Las residencias privadas de la Región de Murcia buscan cubrir entre 300 y 500 plazas de enfermería
Las mejores condiciones que ofrecen los centros públicos, y también otras autonomías, estarían detrás del déficit en las plantillas
Las residencias de mayores privadas y concertadas de la Región de Murcia están sufriendo este verano el agravamiento de un problema que ya viene ... de lejos: la falta de personal en los centros, lo que ha provocado que no se hayan podido cubrir todas las vacantes de estos meses. Concretamente, y según explica el presidente de la Asociación de la Dependencia de la Región de Murcia (Adermur), José Miguel Marín, «tenemos dificultades para contratar personal, tanto enfermeros como auxiliares». Es un problema que se ha «acentuado» respecto a veranos anteriores, según Marín, que cifra entre 300 y 500 las plazas vacantes «solo de enfermería» en los centros de la Región. A nivel nacional, la cifra asciende hasta las 72.000 vacantes de enfermeros, según datos de la Federación Empresarial de la Dependencia (FED).
Fuentes del sindicato UGT también reconocen que «este mes no se han podido cubrir todas las vacaciones de los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería y algunas plazas de enfermería». Una situación que las propias plantillas están resolviendo como suele ser habitual para que la atención a los usuarios no se vea afectada: incrementando aún más la carga laboral que ya venían soportando en los últimos años. Es decir, «con cambios de turno, horas extra y no poder disfrutar de los días de permiso establecidos», explican las mismas fuentes.
Pero, ¿a qué se debe este déficit de profesionales en las residencias privadas de la Región? Según explica el presidente de Adermur, «la mayoría de los trabajadores son absorbidos por el sistema público, que tiene menos carga de trabajo y donde las retribuciones son más elevadas. Incluso algunos trabajadores también prefieren irse a otras comunidades». De hecho, dos de los últimos candidatos entrevistados por José Miguel Marín para uno de sus centros «han terminado marchándose a Tenerife». Y eso que la empresa de Marín ha implantado «un plus de 500 euros» para tratar de atraer y retener a estos empleados, que pasarían a cobrar entre 1.700 y 1.800 euros netos. Aun así, «faltan profesionales en el sector».
Según el sindicato UGT, otra de las razones que explican esta falta de personal en los centros es la «reciente apertura de nuevas residencias en la Región», lo que ha incrementado aún más la demanda de estos profesionales.
Para paliar esta falta de trabajadores, la Federación Empresarial de la Dependencia está haciendo gestiones con el Ministerio de Exteriores para tratar de «reducir los plazos de la homologación de los títulos que acreditan a los trabajadores del sector sociosanitario procedentes de países como Venezuela, Colombia, Bolivia, Perú y Ecuador. Esos plazos oscilan en la actualidad entre los dos y los tres años, y el objetivo de la FED –cuyo vicepresidente es José Miguel Marín– es que los títulos puedan ser homologados con mayor celeridad para tener más opciones a la hora de contratar a enfermeros y auxiliares extranjeros.
Pendientes del nuevo Gobierno para elaborar el decreto de mínimos
Una de las asignaturas pendientes de la Comunidad Autónoma, desde hace años, tiene que ver con el decreto que debe regular las condiciones mínimas que están obligadas a cumplir las residencias de mayores. Hace ya más de dos años que el Ministerio de Asuntos Sociales elaboró ese decreto, aunque la Región de Murcia fue una de las comunidades que rechazó de plano ese texto. Entonces, la Consejería de Política Social adujo que sería el propio Gobierno regional el que elaboraría ese decreto, que sigue sin ver la luz. Los profesionales del sector están llamados a reunirse en septiembre con los responsables de la Consejería con el fin de seguir trabajando en el texto, aunque todo está pendiente «de la conformación del nuevo Ejecutivo en la Región de Murcia», según fuentes consultadas por LA VERDAD.
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