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El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Totana ha abierto juicio oral contra Johan S., el adolescente que confesó haber acabado con la vida de su exnovia, Claudia ... , de 17 años, en Totana en febrero de 2022. Será un jurado popular el encargado de decidir la suerte del joven, para el que la Fiscalía reclama hasta 25 años de prisión por un presunto delito de asesinato consumado, perpetrado con alevosía y ensañamiento, con las agravantes de parentesco y por razón de género. La acusación particular, que ejerce el abogado Raúl Pardo-Geijo en nombre de los padres y hermanos de la víctima, remarca «la voluntad de dominación machista que presidió el ánimo del crimen» y solicita la misma pena.
Este paso, que coloca al joven a un paso del banquillo, se produce unas semanas después de que la defensa del procesado solicitase una nueva declaración de Johan S. ante el instructor. En ella, el acusado recalcó nuevamente que no cometió el crimen guiado por una motivación machista e hizo hincapié en que «estaba fuera de mí», según explicaron fuentes cercanas al caso.
Con la apertura de juicio oral, será ahora un tribunal popular el que, en una vista ante la Audiencia Provincial, deberá aclarar cómo sucedió el crimen. Este grupo de nueve ciudadanos tendrán que pronunciarse sobre si, como sostienen las acusaciones, ambos habían sido novios desde noviembre de 2020 hasta diciembre de 2021, pero en ese periodo las rupturas eran continuas debido al «carácter posesivo, inseguro, controlador y celoso» de Johan.
El jurado tendrá que estudiar si aquel 8 de febrero de 2022 Johan, en ejecución de un plan preconcebido, comenzó a hablar con su exnovia para convencerla de que acudiese a su casa «con el mendaz pretexto de devolverle ciertas pertenencias que esta pudiera haber dejado en su domicilio». Los ciudadanos deberán, además, determinar si, como sostiene la Fiscalía, «el acusado eligió el lugar donde iba a cometer el ataque (trastero), seleccionó la hora (sobre las 16 horas) y preparó el cuchillo con el que perpetrar la agresión, escogiendo uno al que tenía especial aprecio por tratarse de un regalo procedente de una relación anterior que presentaba forma de pluma estilográfica».
El Ministerio Público y la acusación particular recogen, en sus escritos de conclusiones, que la menor falleció tras recibir hasta 79 puñaladas en diversas zonas de la espalda, del cuello, los brazos, el abdomen, los glúteos y la cara. Subrayan que Johan S. incrementó «el sufrimiento de la menor causándole padecimientos innecesarios para conseguir su objetivo», un hecho que también tendrá que ser analizado por el tribunal popular una vez que se fije fecha para este juicio. En su escrito, el juez ordena que el acusado continúe en prisión provisional a la espera de la vista.
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