La AGA invierte 5,6 millones en construir el centro de entrenamiento del Pilatus
En otoño empezarán a llegar los turbohélices suizos y los simuladores para reproducir en tierra las operaciones de vuelo
La Academia General del Aire (AGA) afrontará este año uno de esos retos que hacen historia. La llegada el próximo otoño del nuevo avión ... de entrenamiento Pilatus supondrá toda una revolución en los métodos de enseñanza de los futuros pilotos del Ejército del Aire, que darán un salto hacia la tecnología aérea de última generación. Los preparativos ya han comenzado en la base aérea de Santiago de la Ribera para sustituir a los reactores C-101, cuya vida útil llega a su fin.
El Ministerio de Defensa adjudicará el próximo 27 de enero las obras de construcción del Centro de Entrenamiento Integrado (ITC) del PC-21 con un presupuesto de 5.694.542 euros. El nuevo edificio con dos plantas, que será la base de operaciones del turbohélice, constará de dos volúmenes continuos con una superficie de 84,16 metros de largo por 21,12 metros de ancho. Tendrá capacidad suficiente para albergar todo el dispositivo tecnológico para el adiestramiento de vuelo que ha desarrollado la industria Pilatus Aircraft, de sello suizo: dos simuladores de vuelo FFS (Full Flight Simulator) y los dos entrenadores de procedimientos de cabina CPT, con los que los alumnos de la AGA podrán reproducir en tierra las operaciones aéreas.
Formación en Suiza
La sede de la nueva aeronave contará con un aula para el 'briefing', la reunión preparatoria del vuelo, y el 'debriefing', la sesión posterior al aterrizaje para evaluar la misión. En la memoria del proyecto se prevé que el edificio disponga de espacio para alojar al personal de los tres escuadrones de la base aérea: 791 Escuela Elemental, 793 Escuela Básica y 794 Patrulla Águila.
Para levantar el centro de entrenamiento Pilatus, han decidido derribar el actual edificio de las Fuerzas Aéreas que, según la memoria del proyecto, «no cumple con los requisitos funcionales y operativos». Defensa considera que «la adquisición del nuevo sistema de armas dedicado a la enseñanza en vuelo de los futuros oficiales del Ejército del Aire requiere la construcción de un nuevo inmueble que se adapte a las necesidades técnicas y logísticas que demanda el ITS (sistema de entrenamiento integral)».
Profesores y mecánicos tendrán que adaptarse a los nuevos métodos por medio de procesos de formación, que también se incluyen en la adquisición realizada por Defensa, junto con la compra de 24 aviones PC-21, que ya han comenzado a fabricarse en la industria que la compañía Pilatus tiene en Stans (Suiza). Los primeros modelos tendrán que pasar los vuelos de certificación en la misma planta suiza, donde comenzará la formación de los instructores de la AGA a lo largo de este año. Está previsto que los 24 Pilatus lleguen a San Javier entre 2021 y 2022 para marcar una nueva era en la aviación militar tras las más de tres décadas de servicio de los populares 'Mirlos'.
Un cambio sustancial
El nuevo avión de hélice supone un cambio sustancial en la metodología de enseñanza y aporta una ventaja para el funcionamiento de la escuela de pilotos, ya que simplifica el adiestramiento, ahorra tiempo y costes, y evita tener que emplear dos tipos de aviones diferentes a lo largo del periodo de formación de los alumnos, como ocurre hasta ahora, con la Tamiz para el vuelo elemental y el C-101 para la fase básica. Con el PC-21, los futuros pilotos empiezan desde el principio a utilizar la tecnología a la que se enfrentarán en sus futuros destinos.
Otra de las adaptaciones que ha realizado la AGA para recibir al nuevo huésped y futuro icono de los cielos de la Región es la remodelación del hangar número 6, destinado a ser el taller mecánico y aparcamiento cubierto de 9 aeronaves Pilatus. El Ejército del Aire ha invertido 800.000 euros en adaptar las instalaciones para convertir uno de los hangares históricos de San Javier en centro de mantenimiento del nuevo avión.
Patrulla Águila: entrenamientos sí, exhibiciones todavía no
Los 'Águilas' afrontan su segunda temporada sin calendario de exhibiciones, golpeados el año pasado por los tres accidentes aéreos y la pérdida dolorosa de una de las piezas clave de la patrulla, el comandante Eduardo Garvalena el pasado 27 de febrero de 2020. A punto de cumplirse un año de la caída mortal del C-101, el 'Solo', quedan aún mucho dolor y algunos interrogantes sobre su futuro.
De momento, la patrulla seguirá utilizando los reactores de fabricación nacional hasta apurar su fecha de caducidad, aunque para la enseñanza de vuelo empleen el Pilatus. El coronel director de la AGA, Manuel de la Chica, pospuso las decisiones sobre el futuro de la patrulla para este año. Tendrán que afrontar si técnicamente el avión de hélices es inadecuado para sus tablas acrobáticas, tal como indicaron algunos pilotos. Y queda el reto de sustituir al 'Solo' sin un antecesor que le proporcione el adiestramiento en las maniobras más arriesgadas. La cancelación de todas las exhibiciones internacionales, a causa de la pandemia, les da un tiempo extra para preparar su retorno si lo permite el Ejército del Aire.
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