Lokímica cofirma un estudio que redefine el origen del mosquito urbano
N. E.
Murcia
Martes, 28 de octubre 2025, 22:44
Un estudio internacional publicado en 'Science' y cofirmado por el equipo profesional de Lokímica ha permitido redefinir el origen del 'mosquito urbano': no surgió en túneles recientes, sino que acumula adaptaciones urbanas desde hace siglos, con origen probable en Oriente Medio.
La urbanización está remodelando rápidamente los paisajes de todo el mundo, lo que plantea preguntas sobre si los animales y las plantas pueden adaptarse y con qué rapidez. 'Culex pipiens form molestus', más comúnmente conocido como el mosquito del metro de Londres, se ha considerado un punto de referencia para la velocidad potencial y la complejidad de la adaptación urbana. Se supone que este linaje intraespecífico dentro de 'Cx. pipiens s. s.' ha desarrollado mordeduras humanas y un conjunto de otros comportamientos adaptativos humanos en los subterráneos y sótanos del norte de Europa en los últimos 200 años. Form molestus ocupa un lugar destacado en los libros de texto, así como en las revisiones académicas de la adaptación urbana. Sin embargo, la hipótesis de la evolución urbana in situ nunca ha sido rigurosamente probada.
Además de generar una forma enigmática que pica a los humanos, el mosquito urbano es uno de los vectores más importantes de enfermedades transmitidas por mosquitos en las regiones templadas de todo el mundo. La forma ancestral de 'Cx. pipiens' es la picadura de aves y sirve como un vector importante del virus del Nilo Occidental (VNO).
Los investigadores de Lokímica han secuenciado los genomas completos de 350 mosquitos 'Cx. pipiens' contemporáneos e históricos de 77 poblaciones dispersas por Europa, África del Norte y Asia occidental y utilizamos el análisis genómico de poblaciones para inferir la historia evolutiva de molestus. Los estudios de estructura de población, intercambio de alelos derivados, filogenia y coalescencia cruzada muestran que molestus no podría haber evolucionado en hábitats urbanos subterráneos durante los últimos 200 años. En cambio, se adaptó por primera vez a los entornos humanos hace >1.000 años en el Mediterráneo o Oriente Medio, muy probablemente en el antiguo Egipto u otra sociedad agrícola temprana.
Los datos genómicos obtenidos también proporcionan una revisión importante de la comprensión del flujo genético entre las formas que muerden aves y mamíferos. Así, las firmas genéticas que los investigadores atribuyeron previamente a la hibridación entre formas reflejan la variación ancestral dentro de las poblaciones que muerden a las aves. Después de corregir esta variación, podemos ver que la verdadera hibridación es menos común de lo que se creía anteriormente y está asociada con la densidad de población humana, un indicador de la urbanización.
El trabajo desacredita uno de los ejemplos más citados de adaptación urbana rápida. En lugar de comparar la velocidad y la complejidad de la evolución urbana, esta historia actualizada destaca el papel de la sociedad humana primitiva en la preparación de taxones para la colonización de entornos urbanos modernos. El trabajo abre la puerta a una investigación incisiva de los posibles vínculos entre la urbanización, la hibridación y el contagio de arbovirus a los humanos.