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El Servicio Murciano de Salud (SMS) afronta una situación financiera crítica. El interventor general de la Comunidad, David Rodríguez, advirtió la semana pasada en ... la Asamblea Regional de que el mantenimiento de la sanidad pública se hace «insostenible» a largo plazo si no se corrige el desequilibrio entre el elevado gasto sanitario y una financiación insuficiente. Durante su comparecencia, analizó datos correspondientes a 2018 y 2019. Las cifras, a día de hoy, son mucho más preocupantes. El SMS acumula un déficit contable de 3.621 millones de euros, según recoge la Cuenta General de la entidad a cierre de 2023. Solo en ese último año se generaron otros 752 millones de déficit. Son números que baten todos los récords.
La infrafinanciación del SMS es un problema estructural. Está ahí desde el nacimiento de este organismo con las transferencias sanitarias, pero el descuadre en las cuentas se ha acelerado con los años. Desde 2020, cuando irrumpió la pandemia, el déficit acumulado se ha duplicado, pasando de 1.701 millones de euros en 2020 a 3.621. La crisis sanitaria por la covid es un factor importante, pero coyuntural. Los desequilibrios entre presupuesto y gasto son anteriores.
«Llueve sobre mojado. Los sucesivos directores gerentes del SMS han ido poniendo de manifiesto el problema. Siempre que se inicia un ejercicio, ya se sabe que el presupuesto va a ser insuficiente y se termina generando una desviación del 30% que es sistemática», advierte el catedrático José María Abellán, del grupo de Economía de la Salud de la UMU. Este desequilibrio entre gastos e ingresos vía presupuestos es en la Región de Murcia muy superior al que se registra en otras comunidades. «Estamos hablando de una desviación que es doce o trece puntos mayor en la Región», explica Abellán.
132% es el incremento
de la deuda con los proveedores experimentado desde 2021.
752 millones
es el déficit contable generado por el SMS en el último ejercicio.
El también catedrático del Grupo de Economía de la Salud Fernando Ignacio Sánchez cifra en «entre 800 y 1.000 millones de euros» la inyección adicional que necesitaría el SMS todos los años para acabar «con este problema recurrente». Pero, recuerda, «esto choca con la insuficiencia de recursos en la hacienda regional».
La Consejería de Salud culpa de la asfixia financiera que sufre el SMS al modelo del sistema de financiación de 2009. El cambio aprobado ese año «empieza a notarse en las cuentas de 2012 y, a partir de ahí, se ha ido generando déficit para atender las necesidades sanitarias de los ciudadanos», subrayan desde este departamento. El coste de esta atención «está muy por encima de lo que se recibe por parte del Gobierno de España». La Región de Murcia «recibe una media de 650 millones de euros menos de lo que necesita para mantener la sanidad, la educación y la política social, y lógicamente esa merma de recursos incide en las cuentas», destaca la Consejería.
Si se dividen los resultados negativos en todo el periodo de 2012 a 2023 «vemos que sale un desfase medio de 296 millones de euros al año». La Consejería concluye que es necesaria la reforma del modelo de financiación.
Diversos estudios coinciden en que la Región de Murcia es, junto a la Comunidad Valenciana, la más maltratada por el actual sistema de financiación autonómica. Así lo señalan, entre otros, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
Pero, en 2012 y en los años posteriores, a la infrafinanción se sumaron los efectos de la crisis que había estallado en 2008 y que derivó en una política de recortes presupuestarios por parte de los ejecutivos central y autonómico. Hubo menos dinero consignado, y la deuda y el déficit del SMS se desbocaron. La puesta en marcha de herramientas como el fondo de liquidez autonómica y el plan de pago a proveedores permitieron poco después sanear la situación.
Sin embargo, los problemas de fondo seguían allí, así que el déficit y la deuda volvieron pronto a escalar. Con la pandemia, el déficit se ha disparado.
También han regresado los problemas para pagar las facturas. El Servicio Murciano de Salud (SMS) cerró 2023 con una deuda con sus proveedores de 440 millones de euros, una cifra récord que representa un incremento del 132% con respecto a 2021. Si a finales de 2022 el SMS pagaba de media a los 45 días, a cierre de 2023 la demora alcanzaba ya los 80 días. Los retrasos le salen caros a la sanidad pública regional: la estimación de los intereses de demora generados a lo largo del año pasado supera los 17 millones de euros.
