La sequía mata 1,3 millones de árboles en la Región de Murcia y desata la alerta contra las plagas
Hay paisajes desolados en Carrascoy con 75.000 pinos destruidos; la cifra puede crecer, mientras la Consejería toma medidas contra el ataque de insectos perforadores
Es sobrecogedor el panorama que se observa en el Puerto de la Cadena, a ambos lados de la autovía. Casi un tercio de la ... masa forestal de este enclave ha sido aniquilada por la sequía severa de los dos últimos años. Son más de 75.000 árboles muertos e irrecuperables, formando manchas de tonos lóbregos y amarronados que desdibujan la siempre admirada alfombra verde de la sierra de Carrascoy. La sequía ya ha matado 1.298.000 árboles en el conjunto de las masas forestales de la Región, aproximadamente el 10% del total. Son 29.578 hectáreas afectadas, y la cifra aún puede aumentar, según la Consejería de Medio Ambiente. El control de las plagas será una prioridad a partir de septiembre para evitar que los escarabajos perforadores ataquen a los árboles debilitados por la sequía. La Consejería ha desplegado una estrategia a tres años vista para sanear y proteger la masa forestal.
Manuel Páez Blázquez, jefe de Servicio de Planificación, de Áreas Protegidas y Defensa del Medio Natural, apunta que el «panorama es duro» en el Puerto de la Cadena, y aclara que las manchas de pinos muertos no se debe a las plagas, sino al último periodo de sequía que se alargó hasta la pasada primavera. Precisa que hasta el momento tan solo el 2% de la masa forestal afectada se debe a la acción del coleóptero 'Tomicus destruens', más conocido como el barrenillo, que empieza atacando los brotes de los pinos.

Daños por sequía
en masas forestales
Zonas homogéneas de decaimiento
Superficie
forestal total
511.294 ha
Superficie afectada
29.578 ha
Daños registrados hasta la fecha:
29.578 ha y 1.298.000 pies afectados
Alto. 56% de la superficie
Medio. 31% de la superficie
Bajo. 14%
de la superficie
14
13
11
12
4
10
9
3
8
2
7
1
6
5
Franja Costera Águilas y Mazarrón
ZONA 1
ZONA2
Campo de Cartagena
Sierra del Valle y Carrascoy
ZONA 3
Murcia-Tramo bajo del Segura
ZONA 4
Valle del Guadalentín
ZONA 5
Sierra de la Almenara
ZONA 6
Sierra de la Torrecilla
ZONA 7
Lorca-Puentes-Llano de las Cabras
ZONA 8
Lorca-Pedanías Altas- Caravaca
ZONA 9
Espuña-Lavia-Burete-Cambrón
ZONA 10
Moratalla
ZONA 11
Mula-Cehegín-Salmerón
ZONA 12
Abanilla-Tramo alto del Segura
ZONA 13
Altiplano
ZONA 14
Servicio de Planificación, Áreas Protegidas y Defensa del Medio Natural, de la Consejería de Medio Ambiente

Daños por sequía
en masas forestales
Zonas homogéneas de decaimiento
Superficie
forestal total
511.294 ha
Superficie afectada
29.578 ha
Daños registrados hasta la fecha:
29.578 ha y 1.298.000 pies afectados
Alto. 56% de la superficie
Medio. 31% de la superficie
Bajo. 14%
de la superficie
14
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Franja Costera Águilas y Mazarrón
ZONA 1
ZONA2
Campo de Cartagena
Sierra del Valle y Carrascoy
ZONA 3
Murcia-Tramo bajo del Segura
ZONA 4
Valle del Guadalentín
ZONA 5
Sierra de la Almenara
ZONA 6
Sierra de la Torrecilla
ZONA 7
Lorca-Puentes-Llano de las Cabras
ZONA 8
Lorca-Pedanías Altas- Caravaca
ZONA 9
Espuña-Lavia-Burete-Cambrón
ZONA 10
Moratalla
ZONA 11
Mula-Cehegín-Salmerón
ZONA 12
Abanilla-Tramo alto del Segura
ZONA 13
Altiplano
ZONA 14
Servicio de Planificación, Áreas Protegidas y Defensa del Medio Natural, de la Consejería de Medio Ambiente

