Cultura blinda la fachada del Teatro Moderno de San Pedro del Pinatar y obliga a adaptar su uso
Los propietarios del histórico inmueble del Mar Menor podrán crear un patio interior y construir varias alturas
La molesta ventura de heredar un patrimonio histórico. El Teatro Moderno, construido en pleno centro del casco urbano en 1935 por el arquitecto modernista Pedro ... Cerdán, no podrá ser demolido. Cualquier proyecto inmobiliario que emprendan sus propietarios tendrá que adaptarse a las limitaciones que impone la Dirección General de Patrimonio Cultural, que lo ha declarado bien de interés inventariado. Uno de sus dueños, José Antonio Ferrer, tenía intención de derribar el edificio para construir viviendas, pero ahora sus herederos tendrán que «recalcular el valor del inmueble, tras la protección que ha asignado la Comunidad Autónoma, y adaptarse a las limitaciones», explica el concejal de Urbanismo, Valentín Henarejos.
Icono arquitectónico
Los informes de la Consejería de Cultura revelan que el edificio es «uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura en ladrillo característica del Campo de Cartagena en la primera mitad del siglo XX». En concreto, obligan a proteger su fachada principal y la posterior, que separa el teatro del antiguo cine de verano, ya que conservan «elementos originales de gran valor patrimonial, como los cuerpos avanzados en forma de miradores, la carpintería de madera y el característico trabajo de ladrillo visto». Reparan en «el trabajo de taqueado en ladrillo de la cornisa que recorre las dos fachadas».
A partir de 1948, el edificio funcionó como el Cine Castelar, previa ampliación y adaptación como sala pública
Cultura ha tenido en cuenta su valor arquitectónico, pero también su función como punto de encuentro durante décadas en el centro urbano. En realidad, el palacete fue iniciativa del empresario y senador gallego Manuel García Coterillo, antiguo dueño de las salinas de San Pedro del Pinatar. El potentado encargó los planos a Pedro Cerdán, autor de la Casa del Piñón y el Mercado Público de La Unión, que también firmó los proyectos del Casino de Murcia y la Casa del Reloj de San Pedro del Pinatar. Coterillo lo decoró lujosamente, con lámparas de cristal y dinteles de vidrios de colores que aún se conservan, aunque Patrimonio no ha protegido elemento alguno del interior.

Rehabilitación en 2007
A partir de 1948, funcionó como el Cine Castelar, previa ampliación y adaptación como sala pública. Se eliminaron paredes y se retiró el mirador de madera que adornaba el jardín privado, donde después se creó el cine de verano. Los antiguos proyectores, los carteles de cine de principios del siglo XX y los rollos de celuloide pueden verse expuestos en el Museo Barón de Benifayó.
Pasó años de cierre y abandono, hasta que el Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar lo rehabilitó en 2007 como teatro, cuyo escenario acogió una programación estable durante varios años con llenos absolutos en conciertos como el que ofreció Joan Manuel Serrat, así como en actuaciones de ópera y ballet. Un cambio de gobierno le echó la llave al teatro. Se desmontaron las butacas y volvió a quedarse en silencio.
El grado de protección del inmueble parece acercar algo más la posibilidad de que el Teatro Moderno tenga un futuro de uso público. El Consistorio ha descartado siempre su compra «por el precio, pero ahora estamos dispuestos a escuchar cualquier propuesta, aunque no podemos endeudar al pueblo con una cantidad desorbitada», según afirma el edil de Urbanismo.
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