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Rodeado por los miembros de la Junta de Gobierno, el presidente del Sindicato de Regantes del Trasvase (Scrats), Lucas Jiménez, advirtió este miércoles de que la situación «se pone muy fea» y de que debe de haber ya movilizaciones de la sociedad civil de la Región de Murcia, Alicante y Almería en contra de los planes del Ministerio de recortar en más de un 50% los envíos de agua del Tajo para los regadíos del Levante. Desde la sede del Scrats, en Murcia, se dirigió a todos los diputados al Congreso de las tres provincias, sobre todo a los socialistas, para que sean «valientes» y se comprometan a defender el Trasvase votando en contra del cambio de la ley.
«Llegó lo que sabíamos, cuando Pedro Sánchez cumplió su amenaza en el año 2023 de poner fin al Trasvase para los regadíos», indicó Jiménez, recordando que Sánchez prometió acabar con el acueducto años antes en un acto que tuvo lugar en Albacete. «La puntilla la ha dado el Ministerio con sus reglas de explotación, que se basan en premisas dictadas por Teresa Ribera desde Bruselas: no molestar a la población; mantener el nivel más alto en Entrepeñas y Buendía para las actividades lúdicas de la zona; y acabar con aquello en lo que no creen, que es el regadío en la Región de Murcia, Alicante y Almería».
Añadió que las nuevas encargadas al Cedex están orientadas a acabar con el mal, que según el Ministerio son el regadío, la agricultura y la ganadería. Criticó también la postura del Ministerio de Agricultura, por «tragarse una reducción infumable del mejor regadío de la Unión Europea».
Lucas Jiménez recalcó que con la propuesta presentada por el Miteco desaparece el nivel 3 para los regadíos; pone más difícil alcanzar el nivel 2; y convierte en casi imposible llegar al nivel 1, el que existe en la actualidad. Insiste en que este plan responde a las instrucciones que le dio el Ministerio al Cedex.
Como acciones inmediatas, los regantes van a convocar a representantes de los gobiernos autonómicos de la Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Andalucía, así como a los diputados al Congreso «para que se pronuncien». «Esperamos un compromiso claro de los diputados de todos los partidos en contra», apostilló, en referencia al momento en el que haya que votar el cambio de la ley para subir la reserva no trasvasable. «Vamos a ver con qué valentía suben a Madrid los diputados y diputadas de las tres provincias», recalcó.
Jiménez añadió que abrirán un abanico para que se pronuncie la sociedad civil y todos los sectores directamente afectados, para canalizar «la indignación, malestar y miedo» que genera esta situación. El presidente del Scrats reunirá también a todas las comunidades de regantes de las tres provincias para estudiar medidas. A su juicio, «debe haber movilizaciones» para afrontar esta «locura» del Ministerio, que además «no ofrece nada a cambio».
Consideró que el recorte que se pretende aplicar producirá «un apagón» que tendrá efectos negativos en parte de la economía de la tres provincias y del resto de España. Sostuvo que el Ministerio ha hecho «ingeniería política» con la revisión de la reglas, que se presentan justo cuando la cabecera del Tajo ha alcanzado por vez primera en el nivel 1 debido a la abundancia de lluvias. A su juicio, el Gobierno de Pedro Sánchez y, en concreto, la ministra Sara Aagesen y el secretario de Estado Hugo Morán han tenido que ofrecer algo a cambio «al vocinglero de Emiliano García-Page» y que el resultado ha sido «castigar a los levantinos» como contrapartida a los 180 hectómetros previstos para trasvasar los próximos meses, salvo sorpresas. Jiménez criticó asimismo los «ataques desaforados» que ha lanzado el presidente de Castilla-La Mancha contra el Scrats.
El presidente de los regantes también se mostró muy crítico con la desalación, que considera «una mentira» porque no cubrirá la pérdida del Trasvase. La comparó con «el billete falso del truco de la estampita». Indica que, según la información que tiene de la CHS y de la Secretaría de Estado, «no hay ni un euro para producir más agua desalada». Cree que lo que ofrece el Ministerio es «un proyecto político para tapar los recortes del Trasvase», ya que se necesitarían 3.000 millones de euros para invertir en desalación. «La solución que nos plantean es que deberán pagarla los regantes».
Advirtió de que la comunidad de regantes a la que pertenece no puede afrontar estos casos. «Si morimos, lo haremos honradamente, pero no empeñados». Apuntó asimismo que la sociedad en su conjunto tendrá que financiar también las inversiones en agua desalada.
Asaja Murcia calificó este miércoles de «auténtico disparate» que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) «pretenda recortar el agua del Trasvase Tajo-Segura para el regadío del Levante en un 50% a partir del 2027».
La organización profesional agraria considera que modificar de forma progresiva y durante los próximos años las reglas de explotación del Trasvase es una forma de querer «acabar» con la agricultura del Levante español. En palabras del secretario general de Asaja Murcia, Alfonso Gálvez Caravaca, «se trata de un nuevo atropello para los agricultores y ganaderos murcianos y, en definitiva, de todo el Levante español, que no podemos consentir».
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, afirmó que se están «empezando a recoger los frutos de tanta pelea por el agua». «Lo más relevante no es la propuesta que hace el Ministerio de Transición Ecológica, ni siquiera que hayamos ganado cinco sentencias y que estemos exigiendo el cumplimiento de las directivas europeas, sino que la propuesta que se hace, por una vez, no esconde la realidad técnica», dijo.
El socialista añadió, en Cuenca, que «han aflorado los datos de la realidad crítica que tiene el Tajo». Y afirmó que, si se observa la serie histórica, «el Trasvase ha sido un enorme fracaso en los objetivos que perseguía y ha conseguido otros que no buscaba y son manifiestamente mejorables».
El portavoz municipal en el Ayuntamiento de Toledo, Juan José Alcalde, del PP, indicó que el Consistorio querría que «el caudal del Tajo fuera mayor», lo que solo se consigue «no autorizando trasvases». Y añadió que los socialistas deben dar explicaciones «con hechos», porque «lleva años prometiendo el fin del Trasvase y lo único que hacen es aprobar un envío tras otro». La Asociación de Municipio Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía considera positivo este recorte, «impensable hace diez años» y que, «si bien no da por sentenciado el Trasvase, supondrá un verdadero hachazo progresivo».
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