Adrián Gutiérrez: «Es triste comprobar por qué el medio ambiente está de moda»

-¿Hay algo que ligue la sensibilidad musical con la sensibilidad con el medio ambiente?

-Hace un tiempo leí sobre un estudio que llegó a la conclusión de que la gente que mantenía una conversación sobre el espacio, las estrellas, la vida extraterrestre y, en general, lo insondable del medio ambiente que nos rodea, tiene en las horas siguientes un aumento de la inspiración y la creatividad. Me llamó poderosamente la atención porque lo había experimentado previamente. Desde siempre me he sentido fascinado por la capacidad que tiene la vida de abrirse en los terrenos más hostiles, de crear mundos de la nada. Esa inmensidad inabarcable me ha resultado siempre una fuente de inspiración y creatividad brutal.

-¿Cómo surgió su preocupación por la naturaleza?

-Mi hermano y yo estudiamos la Licenciatura en Ciencias Ambientales muy encaminados por nuestro padre, que es un jubilado de la docencia que sigue incansable en su tarea de divulgación científica, sobre todo en cambio climático. Así que el medio ambiente siempre ha sido un tema central en mi familia. Aún recuerdo las famosas 'preguntas de inteligencia' que mi padre nos hacía a mi hermano y a mí para amenizar los viajes, y que casi siempre trataban de biología. También recuerdo ver de muy pequeño la gran serie 'Cosmos', del inigualable Carl Sagan. Así que no hay un inicio conciso, simplemente siempre ha estado ahí.

-¿Forma parte activa de alguna organización conservacionista?

-He colaborado varias veces con asociaciones, pero no pertenezco activamente a ninguna. Desde Nunatak tuvimos la suerte de sacar hace un par de años la iniciativa de la 'entrada verde' junto a ANSE [Asociación de Naturalistas del Sureste]. Ofrecíamos a los asistentes a nuestros conciertos que pagasen dos euros más para apoyar un proyecto de conservación y protección del Mar Menor. Queríamos aportar nuestro granito de arena a ayudar a ese espacio unos años antes de la desgracia de estos últimos meses. Siempre se ha menospreciado desde los poderes públicos en la Región el trabajo y la opinión de los científicos y las asociaciones naturalistas, ya sea en temas de urbanización, sobre la problemática con el agua o acerca del Mar Menor. Me resulta muy triste que hayamos dado lugar a una catástrofe como la acontecida en el Mar Menor para que se les empiece a escuchar.

-¿Se percibe su compromiso con la naturaleza en la música que hace?

-Me gusta pensar que sí, desde acciones concretas como la de la 'entrada verde', a otras como las letras, nuestra forma de expresarnos o incluso nuestro 'merchandising', que incluye camisetas de algodón ecológico y comercio justo. En fin, intentamos ser honestos y coherentes con nuestros principios, y dejarnos inspirar por la naturaleza y nuestra voz y nuestras reflexiones en forma de historias y canciones.

-¿Algún espacio natural favorito de la Región para inspirarse?

-La verdad es que tengo muchos. Me cuesta elegir. Creo que me quedaría con los ríos y las pozas de nuestra Región. Son pequeñas joyas que siempre están a la sombra de las flamantes playas que no suelo disfrutar igual.

-¿Qué tienen de especial?

-Me producen una sensación de armonía y paz. Cuando camino por el lecho de un río o me baño en una poza, siento que vuelvo a ser parte de la naturaleza. Con el estilo de vida que llevamos cuesta no sentirse ajeno, un extraño. Y volver a estos rincones me ayuda a reconciliarme con ella.

-Que aumente la preocupación social por el medio ambiente, ¿es buena señal o se debe a que percibimos que hay que hacer algo porque cada vez estamos peor?

-Creo que es un poco de ambas. Es bueno ver que el medio ambiente está de moda, pero es triste comprobar el porqué. La realidad es que décadas de trabajo duro por parte de poderes e intereses egoístas hasta la autodestrucción han dado su fruto y vamos tarde, muy tarde. Pero veo esperanza en la generación que ahora roza la mayoría de edad. La iniciativa 'Fridays for future' es un soplo de aire fresco en un movimiento ecologista duramente denostado durante décadas por campañas multimillonarias. El marketing nos ha vendido con éxito la idea de que nos limitemos solamente a comprar mucho, comprar barato, consumirlo rápido y compulsivamente porque algo nuevo y reluciente está al caer. Comprobar que gente tan joven es capaz de levantarse y exigir un cambio por todo el mundo es emocionante.