La política regional vivió ayer uno de los episodios más ridículos e insólitos que se recuerdan, tanto en las formas como en el fondo. Tras ... desvelar LA VERDAD en primicia que la Comunidad, en cumplimiento de la ley, había iniciado los trámites para la compra de viviendas destinadas a acoger a menores migrantes –entre ellos los alojados ahora en el centro de Santa Cruz que cerrará tras el verano para cumplir el acuerdo de Presupuestos con Vox–, los líderes del partido ultraconservador en España y la Región, Santiago Abascal y José Ángel Antelo, montaron en cólera en las redes sociales y amenazaron al PP con tumbar finalmente las Cuentas de 2025 si no daba marcha atrás. Nada nuevo bajo el sol, era lo esperado de una formación que antepone la lucha contra la inmigración ilegal a la defensa de los derechos humanos y que insiste reiteradamente en relacionar criminalidad y delincuencia con la llegada de 'sin papeles', por mucho que los datos reales no sostengan este argumento.
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Lo que resultó sorprendente fue la reacción casi inmediata de la consejera de Política Social, Conchita Ruiz, reculando y plegándose a las exigencias de Vox con una declaración, también en redes, que causa cierto bochorno por la carga humillante que entraña. «La Comunidad revoca la orden por la que se contemplaba la adquisición de viviendas para la acogida de menores extranjeros no acompañados. Rectificar es de sabios. No volverá a suceder». ¿Cómo? ¿Era necesario envainársela, menos aún de esta manera, solo horas después de declarar a este periódico que la adquisición de viviendas respondía a que «seguimos avanzando en nuestra estrategia de nuevo modelo»?
Nadie discute que la aprobación de los Presupuestos es necesaria, pero no a cualquier precio. Consejera, como usted dice, rectificar es de sabios. Pues eso.
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