La Región de Murcia registra este verano un exceso récord de mortalidad sin causas claras
Desde junio se han producido un 20% más de muertes de las esperables, según los cálculos del Carlos III
La Región de Murcia está batiendo cifras récord de mortalidad. Desde principios de año se ha ido registrando un exceso de muertes con respecto a ... lo que sería esperable de acuerdo a la serie histórica, pero la tendencia se ha agudizado en los últimos meses. En concreto, desde junio se han producido un 20% más de fallecimientos de los esperados, según el sistema de monitorización diaria de la mortalidad (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III. Este porcentaje es muy similar al que se está registrando en el conjunto de España. Parte de este exceso es atribuido por MoMo a la inédita sucesión de olas de calor a la que estamos asistiendo en la Península, pero de momento es imposible determinar con exactitud qué otros factores pueden estar tras este fenómeno, porque no hay datos disponibles sobre las diferentes causas de muerte.
En toda España se han contabilizado, desde el 1 de junio, 118.372 defunciones, 20.929 más de las que preveía el sistema MoMo. En la Región de Murcia han fallecido 3.351 personas en este periodo, 549 más de las estimadas para esta época del año. El exceso de mortalidad llegó a ser del 28% en julio en la Comunidad. Son cifras muy alejadas de las registradas durante los veranos de 2021 y 2020, cuando se detectaron pequeños excesos de entre el 5% y el 6%, y todavía más lejanas a las de 2019 y 2018, cuando hubo menos fallecimientos de los previstos.
El sistema de monitorización achaca a las altas temperaturas solo cinco fallecimientos
Todos estos datos son difíciles de analizar por la falta de información disponible. Los expertos andan aún a ciegas. «El MoMo cuenta las defunciones diarias, pero no se sabe la causa», recuerda María Dolores Chirlaque, jefa del servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud. «Todo el mundo piensa en una correlación ecológica: este verano ha hecho más calor. Sabemos que las personas frágiles, con multipatología, se descompensan con las altas temperaturas. La causa de la muerte es su patología, pero el factor agravante puede ser el exceso de calor», señala. De acuerdo al modelo de estimación de MoMo, el efecto directo de las altas temperaturas explicaría cerca de una cuarta parte del exceso de muertes registrado en España desde junio. Pero en la Región de Murcia, el calor apenas estaría detrás de cinco de las 549 defunciones que se han producido 'de más' en este periodo.
Esto puede tener varias explicaciones. Primero, que el modelo utilizado por el Carlos III esté subestimando el efecto del intenso calor de este verano. Justo en los días posteriores al 25 de julio, cuando se alcanzaron casi los 46 grados en Molina de Segura y se superaron los 40 en otros muchos puntos, se produjo el mayor exceso de muertes de todo el mes, pero apenas tres de estos fallecimientos fueron atribuidos al calor.
No obstante, hay que tener en cuenta que la población de la Región tiene mayor capacidad de adaptación a la canícula que los habitantes de otras comunidades donde este verano se han alcanzado temperaturas inusuales, recuerda el epidemiólogo Lluís Cirera, responsable del Registro de Mortalidad de la Región. En todo caso, los cálculos de MoMo deben tomarse con prudencia, advierten los expertos. «Estamos ante datos burdos, sin información específica. Que el calor está detrás de una mayor mortalidad es algo que sospechamos todos, pero no podemos determinarlo sin tener toda la información», resume María Dolores Chirlaque.
La séptima ola
¿Puede ser la séptima ola de la Covid otro factor? El servicio de Epidemiología de la Consejería no ha detectado un exceso de muertes por esta causa, pero Enrique Bernal, jefe del servicio de Infecciosas del Reina Sofía, advierte de que «la Covid, de forma directa o indirecta, ha tenido mucho que ver» con el incremento de la mortalidad. No solo por las vidas que sigue cobrándose el virus (111 desde el mes de junio en la Región), sino también por el deterioro que ha sufrido la salud de parte de la población y la propia atención sanitaria.