La Consejería de Salud asegura que, a día de hoy, ya «no hay deuda comercial», porque estos 440 millones que se debían a empresas proveedoras de tecnología, material o farmacéuticas «se pagaron en los primeros meses de 2024». Lo cierto, sin embargo, es que esto se contradice con los datos que la patronal del sector tecnológico, Fenin, ofreció a este periódico el pasado mes de junio. En ese momento, la sanidad regional debía 104 millones a las empresas agrupadas en esta federación (se trata, por tanto, de una cifra incompleta), y la demora en el pago se había disparado a 247 días de media. La Región era, en ese momento, la autonomía que pagaba con mayor retraso a sus proveedores sanitarios, de acuerdo a la estadística de Fenin. Los 104 millones que la administración regional debía a las empresas de Fenin representaban el 9,9% de toda la deuda del Sistema Nacional de Salud (SNS) con el sector. Es un porcentaje muy elevado si se tiene en cuenta el peso demográfico de la Región en España. No obstante, Salud asegura que, a día de hoy, las facturas se abonan en una media de 60 días.
De la situación financiera del SMS viene advirtiendo reiteradamente el Tribunal de Cuentas. En su último informe de fiscalización, relativo al balance de 2021, el organismo advierte de que «los créditos aprobados en el presupuesto del Servicio Murciano de Salud se encuentran claramente por debajo de las necesidades reales para la prestación de los servicios sanitarios en la Región», lo que en esa fecha había generado un déficit acumulado pendiente de cobertura por parte de la Administración autonómica» de 2.700 millones de euros. Es una cifra superior a la que registraba el SMS en su Cuenta General de ese año.
El Tribunal de Cuentas continuaba: «El crecimiento y enorme rigidez del gasto sanitario en la Comunidad Autónoma, al igual que ha ocurrido con el resto de las comunidades autónomas, que ha sido muy superior al crecimiento de su PIB autonómico, provoca una situación financieramente insostenible a largo plazo que requiere una intervención inmediata que garantice que estos gastos puedan ser cubiertos si se persigue el mantenimiento de la calidad asistencial».
El catedrático Fernando Ignacio Sánchez coincide en señalar la insuficiente financiación que arrastra la Región de Murcia, pero recuerda también que el crecimiento del gasto sanitario público en la Comunidad «ha venido siendo superior al experimentado en el conjunto del Sistema Nacional de Salud, pese a factores como un menor grado de envejecimiento de la población». La Región de Murcia es la segunda comunidad que menos dinero por habitante ha destinado a su sistema sanitario en las cuentas de 2024, lo que contrasta con el hecho de que invariablemente se sitúa entre los territorios con mayor gasto real per cápita.
En concreto, en los Presupuestos Regionales de 2024 se consignaron 1.555,61 euros per cápita para el sistema sanitario, mientras que el gasto por persona iba ya por los 1.909 euros en 2021. Por delante de Murcia se colocaron ese año únicamente el País Vasco (2.073 euros por habitante), Asturias (1.965) y Navarra (1.941).
Es una paradoja insostenible de la que advirtió la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública (ADSP) en un informe en el que reclamó al menos 2.900 millones para la sanidad. Las cuentas públicas contemplan 2.503 millones para el SMS, la Consejería de Salud y la Fundación para la Formación e Investigación Sanitaria (FFIS) en 2024.
El grupo de Economía de la Salud de la UMU apuntaba a serias ineficiencias en un reciente informe elaborado para el Consejo Económico y Social (CES) que analizaba la situación de la Atención Primaria. Pese a un mayor gasto que en otras comunidades, el primer nivel asistencial presenta problemas de accesibilidad y peores indicadores de gestión. Por ejemplo, el 40% de los murcianos mayores de 75 años están polimedicados (consumen seis o más fármacos), lo que representa el mayor porcentaje de todas las comunidades autónomas. También la ADSP ha advertido en diversos informes de gastos ineficientes que no se traducen en una mejor salud de la población.
El Servicio Murciano de Salud llega con evidentes problemas de liquidez al cierre de 2024, lo que se ha traducido en una paralización de las ampliaciones de plantilla previstas en las estrategias de mejora de la Atención Primaria y de Salud Mental. Como adelantó LA VERDAD, Salud dejará sin crear 167 plazas y apenas tiene previsto cubrir 40 puestos, que en realidad estarán ligados al Plan de Salud Bucodental en Primaria, financiado por el Ministerio de Sanidad.
Pero las apreturas llegan también a las distintas gerencias. Satse denunció la semana pasada el «cerrojazo» en las contrataciones. Según este sindicato, apenas se están cubriendo sustituciones, pese a que el sistema sanitario se prepara para afrontar la epidemia estacional de gripe y el previsible aumento de otras infecciones respiratorias. Además, en el Rosell ha estallado la polémica por la reducción de la actividad quirúrgica a partir de diciembre y por la no sustitución de personal, lo que está provocando demoras en el PET-TAC, según denunció UGT.
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