El suicidio de Junts
Ligar tu destino a un tipo con una heroica tan de todo a cien no parece buena receta y así les ha ido la cosa
Hemos visto muchos casos de partidos políticos que, llegado un momento, deciden suicidarse como si tal cosa. A veces es por sostener un líder que ... los lleva a la debacle, otras por tomar decisiones que perjudican a su propio electorado o por mantener a tal o cuál tipo que la ha liado parda. Caso emblemático fue el de Cs, quizá el mejor proyecto surgido en España en los últimos 30 años, que acabó finiquitado porque su líder y colaboradores vivían y se comportaban como si fueran estrellas de rock. Pero el caso de Junts está siendo digno de estudio.
El líder. El eje principal de la acción política de Junts ha sido, desde el 1-O, salvar al soldado Puigdemont. Dentro de su imaginario colectivo representa el mito del 'rey perdido', aquel que volverá para hacer grande a Cataluña como su propio don Pelayo, su Napoleón, su Wallace, su Catalino el Grande. El problema es que Cocomocho, prófugo de la Justicia española, dijo desde el balcón «independensia y resistensia», para meterse en el maletero de un coche y huir a Bruselas. En fin, en el caso del mítico líder, resistencia, ejerció poca, pero es que independencia... pues tampoco mucha. Ligar tu destino, y me refiero a Junts, a un tipo con una heroica tan de todo a cien no parece buena receta y así les ha ido la cosa.
Perversa situación. Y por si ya esto de por sí tiene poco recorrido –imaginen que Washington tras proclamar la independencia hubiera huido a Canadá en un baúl en coche de caballos– pues la situación que se ha generado, que han generado, les lleva a la mayor debacle del nacionalismo conservador catalán de su historia. Ya comenté en esta misma columna que todo aquel que se arrima a Sánchez acaba carbonizado. Así ha sido con todas las formaciones políticas que lo han apoyado salvo una: Bildu. A esos les va mejor que nunca. Pero a Junts, les va como el culo. Y ojo a PNV que van parecido. En principio que Sánchez dependiera de ellos les auguraba una época de vacas gordas y un futuro electoral prometedor tras reventar al Estado español por todas las costuras y sacarle el saín a su odiada España. Pero no.
Tú a Boston y yo a Cataluña. Algunos analistas que conocen el paño dicen –y el propio Puigdemont también– que el pacto real entre ellos era: tú me haces presidente de España y yo a ti president de la Generalitat. Pero por el camino, Sánchez, tahúr del Misisipi donde los haya, les mintió en lo del catalán en la UE, en lo de las fronteras, la financiación particular y, sobre todo, en el asunto de la amnistía. Encima, por el blanqueo a los nacionalistas, Illa ganó en Cataluña y Puigdemont quedó compuesto y en Bruselas. Sin ser president y sin volver a pisar territorio patrio. Menudo timo. Y así llegó Junts a una situación endiablada de la que no pueden salir. Como Sánchez solo hace favorecer a Cataluña, mandar pasta, los de Junts pensaban que subirían como la espuma. Pero, pregunta: ¿quién gobierna en Cataluña? ¿Quién disfruta del trato preferencial a dicha comunidad? Illa. Esto es, todo lo que los Puigdemont boys consiguen para su tierra lo disfruta, lo administra y lo rentabiliza Illa, luego ellos han ido a menos, a menos, a menos... y por si esto fuera poco, va y les sale por la derecha un apéndice, excrecencia o partido ultra a la moda, AC.
A todo hay quien gane. Y es que resulta que Silvia Oriols es la mejor parlamentaria de Cataluña, la que se enfrenta a Illa y sus políticas woke, mientras que Cocomocho, fuera de plano, vegeta en Bruselas. Y encima AC es más homófoba, supremacista y reaccionaria que Junts, y denuncia el problema de la inmigración ilegal y la delincuencia que asola a los 'paisoscatalans'. Todo esto, mientras que Junts, que es muuuuuy de derechas, apoya en Madrid a la 'coalición progresista'. En suma, que no se le pasan solo los votantes, ni siquiera los militantes, sino que hasta cuadros de Junts se están pasando en masa a AC. Conclusión, PSC les come la galleta por la izquierda y AC por la derecha. Los alcaldes de Junts fueron a Bruselas a cantarle las cuarenta al jefe, la patronal catalana lo mismo y si sigue con Sánchez hasta los suyos prescindirán del 'rey perdido' y es por eso que Junts ha abandonado a Mr. Handsome, la legislatura ha muerto. Luego vendrá PNV que también está haciendo el canelo.
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