicolás Manuel Sánchez Meseguer; corriendo la parte musical a cargo de la orquesta y voces del maestro José María Cantos.
En la actualidad es el 26 de julio; el comercio se apresuró a denominarla 'el día de los abuelos'
Aclararé al lector que la fiesta litúrgica de San Joaquín se celebró secularmente el 16 de agosto, hasta que la normativa emanada del Concilio Ecuménico Vaticano II la vinculó a la de su esposa Santa Ana, en el último tercio del pasado s. XX; teniendo lugar en la actualidad el 26 de julio (fecha en la que el comercio se apresuró a denominarla como 'el día de los abuelos'), aunque haya personas que aún la celebran en su primitiva fecha.
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