Francisco Carpena: «Urge abandonar las redes sociales que crecen a base de radicalización y odio»
«La información nos inunda y, al igual que en las inundaciones escasea el agua potable, mucha de ella no es de calidad»
La militancia del profesor de música del Colegio La Inmaculada de Yecla, Francisco Carpena (Yecla, 1971) en favor de la naturaleza, a la que ... defiende con pasión, no le ha llevado a confluir con ninguna organización de defensa medioambiental, con las que en ocasiones se muestra crítico, aunque participa en algunas de las manifestaciones que convocan. En su caso, su lucha por proteger el planeta pasa por sus actos del día a día y, reconoce, «doy mucho la chapa con temas de energía, ecología, 'peak-oil' [pico de petróleo], decrecimiento y demás a mis amigos, familiares y alumnos».
–¿Es la misma sensibilidad artística que le ha llevado a ser músico la que le saca de casa para admirar el medio ambiente, o una cosa no tiene que ver con la otra?
–La belleza es una de las mejores razones para vivir, y la admiración y el disfrute de la naturaleza comparten el gusto por la belleza que sale de la creación y la expresión artística. Es algo relacionado, obviamente, pero el arte es también la belleza de contar historias, emocionar con sonidos que nacen de personas y nacen para ser escuchados. A la naturaleza le importa poco que la escuchemos, el arte necesita de público, quizás así se me entienda mejor. Quiero reseñar que el disfrute de la naturaleza es compartido por personas de todos los ámbitos; científicos y tecnológicos incluidos. No es exclusivo de artistas.
–¿El canto de un pájaro se parece a la de una obra musical o es la música la que imita los sonidos de la naturaleza?
–Supongo que los pájaros utilizan el canto para comunicarse y satisfacer sus necesidades. Los músicos también lo hacen un poco, en parte. Hay cosas en común entre el canto de los pájaros y la música (ritmos, alturas, ciertas cadencias), y músicos que lo han analizado y utilizado, como el genial Messiaen. La naturaleza también ha sido fuente de inspiración de muchos compositores. Pero como arte, aporta la trascendencia de una mente que lleva esos elementos de la naturaleza a otro nivel que pueda hacer que una persona salga de sí y obtenga momentos de un placer que creo que los animales no conocen.
«Necesitamos una educación artística de calidad para todos, no solo para quien puede pagarla»
–¿Qué le lleva a salir al campo o a la montaña cuando tiene oportunidad?
–Un potente cóctel de motivos: cuidar la salud y la funcionalidad del cuerpo, y también de la mente; disfrutar de entornos maravillosos y cercanos, conocer mi tierra, admirarla, disfrutarla y compartir buenos momentos con amigos...
–¿Qué hace especialmente atractivos a los campos del Altiplano?
–El contraste entre los amplios campos con cultivos de secano y los montes con sus bosques de pinos. También sus ramblas, crestas, caminos, senderos, estepas llenas de aves. Hay también cerros amables y sierras más salvajes y pobladas de fauna natural. Su baja densidad de población es otro aspecto destacable, me aporta una enorme sensación de paz y silencio, necesarios para rebajar la tensión de nuestra hiperproductiva cultura.
–Prácticamente a todo el mundo le gusta salir a disfrutar de la naturaleza, pero no todos parecen estar dispuestos a defenderla. ¿Qué necesitamos para adquirir mayor conciencia de la protección del medio ambiente?
–Necesitamos empresas con menos ambiciones de crecimiento y más cultura de respeto a la naturaleza, políticos menos ineptos y más valientes y comprometidos, ciudadanos mejor educados y con menos ansia por consumir, también con mayor cultura científica... Y, por último, pero no menos importante, una educación artística de calidad para todos en la educación obligatoria, y no solo al alcance de los que pueden pagar una escuela de música o asistir a un conservatorio. Esto último lo digo porque llevo 25 años en las aulas de Secundaria y veo un desprecio mantenido de nuestros políticos a mis dos asignaturas, la plástica/audiovisual y la música. Creo que el amor por el arte fomenta el amor a la naturaleza.
«El campo me aporta la paz necesaria para rebajar nuestra hiperproductiva cultura»
–Cada día tenemos más información, ¿nos lleva esto a ser más sensibles con el cuidado del planeta o estamos saturados y nos está dejando de interesar?
–Veo signos de esperanza en jóvenes más espontáneos y sanos que sus predecesores, pero también mucha juventud resignada, quizás viendo que las oportunidades van menguando y su mundo no va a ser más fácil que el actual. La información nos inunda, pero, al igual que en las inundaciones escasea el agua potable, mucha de esa información no es de calidad o es directamente un engaño. Son tiempos confusos nunca vistos antes, porque nunca la globalización fue tan potente. Urge abandonar las redes sociales que crecen a base de fomentar la radicalización y el odio entre las distintas posturas políticas. Digo abandonar porque no veo un futuro cercano en el que rediseñen sus algoritmos para buscar el diálogo, ya que el odio y el enfrentamiento encendido mantiene más tiempo en esas redes a sus usuarios.
–¿Es optimista sobre el futuro? ¿Cómo piensa que estarán nuestros paisajes dentro de veinte o treinta años?
–Soy optimista si pienso que aceptaremos decrecer de tanto consumo superfluo y mirar países con un índice de desarrollo humano próximo al nuestro, pero con un impacto ambiental mucho menor. Hay una lección ahí. Pero tengo dudas de que el común de las personas acepte algo así si no es impuesto. Los paisajes futuros son algo poco previsible, el cambio climático está alterando el clima y el caos puede hacer evolucionar todo de modo muy distinto a las previsiones. Lo iremos viendo.
–¿Cuidan mejor las nuevas generaciones del medio ambiente?
–No les queda otra, o lo hacen o sus opciones de una vida digna irán desapareciendo. Por los montes veo mucho resto de botellón, pero también hay jóvenes que salen a recoger basura, a disfrutar de la naturaleza, a hacer deporte, a repoblar. Por cierto, encuentro por los campos cosas que no han tirado las nuevas generaciones: colchones, muebles viejos, electrodomésticos y escombros, ahora que es más fácil que nunca desprenderse de todo eso.
–¿Cuál es su rincón natural de la Región de Murcia preferido?
–Me falta mucha Región por conocer, por lo que me quedo cerca y diré dos: la Sierra Salinas y El Carche [en el Altiplano].
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