La cultura sobra
La derecha tiende a despreciarla, mientras que la izquierda pretende controlarla. Si es así, mal camino
Según declaró Núñez Feijóo en una entrevista, hay cinco o seis ministerios que sobran en España. Entre ellos, el Ministerio de Universidades, el Ministerio de ... Educación y, por supuesto, el Ministerio de Cultura. ¿Por qué sobran, a su juicio? Porque su eliminación es una forma de reducir la deuda pública en España. ¿Por qué lo llama economía cuando se trata de ideología?
En realidad, que se reduzcan los ministerios no tiene por qué ser ni bueno ni malo a priori. Lo positivo de todo esto es que la cultura se ha puesto sobre la mesa en pleno debate preelectoral. Y esto no sucede a menudo.
Pero si el poder político más reaccionario desprestigia la cultura, el poder religioso homólogo la visibiliza. El Papa Francisco invitó hace unos días a 200 artistas de distintos países con motivo del 50 aniversario de la inauguración de la Colección de Arte Moderno y Contemporáneo de los Museos Vaticanos.
La delegación española estuvo compuesta por cuatro representantes: el guitarrista flamenco Vicente Amigo, el artista multidisciplinar Gonzalo Borondo y los escritores Cristina Morales y Javier Cercas.
El Papa no hizo distinciones. Por una parte, Vicente Amigo es creyente y dice buscar a Dios en las cuerdas de su guitarra. Por otra, Javier Cercas es ateo convencido. Este último salió bastante satisfecho con el discurso del Pontífice. Destacó que había hablado de que los artistas no están para decirle a la gente lo que tiene que pensar sino para mostrar todas las complejidades de los seres humanos.
El Papa Francisco que, como buen líder, no da puntada sin hilo, sabe del poder de promoción que puede dar la cultura, sin discriminar entre creyentes o no creyentes.
La cultura en España no solo es una industria que aporta el 2,4% del PIB español. La cultura es una forma de combatir prejuicios (como en la película 'Campeones' de Javier Fesser) o de permitir iniciar diálogos sobre temas sociales complicados (como la novela 'Patria' de Aramburu). La cultura ayuda a tener una identidad y una unidad como territorio. Además, la cultura crea la imagen de un país. La literatura negra nórdica hizo volver la vista hacia unos países, como Suecia, Noruega o Islandia, de los que sabíamos bastante poco. Y ejemplo paradigmático es el de Estados Unidos.
Como me decía una amiga profesora universitaria, la derecha tiende a despreciar la cultura, mientras que la izquierda pretende controlarla. Si es así, mal camino. Porque un buen líder o lideresa lo que debe hacer es potenciarla.
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