La sarna acecha al arruí en Sierra Espuña
El Gobierno regional desarrolla un operativo de control y seguimiento de la enfermedad, que incluye el avistamiento y abatimiento de los animales infectados
Benito Maestre
Murcia
Jueves, 23 de junio 2022, 00:06
Para el arruí, la sarna sarcóptica es la enfermedad más grave que puede llegar a sufrir. De hecho, esta realidad es pública y notoria en el parque natural de Sierra Espuña, donde hay poblaciones con ejemplares afectados, los cuales, a su vez, están propagando con fuerza esta patología por todo el territorio. Entre septiembre y diciembre de 2021, un total de catorce animales enfermos fueron abatidos en esta zona por parte de agentes de Medio Ambiente, quienes están prestando en la actualidad una especial atención al problema de la sarna para frenar su expansión.
El último censo realizado en la Región de Murcia sobre el también llamado muflón del Atlas estima su población entre 600 y 700 ejemplares, después de que varios miles de ellos hayan sido abatidos en los últimos años por Medio Ambiente tras constatar que la incidencia acumulada se había disparado.
Precisamente, que se hayan abatido hasta el 70% o el 80% de los arruís del parque natural y sus alrededores, tal y como estima esta Consejería, constituye un torniquete ahora para ralentizar la expansión de la sarna, ya que una densidad más alta de esta especie probablemente haría que la enfermedad se propagara a destajo.
En este sentido, la Federación de Caza de la Región de Murcia (FCRM) siempre ha mostrado su talante participativo en la gestión cinegética más idónea. Asimismo, propuso, en primer lugar, el uso del tratamiento con fármacos del grupo de las avermectinas, aunque su efectividad no conseguiría salvar a los casos en estado avanzado.
En los cotos privados, los propietarios están autorizados a abatir los ejemplares enfermos para evitar la propagación del ácaro. En caso de decretarse la situación de plaga en un coto, los agentes medioambientales podrían actuar de oficio por razones sanitarias.
Época de celo
Causada por un ácaro, la sarna es una enfermedad muy contagiosa y letal, lo que, por normal general, termina con la vida del animal, provocando auténticos estrago en las poblaciones de ungulados silvestres (arruí y cabra montés). Su expansión se acomete fundamentalmente por machos contagiados durante los desplazamientos territoriales previos a la época del celo y la actividad sexual.
El tratamiento con fármacos del grupo de las avermectinas también sería efectivo, excepto para los casos en estado avanzado
La presencia de la sarna en Sierra Espuña se daba por extinguida hasta que, hace aproximadamente un año, se detectaron ejemplares de arruí enfermos, con especial incidencia en la zona de la sierra de Pedro Ponce y La Selva. La sospecha es que la enfermedad ha regresado a través de la cabra montés. Aparte del parque natural, la patología está presente en otros puntos de la Región, como Moratalla (donde la enfermedad es endémica desde hace largos años), Caravaca de la Cruz, Lorca (en Zarcilla de Ramos) y Mula. Indica la federación regional que la enfermedad de la sarna experimenta un repunte de casos a partir de 2016, coincidiendo curiosamente con la declaración de Emergencia Cinegética Temporal en distintos municipios de Andalucía.
Desde 2017, la Administración regional desarrolla un operativo de seguimiento y control de la sarna, consistente en una red de alerta que se activa con el avistamiento de animales infectados y su abatimiento selectivo.
Los primeros casos registrados en el parque natural se remontan a los 90
En Sierra Espuña, los primeros casos de sarna sarcóptica en las poblaciones de arruí se registraron en agosto de 1991. Al año siguiente, el Departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria y en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Murcia analizaron los cadáveres hallados en el parque natural y diagnosticaron el ácaro ('Sarcoptes scabiei'). Entre los factores epidemiológicos que desencadenaron la aparición de esta enfermedad en este enclave medioambiental, destacan una excesiva población en el límite de la capacidad de acogida del hábitat (cabe recordar que la especie fue introducida con fines cinegéticos en el conocido macizo de Sierra Espuña en los años 70), el debilitamiento fisiológico de los ejemplares y la presencia de rebaños de rumiantes domésticos no controlados sanitariamente e infestados de sarna. Precisamente, en 1992, hubo una epidemia de sarna de la que solo sobrevivió un centenar de arruís de los más de 2.000 ejemplares y a los que hubo que capturar y sanar con ivermectina.