Daños por sequía
en masas forestales
Superficie
forestal total
511.294 ha
Zonas homogéneas de decaimiento
Daños registrados hasta la fecha:
29.578 ha y 1.298.000 pies afectados
Superficie afectada
ZONA 14
Alto. 56% de la superficie
29.578 ha
Altiplano
Medio. 31% de la superficie
Bajo. 14%
de la superficie
ZONA 13
Abanilla-Tramo
alto del Segura
Servicio de Planificación, Áreas Protegidas y Defensa del Medio Natural, de la Consejería de Medio Ambiente
ZONA 11
ZONA 12
Mula-Cehegín
-Salmerón
Moratalla
ZONA 4
Murcia-Tramo bajo
del Segura
ZONA 9
Lorca-Pedanías
Altas- Caravaca
ZONA 3
Sierra del Valle
y Carrascoy
ZONA 8
ZONA 10
Lorca-Puentes
a Llano de las
Cabras
ZONA 5
Espuña-Lavia
-Burete
-Cambrón
Valle del
Guadalentín
ZONA2
Campo de
Cartagena
ZONA 7
Sierra de la
Torrecilla
ZONA 6
Sierra de la
Almenara
ZONA 1
Franja Costera
Águilas y
Mazarrón
Superficie forestal
«Esperábamos algo dramático»
Explica que, afortunadamente el pasado invierno se produjo un ataque combinado de sequía y plaga, lo cual habría multiplicado los daños. «Esperábamos un escenario dramático si se concatenaba el decaimiento de los pinos con un verdadero ataque del tomicus, pero eso no se ha producido este invierno porque no ha encontrado ramillos jugosos de los que alimentarse. Era una de nuestras grandes preocupaciones, pero no ha sido así».
Los técnicos de la Consejería llevan un especial cuidado desde octubre, y sobre todo en febrero y marzo, para intentar controlar cualquier foco. «Lo hemos conseguido», apostilla Páez, «ya que de lo contrario habría sido catastrófico que detrás de la sequía tuviéramos un ataque de perforadores. En este momento, los perforadores no están atacando a los árboles, por lo que no tenemos ningún problema de plagas», enfatiza. Durante estos meses, el barrenillo estará alimentándose de los ramillos terminales de las copas de los pinos, que se han renovado con las lluvias de primavera, y si ataca lo hará después del verano.
El Servicio de Defensa del Medio Natural tiene activadas todas sus estaciones de seguimiento forestal, y también ha puesto las trampas necesarias, para tratar de cuantificar el ataque de la población de tomicus –si será masivo o en zonas puntuales– cuando llegue octubre, añade Manuel Páez. Será entonces cuando los perforadores puedan causar los mayores daños a los árboles. Querrán bajar a las cortezas, harán las perforaciones para poner larvas. Cuando hacen los túneles interrumpen el flujo de la savia y el árbol muere.
El daño más notable se debe a la sequía, que ha destruido 1,3 millones de ejemplares , que son irrecuperables, según el inventario de enero. Se están reanimando pinos decaídos pero no muertos, pero la cifra final de bajas aumentará, advierte Páez, cuando se finalice el nuevo inventario. En lo que respecta a la sierra de Carrascoy, hasta ahora están afectadas 1.728 hectáreas dentro de la parte catalogada como monte público, el 27% del total, lo cual se traduce en 75.000 pies muertos e irrecuperables, de momento.
Los montes más expuestos
Los daños van en aumento. A finales del año pasado se registraron casi un millón de árboles dañados por la sequía y las plagas, en un área total de más de 23.000 hectáreas en más de 800 manchas forestales. Ahora son más de 29.500 hectáreas, localizadas en el paraje natural de Coto Cuadros, entre Santomera y Murcia; y los parques regionales de El Valle y Carrascoy y de Sierra Espuña. Manuel Páez destaca la «alineación del Valle del Guadalentín», donde el efecto de la sequía ha sido más duro para las masas forestales. Es decir, una franja que arranca desde Lorca y Totana, y sigue por Alhama, Murcia, Santomera, Fortuna y Abanilla. «Esa alineación de las laderas que dan hacia el Valle del Guadalentín ha sufrido un ataque muy duro», recalca.
Páez subraya los impactos de episodios anteriores, en especial el de los años 2004 a 2006, en los que hubo una gran pérdida de masa y de densidad forestal.
«No hay que repoblar»
Para afrontar el desastre actual, la Consejería de Medio Ambiente tiene una estrategia a tres años vista, con unas líneas de actuación en las que juegan un papel destacado siete estaciones permanentes de control, con los ojos puestos en el próximo otoño. Hay un seguimiento de las poblaciones de perforadores adultos y su evolución en cada monte. A partir de septiembre, las brigadas forestales actuarán contra los focos de plagas que se detecten. «Los árboles que están muertos no vamos a preocuparnos en quitarlos, ya que tenemos que darle prioridad a que no haya ataques en los árboles debilitados que están vivos», puntualiza el jefe de servicio de Áreas Protegidas de la Consejería.
Añade que la planificación operativa para los próximos tres años incluye las 'cortas de policía', unas talas necesarias para que la masa deje de tener esa dura imagen con los árboles secos. Dicha estrategia cuenta también con recuperaciones de terreno forestal de manera natural, por lo que no será necesario repoblar. El suelo dispone de un banco natural de semillas. «Mucha gente nos pregunta, pero no es necesario repoblar, y menos ahora. Habrá sitios donde a causa de la sequía hayan quedado mejores densidades para nuestros pinos, con capacidad de ser más resilientes», subraya Páez.
El cambio climático reduce la densidad forestal en la Región
Manuel Páez Blázquez señala que hubo dos episodios anteriores de sequía demoledores para la masa forestal. Entre los años 2004 a 2004-2006 se vieron afectados los mismos montes que ahora, al ser los más expuestos a las temperaturas y las condiciones meteorológicas. El descenso de las lluvias, muy por debajo de la media, provoca el cerramiento de la circulación de la savia; un bloqueo que el árbol no puede revertir. Se produce una embolia vegetal de la cual el árbol no es capaz de recuperarse. Manuel Páez destaca el impacto del cambio climático en el descenso, importante, de las densidades forestales. Respecto a las plagas, indica que los árboles que están bien son capaces de rechazar la entrada del perforador produciendo volcanes de resina para defenderse. Sin embargo, cuando el árbol está debilitado, el perforador consigue entrar.
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