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El porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social (la denominada tasa Arope) se volvió a incrementar en la Región en el pasado año 2024, alcanzando el 32,4% (0,8 puntos más que en 2023, cuando fue del 31,6), lo que la sitúa como la tercera comunidad autónoma con un mayor índice de miseria de España, solo superada por Andalucía (35,6%), Castilla-La Mancha (34,2%) y al mismo nivel que Extremadura (sin contar Ceuta y Melilla). En 2023, la Región era la cuarta comunidad con más tasa de pobreza, dos puntos por detrás de la comunidad extremeña y rebasada también por Canarias, además de por Andalucía y Castilla-La Mancha.
Así lo señala la Encuesta de Condiciones de Vida que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), un macrosondeo de periodicidad anual en el que han participado 72.000 personas de todo el país, a las que se les realiza un seguimiento durante un periodo de cuatro años. La tasa Arope es un indicador europeo que establece el nivel de pobreza de un territorio en función de varios factores como la renta media de los hogares y las posibilidades de consumo y empleo. A nivel nacional, está fijado en el 26,1%, es decir, ocho puntos por debajo de la Región de Murcia.
El estudio del INE indica que la renta media de los hogares de la Región asciende a 32.764 euros anuales, lo que supone un crecimiento del 7,3% (2.255 euros) con respecto al año anterior. No obstante, se mantiene como la cuarta más baja del país, solo por detrás de Extremadura (29.341), Castilla-La Mancha (31.001) y Andalucía (31.015). Si la comparación se establece con las comunidades autónomas con mayor renta por hogar, se puede afirmar que una familia media murciana ingresa 12.000 euros menos al año que una madrileña o una vasca. La media nacional se sitúa en 36.996 euros anuales.
Asimismo, la renta media por persona en la Región de Murcia suma 11.967 euros anuales, la más baja de España. Continuando con la comparativa con la comunidad autónoma con una mayor renta por persona, un murciano percibe casi 8.000 euros anuales menos que un vasco.
Este dato concuerda con la estadística de dificultad de las familias de la Región de Murcia para llegar a fin de mes. El porcentaje de personas que reconoce que tiene «muchas dificultades» se fija en el 10,7%, el cuarto mayor por comunidades autónomas, solo por detrás de Castilla-La Mancha (13,0%), Canarias (12,4%) y Andalucía (10,9%). Las regiones que presentaron los menores porcentajes fueron, por contra, País Vasco (5,1%), Baleares (5,6%) y La Rioja (5,9%).
En ese sentido, un 40,5% de murcianos asegura no poder irse de vacaciones al menos una semana al año, mientras que un 42,1% no tiene capacidad de afrontar gastos imprevistos. El 32,9% carece de capacidad económica para sustituir los muebles viejos y estropeados, mientras que un 19,6% asegura que no puede permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada. Del mismo modo, un 15,2% admite que ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de luz, agua gas o comunidad...) o en compras a plazos en los últimos doce meses. Respecto a las personas más jóvenes, el 13,9% lamenta que no puede permitirse participar regularmente en actividades de ocio, mientras que un 13,7% de encuestados en la Región declaran que puede permitirse gastar una pequeña cantidad de dinero en ellos mismos.
Otros aspecto que se mide es la desigualdad, a través del estudio de la distribución de ingresos. En ese sentido, el INE establece dos coeficientes: s80/s20 (relación entre la renta disponible total del 20% de la población con ingresos más elevados y la del 20% con ingresos más bajos) y el 'Gini' (proporción acumulada de la población ordenada por los ingresos equivalentes con la proporción acumulada de los ingresos recibidos por los mismos).
Respecto al primero, la desigualdad en la Región se ubica en el 5,1, tres décimas por debajo de la media nacional (5,4) y superada por comunidades autónomas como Andalucía, Canarias, Comunidad Valenciana, Madrid y Navarra. Sobre la segunda, el valor que se otorga a la Región de Murcia es del 29,2 (implicando 0 la equidad total y 100 la desigualdad total), un punto menos que la media estatal. En este coeficiente 'Gini', están por encima Andalucía, Canarias, las dos Castillas, Comunidad Valenciana, Madrid y Navarra.
En cuanto a los murcianos que sufren riesgo de pobreza y exclusión social, un 8,5% expresa «carencia material y social severa». En este caso, los niveles no son tan alarmantes como en otros componentes, solo dos décimas por encima de la media nacional (que alcanza el 8,3) y teniendo a cinco comunidades autónomas por encima (Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña y Comunidad Valenciana).
Asimismo, en el concepto 'baja intensidad en el empleo' (definido por el Instituto Nacional de Estadística como los hogares en los que sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% del total de su potencial), la Región de Murcia presenta mejores registros. La tasa alcanza el 5,95, más de dos puntos por debajo de la media nacional (8). Solo es más baja en Aragón, Baleares, Madrid y La Rioja.
Vivir de alquiler, compartir piso o, incluso, estar de prestado. La imparable subida de los precios de la vivienda en España comienza a destapar un claro giro de tendencia del mercado en toda España y en la Región, con jóvenes cada vez más reacios a formar parte de la vorágine de un país de propietarios, sobre todo por la imposibilidad de hacer frente al pago de la entrada para una casa.
Pese a que las familias españolas y murcianas siguen siendo fieles al ladrillo, cada vez hay menos gente dueña de su propia vivienda y cada vez un mayor número apostando por el alquiler, aunque los precios en este segmento hayan subido a una velocidad más potente que los de los propios inmuebles.
Según la Encuesta de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE), los propietarios de viviendas suponen todavía un 73,6% de todas las personas independizadas en España. Pero ese porcentaje ha descendido de forma notable desde el 75,1% de 2023 y desde el 76% que rondaba antes de la pandemia.
En el caso de la Región, este porcentaje de propietarios cae más de cinco puntos desde 2019. En una proporción casi idéntica han subido los encuestados que reconocen que viven en una casa de alquiler. En España, ya alcanza el 20,4%. En la Región, algo menos (18%), aunque en línea ascendente si se toma como referencia el año previo a la pandemia.
El dato supone que se estrecha así la brecha con la media europea, donde solo el 69% son propietarios, según Eurostat.
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