Eloy Celdrán: «Debemos lograr la integración de la agricultura y el medio ambiente»
«El Mar Menor ha sido muy estudiado, pero no la línea de costa y los terrenos adyacentes»
Desde hace más de 35 años, Eloy Celdrán (Cartagena, 1959) trabaja en la agricultura intensiva del Campo de Cartagena, en el que ha contribuido a ... crear la Comunidad de Regantes Arco Sur Mar Menor. Se trata de una entidad singular que ha sido capaz de sacar adelante su propia planta desalobradora, habilitada para tratar 28.000 metros cúbicos cada día. Su preocupación por cuidar el medio ambiente del que, al fin y al cabo, se sirve en su actividad, le ha llevado a implicarse en distintas actuaciones de reforestación de terrenos agrarios, de captación de aguas pluviales y corrección de escorrentías para prevenir la erosión, de implantación de barreras vegetales de protección en terrenos agrícolas y de reducción de residuos y valorización de rechazos provenientes de la desalación de aguas para riego.
–Agricultura y medio ambiente han debido caminar tradicionalmente de la mano. ¿Qué ha pasado para que ahora en determinados ámbitos se vea un divorcio entre ambos?
–Creo que fundamentalmente se debe a la prohibición y erradicación de soluciones tecnológicas para la corrección de impactos en la agricultura. A esto se suma la subsiguiente imposición de la aplicación, en exclusiva, de soluciones basadas en la naturaleza, a veces con resultados no tan eficientes como algunas alternativas que aplican tecnologías más avanzadas. En muchas ocasiones esto se produce por la aplicación inexorable del principio de 'cambio de modelo productivo'.
«La actividad agraria tiene un futuro muy incierto en la Región de Murcia»
–En su caso, ¿cómo apoya a la conservación del medio ambiente?
–Participamos en asociaciones cuyo objeto es la mejora y preservación de los recursos naturales. Por ejemplo, la Asociación Paisaje y Agricultura sostenible, con el objetivo de la implantación de setos como barreras multifuncionales para albergar insectos beneficiosos, la protección de suelos y el fomento de la biodiversidad. Participamos en el Proyecto Europeo Life Desirows, que persigue obtener, mediante el uso de energías renovables, un residuo sólido de las salmueras procedentes de la desalación de agua de riego, al tiempo que se valorizan los residuos obtenidos. Otra iniciativa pasa por la construcción de balsas para la prevención de inundaciones, entre otras.
–¿Su conciencia medioambiental le ha despertado una mayor sensibilidad por la sostenibilidad agraria o es su preocupación por el futuro de la agricultura lo que le ha despertado su sensibilidad medioambiental?
–Durante años he ejecutado diversas repoblaciones forestales en terrenos agrarios, he corregido escorrentías, he realizado estructuras de captación de aguas pluviales y he aplicado técnicas de cultivo con miras a la conservación de suelos agrarios. Todo esto lo he realizado desde antes del año 2000, lo que demuestra que la sensibilidad por la sostenibilidad fue anterior. También he estado convencido de la necesidad de la circularidad aplicada al uso de los recursos empleados en agricultura.
–¿Vamos por buen camino para la recuperación del Mar Menor?
–Creo que no del todo mientras no se aborden, además de la agricultura, las causas de la contaminación con origen en el desmedido urbanismo intensivo en el entorno de la laguna y, en particular, el deficiente estado de las redes de saneamiento. Quizás también sería necesaria una revisión y, en su caso, una corrección de la ordenación del territorio del Campo de Cartagena para mejorar la infraestructura hidráulica al efecto de evitar en lo posible el daño producido por las avenidas después de grandes lluvias, que se piensa que van a ser más frecuentes en el futuro.
–¿Qué solución aún no se ha ensayado para el Mar Menor y debería llevarse a cabo?
–A mi entender, la laguna ha sido estudiada y monitorizada exhaustivamente. En cambio, las zonas de transición, es decir, la línea de costa y sus terrenos adyacentes, lo han sido mucho menos, si bien es esta zona donde se produce la mayor entrada de nutrientes. En cuanto a soluciones específicas, debería trabajarse de forma muy activa en controlar y evitar el drenaje de aguas procedentes del acuífero costero e inclusive de las aguas de las fugas de la red de saneamiento, en tanto en cuanto ésta no sea reparada y estanqueizada. Con todo ello se podría evitar la mayor parte de las entradas de nutrientes a la laguna.
–¿Cómo ve la agricultura y el medio ambiente de la Región dentro de 20 años?
–La agricultura tiene un futuro muy incierto, ya que las medidas de control que se aplican ahora y en el futuro conllevan una serie de limitaciones a la producción agraria que, dados sus costes en el Campo de Cartagena, puede reducir su rentabilidad hasta el límite de su inviabilidad. En cuanto al medio ambiente, claramente mejorará por la conciencia social, en aumento en esta materia, y a la aplicación de la Agenda 2030. No obstante, se plantean algunas dudas, como la implantación masiva de instalaciones de energías renovables en general.
«La instalación masiva de plantas de energías renovables plantea algunas dudas»
–¿De qué no tenemos aún la suficiente conciencia?
–Si me permite, más que en lugar de aprender, me centraría en qué tenemos que avanzar. En primer lugar, debemos mejorar la conciencia ambiental, en el sentido de compatibilizar la actividad agraria con el desarrollo y la mejora del medio ambiente, con el fin de conseguir la máxima integración de ambas actividades. En segundo lugar, hay que insistir en que el entorno medioambiental es un gran valor en sí mismo y necesita un mayor cuidado y respeto. No es solamente un lugar de esparcimiento y de práctica de deportes.
–¿Cuál es su rincón natural favorito de la Región de Murcia?
–Los Picos de Barrionuevo en la Sierra de la Fausilla y el Cabo Tiñoso en La Azohía. Y, sobre todo, el Mar Menor.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión