Las restricciones en la cuenca del Mar Menor no logran rebajar los niveles de nitratos en el acuífero
La CHS reconoce que no se están «obteniendo los resultados» esperados y abre el debate de revisar la «intensidad» de las limitaciones
Los nitratos agrícolas siguen más presentes que nunca en el acuífero Cuaternario del Campo de Cartagena, con una concentración media de 191 mg/l, ... según las últimas mediciones realizadas por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) en abril de este año. Los niveles no descienden desde 2018 e, incluso, quintuplican el valor máximo permitido por la normativa española y europea para la presencia de esta sustancia tóxica en las masas de agua subterráneas. Además, la cantidad media ha vuelto a incrementarse ligeramente desde finales del año pasado, cuando se situaba en 176 mg/l.
Los datos fueron expuestos ayer por Jesús García, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHS, durante la jornada científica sobre la monitorización y las actuaciones de recuperación del Mar Menor celebrada de forma conjunta entre el Ministerio para la Transición Ecológica y la Comunidad Autónoma en Cartagena. Esa media de concentraciones «no sube significativamente, pero tampoco baja», explicó el alto cargo del organismo de cuenca durante su ponencia sobre las intervenciones que se están llevando a cabo para conocer mejor la masa de agua subterránea del Campo de Cartagena.
La media de nitratos en las últimas mediciones ha seguido una línea constante de altos niveles, lo que llevó al responsable de Planificación de la CHS a afirmar que «no estamos obteniendo los resultados» esperados tras cinco años de limitaciones y prohibiciones a actividades como la agricultura intensiva o la ganadería en la cuenca vertiente. La Ley del Mar Menor o las medidas cautelares de la Confederación en la zona de influencia del acuífero no han conseguido un impacto positivo en este aspecto, vino a remarcar Jesús García, quien abrió el debate para analizar «en qué nos estamos equivocando» y si haría falta revisar la «intensidad» con la que «hay que acometer cada una de las actuaciones» que impulsan las administraciones en la cuenca, sin entrar en más detalle.
El dirigente de la CHS participó en uno de los bloques científicos, centrado en la investigación hidrológica en la cuenca, donde hizo hincapié en que el acuífero del Mar Menor «es una masa tremendamente compleja» de entender y de modelizar. García detalló el despliegue científico que se está impulsando para mejorar el conocimiento tanto del Mar Menor como de las aguas subterráneas, y avanzó que se volverá a recalcular las descargas de agua del acuífero a la laguna, «aunque no se esperan grandes diferencias» respecto a las primeras estimaciones.
García avanza que se constituirá «una red representativa» de nuevos sondeos que buscará evaluar mejor la calidad química del agua del subsuelo y se trabajará en ampliar los muestreos de nitratos y fosfatos en los caudales de las ramblas cuando hay eventos de fuertes precipitaciones.
El científico titular del Instituto Geológico y Minero de España en Murcia, José Luis García Aróstegui, quien también lleva a cabo varios trabajos para monitorizar el acuífero, reclamó durante su ponencia revisar los protocolos de toma de muestras en los sondeos de la cuenca para «mejorarlos» y tener «punto fiables» de medición del nivel de nitratos. Señaló que si se quieren establecer determinadas medidas para la práctica agraria de forma correcta, «tenemos que ver que se reducen los contenidos en nitratos». Aróstegui expuso también su trabajo de modelización del subsuelo de Fuente Álamo y su desconexión del acuífero principal. El hidrogeólogo comenzará una investigación para monitorizar zonas no saturadas en tiempo real y entender así los procesos de recarga del acuífero y los movimientos de nitratos.
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