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El 'Alakrana', seguido de los piratas, momentos antes del secuestro. Reuters
Diez años del 'Alakrana': un rescate polémico y más seguridad

Diez años del 'Alakrana': un rescate polémico y más seguridad

La Audiencia Nacional dictaminó que el Gobierno pagó los 2,5 millones de la liberación del barco vasco, en el que había 16 marineros españoles

Álvaro Soto

Madrid

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Miércoles, 2 de octubre 2019, 06:33

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Han pasado diez años desde aquel 2 de octubre de 2009, cuando el atunero 'Alakrana', con sede en el puerto vizcaíno de Bermeo, fue secuestrado a las cinco de la mañana mientras faenaba a 120 millas de la costa del sur de Somalia. La piratería marítima en el Cuerno de África era una amenaza casi diaria, y el barco había conseguido evitar un ataque previo, pero en la segunda ocasión, no tuvo tanta suerte.

Los 46 tripulantes del pesquero, entre los que había 16 españoles (ocho gallegos, siete vascos y un andaluz), además de otros treinta de diferentes nacionalidades, quedaron a merced de un grupo de piratas y la preocupación se trasladó a España, con el añadido de que las comunicaciones con el 'Alakrana' quedaron cortadas.

La respuesta española no tardó en llegar. La fragata Canarias, que navegaba por las aguas del Índico para incorporarse a la 'operación Atalanta', una misión de la Unión Europea para luchar contra la piratería, intervino de inmediato y aunque no pudo liberar el barco, sí logró capturar a dos filibusteros que habían salido del pesquero en un esquife.

Las detenciones de Abdu Willy (durante semanas se investigó si era menor de edad) y Raageggesey Hassan Aji, trasladados a la Audiencia Nacional, complicaron aún más un caso que se convirtió en un dolor de cabeza para el Gobierno.

47 días

Los 47 días que duró el secuestro estuvieron llenos de angustia. Los marineros españoles sufrieron vejaciones, humillaciones y golpes. También conocieron de cerca la situación de otro barco secuestrado, el Ariana MV, donde faltaban medicamentos y una mujer y una niña habían sido violadas en múltiples ocasiones.

Los piratas también aseguraron que habían desembarcado a tres tripulantes y amenazaron con matarlos o con entregarlos a las familias de los piratas detenidos en España, todo con el objetivo de presionar al Gobierno español, que ya se había puesto en marcha para buscar una solución.

Arriba, la tripulación del barco. Familiares de los secuestrados. Abajo, concentración en Bermeo.
Imagen principal - Arriba, la tripulación del barco. Familiares de los secuestrados. Abajo, concentración en Bermeo.
Imagen secundaria 1 - Arriba, la tripulación del barco. Familiares de los secuestrados. Abajo, concentración en Bermeo.
Imagen secundaria 2 - Arriba, la tripulación del barco. Familiares de los secuestrados. Abajo, concentración en Bermeo.

El juicio en la Audiencia Nacional arrojó luz sobre los detalles del caso. Abdu Willy y Raageggesey Hassan Aji fueron condenados a 439 años por el secuestro de los 36 tripulantes, además de una indemnización de 100.000 euros a cada uno de los tripulantes. Pero el verdadero debate fue político: ¿pagó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el entonces presidente, un rescate a los piratas para que los marineros fueran liberados?

La figura clave para el rescate fue la de un oscuro mediador bautizado como 'Pepe, el de los misterios'

El Ejecutivo lo negó siempre, pero la sentencia de la Audiencia Nacional dictaminó que se pagó un rescate de 2,5 millones de euros. «El resultado de la prueba practicada en el acto del juicio ha demostrado, sin duda alguna, que no ha sido la empresa armadora, sino organismos públicos vinculados al Gobierno español, quienes han satisfecho la cantidad que se ha abonado por la liberación de los tripulantes y del propio pesquero», reza el fallo. Pero el juez Pedraz no investigó más sobre el rescate al no obtener, según alegó, datos suficientes.

La figura clave para el rescate fue la de un oscuro mediador bautizado como 'Pepe, el de los misterios', que gestionó la negociación con los piratas desde la Embajada de España en Nairobi (Kenia). Así lo desveló el patrón del barco, Kepa Etxebarria, en la vista oral en la Audiencia Nacional.

El secuestro del 'Alakrana' fue un punto de inflexión en la lucha contra la piratería. Desde entonces, los barcos incluyeron seguridad privada, y sobre todo, la presencia de las fuerzas internacionales ha logrado reducir drásticamente las actividades ilegales relacionadas con la piratería. Según el Estado Mayor de la Defensa de España, de alrededor de 250 ataques contra buques a prácticamente cero en la actualidad.

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