Otro tren por delante de Patricia Fernández
La alcaldesa de Archena, que no ha logrado en Génova el apoyo que buscaba para dar el vuelco en el PP, ya estuvo cerca del liderazgo en otras ocasiones
La alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, vio esta semana cómo sus opciones para liderar el PP de la Región, que ya de por sí parecían ... remotas, se esfumaban tras la intervención del vicesecretario de Organización nacional, Miguel Tellado, en la Junta Directiva Autonómica, donde dejó claro que Génova no contempla a corto plazo otra opción distinta a la de Fernando López Miras presidiendo el partido y encabezando la candidatura autonómica en las elecciones de 2023.
Patricia Fernández ya sabía que Alberto Núñez Feijóo no estaba por la labor de montar una revolución en Murcia, por muy amigo que López Miras sea de Pablo Casado y Teodoro García Egea, y por mucho que ella se desplazase a Madrid en varias ocasiones para intentar convencer a la cúpula nacional de la necesidad de cambiar de rumbo en la Región.
Ella misma admitió a sus colaboradores más estrechos que no tenía el respaldo de Génova en una videoconferencia celebrada recientemente. En el mismo foro habría anunciado que no se presentaría al cónclave regional, para el que lleva preparándose dos años, aunque no lo haya reconocido nunca de forma oficial.
Aunque tiene hasta las 19 horas de este miércoles, 22 de junio, para reunir 90 avales de afiliados y formalizar su candidatura (no se le ha prohibido nada, porque los estatutos lo impiden), en su entorno se da por hecho que renunciará a plantear batalla. Su decisión definitiva se anunciará a principios de esta próxima semana, cuando ya hayan concluido las fiestas del Corpus en el municipio que le han tenido ocupada en los últimos días.
Si al final pliega las velas, la llamada 'Ayuso murciana' verá cómo pasa por delante de ella el tercer tren para convertirse en líder de los populares de la Región. Porque esta posibilidad no es algo de esta legislatura, sino que lleva tiempo sonando.
En medio de PAS y Garre
La primera vez que su nombre salió a la palestra fue a finales de 2014 y comienzos de 2015, cuando Pedro Antonio Sánchez, el candidato que quería el partido, estaba imputado y los populares estaban dispuestos a recurrir a cualquier opción para impedir que Alberto Garre, entonces presidente de la Comunidad, fuera el cabeza de lista electoral.
PAS fue desimputado, encabezó la candidatura popular en 2015, ganó las elecciones y fue elegido presidente gracias al apoyo de Ciudadanos. Pero la tranquilidad duró poco, pues a los dos años de legislatura se vio obligado a dimitir acosado por dos causas judiciales. También aquí se planteó la posibilidad de que Patricia Fernández fuera su sucesora. Además de alcaldesa de Archena, era diputada en la Asamblea Regional, por lo que estaba en condiciones de convertirse en presidenta de la Comunidad.
Sus colaboradores más cercanos ya la oyeron decir que no se presentará al congreso regional, aunque esperan que comunique su decisión definitiva a principios de esta próxima semana
Pero otra vez el PP apostaba por otra persona, en este caso Fernando López Miras. La operación se vio como una maniobra de Pedro Antonio Sánchez para dejar su sillón a alguien de su total confianza y de perfil discreto como López Miras, para que cuando se archivaran sus procedimientos en los tribunales, algo que se esperaba que ocurriera en el corto plazo, volver al palacio de San Esteban por todo lo alto. También es cierto que, por aquella época, PAS se había distanciado de Ramón Luis Valcárcel y a Fernández siempre le acompañó la fama de persona cercana al histórico líder popular.
Al lado de su antiguo amigo
No pareció tomarse mal Patricia Fernández la elección de su compañero, al que conoce desde los tiempos de Nuevas Generaciones. En la primera comparecencia de López Miras como candidato a la investidura, que tuvo lugar en el Patio de los Ayuntamientos de la Asamblea Regional (ahora reconvertido en salón de plenos), el actual jefe del Ejecutivo estuvo arropado por la alcaldesa y por el entonces portavoz parlamentario, Víctor Martínez.
Pero la mochila judicial nunca abandonó a Sánchez, que en septiembre, cinco años después de iniciarse la instrucción, se sentará en el banquillo por el caso del auditorio de Puerto Lumbreras. Miras se consolidó en San Esteban, se hizo con la presidencia del PP regional en el congreso de 2018 e incluyó a Patricia Fernández en el núcleo duro de su Comité Ejecutivo, al frente de la vicesecretaría de Comunicación.
El portazo a Teodoro
Nadie en el PP regional es capaz de decir cuándo ni cómo se torcieron las cosas entre Fernando López Miras y Patricia Fernández. Hay otra foto en la que el presidente y Teodoro García Egea levantan sus brazos durante su presentación como candidata a la alcaldía de Archena en mayo de 2019, cuando obtuvo su tercera mayoría absoluta consecutiva. Además, Miras y Egea le propusieron reintegrarse en el núcleo duro del partido en la remodelación realizada después de la moción de censura. Ella reconoció que rechazó el puesto porque no le explicaron bien su cometido.
De hecho, todavía ahora, con todo el ruido generado en los últimos meses, es complicado encontrar voces entre los pesos pesados del PP en la Región que hablen mal de Patricia Fernández, ni en su faceta política ni en la personal. Sí que se critica a algunas personas que creen que le han estado aconsejando, supuestamente viejas glorias del PP que no asumen que su tiempo en primera línea llegó a su fin.
En cualquier caso, las buenas palabras hacia la regidora archenera continúan y se asegura que nadie tiene intención de prescindir de ella. No se descarta que, si ella quiere, pueda entrar en la lista a la Asamblea, aunque eso sería peligroso para Miras, pues en Vox deslizan que, en caso de que haya que pactar tras los comicios, podrían pedir al PP que presentara otro candidato de entre sus diputados. Así a que, pese a la mala conexión ferroviaria de la Región, aún es posible que queden trenes para Patricia.
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