Satse exige medidas «firmes y eficientes» ante el aumento de las agresiones a sanitarios
«El 60% de los profesionales de enfermería considera que su centro de trabajo no dispone de medios y medidas necesarias para evitar episodios de violencia», asegura el sindicato
la verdad
Murcia
Domingo, 23 de octubre 2022
El Sindicato de Enfermería Satse Murcia propuso al Servicio Murciano de Salud (SMS) una serie de medidas «firmes y eficientes» ante el aumento de las agresiones a profesionales sanitarios, cada vez más frecuentes, «constituyendo un problema que afecta a nuestro sistema sanitario». La pasada semana se registró una agresión a un médico en Fortuna y el viernes otra en Cehegín.
Satse solicitó un catálogo de centros con especial siniestralidad para poder poner medidas dirigidas a la prevención de agresiones según el riesgo. También la implicación por parte de la Administración de cartelería, folletos y señalización de zonas y horarios, así como medidas divulgativas sobre la labor de profesiones y campañas dirigidas a la recuperación social del respeto a los profesionales sanitarios. «Queremos puestos de trabajo seguros para los trabajadores y eso es responsabilidad de las Administraciones», advirtió el sindicato.
El Sindicato defendió la tolerancia cero ante la violencia a los profesionales de la salud: «No debe quedar ninguna agresión sin ser denunciada, pues el Código Penal nos reconoce como autoridad profesional y cualquier agresión en nuestro puesto de trabajo se contempla como un atentado a la autoridad».
Satse pidió mayor seguridad y que la justicia actúe «de forma rápida y contundente penalizando de forma ejemplar este tipo de agresiones», y que proteja al personal agredido de sus agresores. «No es de recibo que los profesionales agredidos tengan que marcharse de su centro de salud, agudizando más las consecuencias de una agresión», criticó el sindicato de enfermería.
Satse recordó que, según una macroencuesta realizada este año, el 83,47% de las enfermeras de la Región consultadas sufrieron alguna agresión, ya sea física (empujones, retenciones involuntarias, puñetazos…) o verbal (amenazas, vejaciones, insultos…) a lo largo de su vida laboral por parte de pacientes y/o familiares.
Además, seis de cada diez agredidos durante su labor asistencial y de cuidados no han recibido ningún tipo de apoyo por parte de la administración pública o empresa privada sanitaria para la que desarrollan su trabajo y una mayoría, el 96,72%, no ha contado con ayuda psicológica especializada.
La encuesta fue realizada el pasado mes de mayo por el Sindicato a un total de 7.359 enfermeras y enfermeros de todas las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla. El estudio concluye que cerca del 60% de los profesionales agredidos no denuncia lo sucedido, y lo argumenta poniendo de manifiesto que lo ha justificado por las condiciones del paciente o el nerviosismo que les ha generado su situación.
«Cualquier agresión a un profesional sanitario debería conllevar una respuesta conjunta, coordinada y eficaz de todas las administraciones públicas y empresas sanitarias privadas, pero la grave realidad es que no se tomen las medidas para acabar con una grave lacra en aumento y que afecta especialmente al personal sanitario, por su cercanía y contacto con los pacientes y sus familiares», concluyó Satse.
