La amistad que no envejece
SANDRA COBO
Martes, 18 de noviembre 2025, 01:09
Hace unos días quedé con un viejo amigo al que hacía meses que no veía. Uno de esos amigos a los que solamente ves dos ... o tres veces al año, más por mantener el vínculo que por verdadera rutina. Con esto no quiero decir que no me considere su amiga, ni mucho menos, simplemente es una amistad distinta, hecha de pausas largas y confianza silenciosa.
Antes de vernos, sentí un ligero nerviosismo. ¿De qué vamos a hablar? ¿Nos saldrán temas con facilidad? Son algunas de las preguntas que me surgían mientras caminaba hacia el encuentro.
Los minutos fueron pasando y pronto comprendí que nada esencial había cambiado. Todo fluyó como antes, como en aquellos años de instituto en los que nos veíamos a diario.
Porque no importa el tiempo que pase, ni lo mucho que hayan cambiado nuestras vidas, ni lo poco que sepamos ya del día a día del otro. Hay amistades que permanecen intactas, casi milagrosamente, como si el reloj no les afectara. Y cuando vuelven, lo hacen con la misma calidez de siempre.
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