Desalojan y clausuran el edificio donde intentaron violar a una joven
El Ayuntamiento actúa sobre este inmueble, ubicado frente al colegio Los Pinos, un día después de que 'La Verdad' publicara la queja vecinal
Después de seis años de quejas vecinales y reclamaciones por parte del colegio Los Pinos, el Ayuntamiento ha actuado esta semana en el edificio abandonado de la calle Greco, justo al día siguiente de que 'La Verdad' publicara el estado de suciedad de esta manzana y la inseguridad generada tras el intento de violación a una joven el pasado diciembre. Después de que este periódico informara el pasado lunes de la movilización vecinal, el Juzgado de San Javier firmó el auto por el que autorizaba al Ayuntamiento a identificar a los okupas y a facilitarles un alojamiento alternativo antes de tapiar puertas y ventanas, para evitar la entrada de nuevos moradores. La Policía Local no lo ha tenido fácil, ya que unos días el inmueble albergaba a más de 30 ocupantes, la mayoría hombres extranjeros, y otros días a quince, como morada temporal que era. Esta semana quedaban solo seis hombres, cuatro marroquíes, un lituano que aceptó un billete de autobús para acudir al albergue de Cartagena, y un polaco discapacitado, al que se le facilitó un taxi con el mismo destino.
El bloque albergaba desde hacía meses a más de 30 okupas, la mayoría de ellos hombres extranjeros
Los agentes habían dado ya varios avisos de desalojo, pero la presión vecinal y las reclamaciones por parte del colegio Los Pinos, situado justo enfrente, ha ido disuadiendo a los okupas de quedarse en el edificio abandonado, sobre todo después de que se iniciara la recogida de firmas.
La Policía Local y la Guardia Civil intervinieron en el desalojo del edificio, donde los moradores había instalado puertas con candados en algunos pisos. Ninguno de ellos presentó resistencia. Una vez vacío, los operarios municipales «han tabicado puertas y ventanas para no dejar acceso alguno con el fin de evitar que vuelva a ser ocupado por gente de paso», explica la concejal de Servicios Públicos, Ángela Gaona. Se han tapiado también los accesos al solar que queda en el centro entre los dos edificios abandonados, donde se habían acumulado toneladas de basura. Para eliminar el foco insalubre, el Consistorio ha tenido que llevar una pala macánica. Y se ha procedido a desratizar toda la manzana. La presencia policial se intensificará para evitar que nuevos ocupantes accedan a los inmuebles hasta que la mercantil, Ruralmar, decida sobre el futuro de las dos edificaciones.
El Ayuntamiento ya ha requerido a la empresa, aunque sin respuesta, para que se haga cargo de los gastos del desalojo y la limpieza. Y espera a que el juez se pronuncie sobre la titularidad de los inmuebles.