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Covid-19: Alemania y España

Nuestro sistema sanitario padece una enfermedad crónica y así deben entenderlo los responsables políticos de todos los colores

Sábado, 12 de septiembre 2020, 01:10

Los sistemas sanitarios en Europa se caracterizan por su naturaleza básicamente pública, aunque hay que diferenciar dos modelos. Uno es el modelo 'Beveridge', que se define fundamentalmente porque se financia a través de impuestos y por su acceso universal. Este es el modelo implantado en España. Sin embargo, Alemania tiene implantado el modelo 'Bismark', que es un sistema de seguros sociales que se fundamenta en que se financia por cuotas obligatorias pagadas por empresarios y trabajadores o a través de impuestos y esos recursos financieros van a parar a los 'fondos', que son entidades no gubernamentales reguladas por ley. Esos 'fondos' contratan hospitales, médicos de familia, etc. para que provean los servicios a los asegurados

Vamos a resaltar lo que creo que nos interesa para poder hacer una comparación entre ambos que sea ilustrativa. Así tenemos que, mientras que en Alemania las camas por mil habitantes son 8,2, en España son 3,1 por habitante. Mientras que el gasto sanitario por habitante en Alemania es de 4.099 euros, en España es de 1.690 euros. Mientras que Alemania tiene 28.000 camas de cuidados intensivos (UCI), con respiradores y con capacidad de duplicar esa cifra ante cualquier urgencia sanitaria, España tiene 3.363 camas de cuidados intensivos. Mientras el número de camas UCI por 100.000 habitantes en Alemania es de 33,9, en España es de 9,7, lo que equivale a que España tiene 3 veces menos camas UCI por habitante que Alemania.

Los recortes generalizados en el gasto destinados a obtener ahorros a corto plazo dan lugar a un aumento de los gastos a medio y largo plazo y eso es lo que ha ocurrido en España. Se 'ahorraron' miles de millones de euros jubilando a muchos profesionales que hasta ese momento podían seguir en su puesto de trabajo hasta los 70 años. Se dejó de invertir en infraestructuras sanitarias y en recursos materiales. Las listas de espera siguen creciendo en número y tiempo, y en ocasiones se alargan hasta más de un año para poderse realizar alguna prueba.

El gasto público sanitario en España no solamente no se ha incrementado sino que se ha reducido sensiblemente

Los partidos políticos que ahora nos gobiernan y que presumen de defender a capa y espada la sanidad pública, también han intentado, antes de la aparición de la pandemia, imponer otro recorte en el gasto sanitario a las comunidades autónomas. De nuevo, la idea de contención del gasto se ha intentado dirigir de manera directa a la atención sanitaria. Sin embargo, cuando se trata de financiar el gasto de las mismas, siempre hay unas comunidades que se benefician más que otras, demostrando lamentablemente que nuestro sistema autonómico no entiende de equidad ni de solidaridad interterritorial. Cabe preguntarse si el sistema autonómico que nos dimos responde o no a las expectativas por las que en su momento se creó. Dejo a los lectores que comparen y opinen sobre el Estado Autonómico de España y el Estado Federal Alemán en relación con la atención sanitaria.

Como ya he dicho, Alemania es un Estado federal consolidado, y son los Länder su representación territorial federal (el equivalente a las comunidades autónomas españolas). Todas las medidas que se han adoptado y se adoptan son comunes para todos los Länder. La coordinación de la pandemia tiene un mando único, sin necesidad de recurrir a situaciones excepcionales de privación de derechos fundamentales para sus ciudadanos. En España hemos pasado de una situación extraordinariamente dura que conllevó a la privación de algunos derechos fundamentales, a la repartición y traslado de responsabilidades a las comunidades autónomas, con tantos planes de actuación sobre la pandemia como comunidades autónomas tenemos. ¿Es esto lo que queremos?, ¿un ¡sálvese quien pueda con los recursos que tengan!?

En España sucedió todo lo contrario y se permitieron las concentraciones multitudinarias sin tener en cuenta el contexto sanitario de ese momento a pesar de que el Gobierno manejaba datos suficientes desde finales de enero. Sin embargo, ya sabemos el caso que el Ejecutivo hizo y así nos fue.

No, no tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo. Podemos decir, y así lo proclamo, que tenemos unos profesionales magníficamente preparados y con vocación de servicio y entrega a su profesión ejemplar. Que apagaron y siguen apagando las muchas goteras de nuestro sistema sanitario que ha puesto al descubierto la Covid-19. Nuestro sistema sanitario padece una enfermedad crónica y así deben entenderlo los responsables políticos de todos los colores. Está en cuidados medios y deben, debemos, evitar que ingrese en cuidados intensivos. Mientras Alemania viene incrementando cada año y desde hace muchos la financiación de su sistema sanitario, el gasto público sanitario en España no solamente no se ha incrementado sino que se ha reducido sensiblemente.

Es hora de tomar decisiones coherentes y ajustadas a la realidad presente y futura. Es hora de reformar el 'numerus clausus' que las universidades impusieron a los grados relacionados con la salud para disponer de más profesionales. Es hora de invertir en salud pública, en investigación. La Covid-19 ha desnudado a nuestro sistema sanitario. Es urgente volver a vestirlo si no queremos acabar todos desnudos.

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