En Reino Unido, donde también se está detectando un exceso de mortalidad, algunos estudios así lo sugieren. «En España podemos estar ante algo parecido. En definitiva: el calor de estas semanas, la Covid, las consecuencias indirectas de la pandemia (retraso de los diagnósticos, dificultad para hacer los seguimientos) y la vulnerabilidad de los mayores, que se pueden ver afectados por cualquier proceso que los pueda descompensar», enumera Bernal. Lo cierto es que «el exceso de mortalidad es impactante -advierte-; el mes de julio ha sido el peor de la pandemia, desde marzo y abril de 2020, para los mayores de 85 años».
Varios expertos apuntan a las «consecuencias indirectas» de la pandemia, como la saturación del sistema sanitario
«Era esperable»
En Reino Unido, parte del exceso de mortalidad se atribuye a un aumento de fallecimientos por enfermedades cardiovasculares. Esto es algo que en España aún no puede determinarse porque no hay datos sobre las distintas causas de muerte. Pero Domingo Pascual, jefe del servicio de Cardiología de La Arrixaca, ve plausible este factor. «No tenemos aún datos, pero es cierto que hemos percibido que muchos pacientes han llegado más tarde, con infartos evolucionados. El cambio en el modelo de atención durante la pandemia puede haber tenido consecuencias. La enfermedad cardiovascular exige de un seguimiento estrecho», reflexiona.
«Si el sistema de salud se colapsa y se ocupa de un problema dejando de lado otros, es esperable una reducción de la esperanza de vida y un aumento de la mortalidad. Y la enfermedad más sensible es la cardiovascular, porque se asocia a mucha mortalidad en los eventos agudos», añade Domingo Pascual.
Abel Novoa, coordinador de Bioética de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), apunta a «la crisis de Atención Primaria» como causa de ese retraso en la detección de patologías. Pero en los peores resultados en salud no solo influye la saturación de la sanidad pública, sino también el deterioro «de las políticas sociales en esta Región», denuncia.
Así lo ven
«El problema es que estamos ante datos burdos, no sabemos a qué se puede atribuir este incremento»
María Dolores Chirlaque
Jefa de Epidemiología
«Al calor se unen la Covid y las consecuencias de la pandemia, como los retrasos diagnósticos»
Enrique Bernal
Jefe de Infecciosas del Reina Sofía
«Si el sistema de salud se colapsa, esto es esperable. La enfermedad cardiovascular exige seguimiento estrecho»
Domingo Pascual
Jefe de Cardiología de La Arrixaca
«Hay factores más difíciles de detectar como la crisis de Atención Primaria o la falta de políticas sociales»
Abel Novoa
Coordinador de Bioética de la Semfyc
Los retrasos en las estadísticas de defunción impiden aclarar el aumento
Para saber con exactitud qué patologías o problemas de salud están detrás del aumento general de la mortalidad en la Región de Murcia y en España habrá que esperar a finales del año que viene. Hasta entonces, el Instituto Nacional de Estadística (INE) no publicará la información desglosada. Esto es algo que no ocurre en otros países de nuestro entorno, lo que desata las críticas de los expertos.
Los certificados de defunción siguen sin estar digitalizados en los registros civiles, de forma que pasan meses hasta que toda la información llega al INE. «La clave es que el INE y la Organización Médica Colegial solventen el problema del certificado para poder contar con datos actualizados», advierte Lluís Cirera, responsable del registro de mortalidad de la Consejería de Salud.
Actualmente, el Instituto Nacional de Estadística solo publica de forma adelantada los datos globales del número de muertes. Los últimos disponibles en su página web son los relativos al mes de julio. Pero hasta 2023 no será posible conocer la información desglosada por causas de fallecimiento, por lo que los expertos seguirán a oscuras a la hora de analizar las tendencias.
Útil, pero insuficiente
En este sentido, el sistema de monitorización diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III es una herramienta útil, pero insuficiente. Permite detectar aumentos y descensos de la mortalidad, y también el efecto de las altas temperaturas. Para estimar el número esperable de muertes se parte de la serie histórica (los últimos diez años) por grupos de edad, sexo y provincia. El sistema MoMo nació en 2004 para analizar el efecto de las olas de calor sobre la mortalidad, y también permitió detectar el devastador impacto de la pandemia a partir de 2020.
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