Ventura Valero: «Recorrer la costa desde San Pedro hasta Águilas es un lujo»

–Para usted el senderismo va un poco más allá de dar algún paseo de vez en cuando, ¿no?

–Es una forma de vida. El esfuerzo físico y el disfrute visual y sensorial te hacen más llevaderos los problemas de la semana y te mantiene físicamente bien. También sirve de acicate para conocer nuevos sitios que te satisfagan física y espiritualmente.

–¿De dónde viene esa pasión por pateárselo todo?

–Creo que va un poco en los genes. Al nacer en un pueblo pequeño sin grandes infraestructuras deportivas, culturales o de ocio, y teniendo al alcance de la mano la Peña del Águila y todo el Parque Regional de Calblanque y Cenizas, fue fácil la decisión. También pudo ayudar que en la mili me destinaron a los Cazadores de Montaña, en Pamplona, y seguramente cogí ese duende pateando los Pirineos.

–¿A dónde se puede llegar andando? ¿A dónde ha llegado usted caminando?

–'Pole pole' es una frase suajili que nosotros utilizamos mucho en la montaña y se puede traducir por 'poco a poco', 'despacio', 'sin prisas'... Viene a ser hasta una filosofía de vida. Partiendo de la premisa de saber decir no, que habrá más días, cuando las condiciones no son las adecuadas y pueden generar peligro evidente, con el 'pole pole' aplicado al día a día podemos llegar muy lejos. Cerca tenemos muchos sitios, y algo más lejos hemos hecho travesías, normalmente de una semana, por la Sierra de la Tramontana (Mallorca); la Ruta Vicentina, en Portugal; el río Segura desde su nacimiento hasta su desembocadura; los Pirineos; las Alpujarras; la Sierra de Segura; Ordesa, etc. Una de las más bonitas y duras, por las condiciones meteorológicas adversas, fue el Caval del Vent, en el pre-Pirineo. Los senderos también nos han llevado a las cumbres más importantes del Atlas, en Marruecos, a la cumbre del Etna, en Sicilia, a los Alpes, donde el más espectacular es el Tour del Montblanc. Una auténtica maravilla. Unos meses antes del inicio de la pandemia llegamos al Campo Base del Everest. Pese a la publicidad negativa por las aglomeraciones para ascender a su cumbre, los que no lo pretendíamos disfrutamos en grado superlativo del Himalaya.

–¿Qué ha visto digno de mencionarse en sus periplos?

–Cuando te encuentres de camino a Itaca, desea que sea largo el camino, lleno de aventuras, lleno de conocimiento, decía Constantino Cavafis. Quizás los europeos, a veces, nos quedamos con la anécdota, con la visión de niños que, sin tener prácticamente nada, a ojos nuestros, son felices, muy felices.

–Cuando tratan de meterle prisa en su trabajo en el Ayuntamiento de Cartagena, ¿repite mucho lo del 'pole pole'?

–Eso intento pero en este mundo del Facebook y el Twitter, que cualquier decisión o solución tiene que ser de respuesta inmediata, no creo que, a veces, sea lo más aconsejable. En ocasiones hay que elevarse para evitar que el árbol que tenemos delante nos impida ver el bosque y tomar decisiones con tranquilidad y a largo plazo.

–¿Cómo estamos en senderismo en la Región?

–Creo, honestamente, que en esta Región llevamos lustros de retraso con respecto al senderismo, a los senderos, su divulgación, promoción, concienciación, mantenimiento, etc. De nada vale homologar un sendero y que al cabo de un poco tiempo las señales estén caídas, las marcas se hayan borrado y, lo que es más importante, que el uso y la erosión propios del paso del tiempo y los efectos de la climatología los conviertan en peligrosos. También debemos ser respetuosos con la naturaleza y no dejar marcas en senderos que creemos que nadie conocía. Las señales están homologadas y la Federación autoriza su uso. Pediría además que se regulen los usos de caminos y senderos, porque a día de hoy hay multitud de bicicletas eléctricas de enduro que se meten por cualquier sitio y, lo que es peor, hay que ver cómo bajan.

–El respeto por el medio ambiente de los senderistas, ¿se hace caminando o es el camino el que se hace porque uno ya viene conservacionista de casa?

–La educación no solo se recibe en los colegios, también en casa, con las amistades... Pues igual ocurre en el monte, si yo no tiro un papel en mi casa o en la calle, ¿por qué lo voy a tirar en el monte? A veces también ocurre que la buena intención es mucha pero, por ejemplo, está muy extendida la creencia de que una cáscara de plátano o naranja es biodegradable, y es cierto, pero hay que pensar qué ocurre si lo hacemos un grupo de veinte.

–Cuando vuelve sobre senderos años después, ¿cómo encuentra los paisajes, mejor que antes o se están degradando?

–Si hay un mantenimiento y un respeto al medio no tiene por qué haber degradación. Por poner un ejemplo, en Canarias tienen muy claro que no solo de sol y playas viven sus hoteles y miman sus senderos. A mí me da envidia.

–¿Cuál es el mejor espacio de la Región para ser pateado?

–Aquí no voy a ser objetivo, lo siento, creo que los de la costa jugamos con ventaja y recorrer de forma continuada o por etapas el GR 92, Sendero Mediterráneo, desde el Mojón en San Pedro hasta Cuatro Calas en Águilas es todo un lujo. Pero si tengo que concretar y elegir, y más ahora con estos calores, me quedaría con Calblanque.