Un preso hace un corte en el cuello a otro con la tapa de una lata de atún en la cárcel de Sangonera
Una veintena de internos españoles y de origen magrebí se enfrentan en una reyerta multitudinaria en la que un funcionario resultó herido por cortes con un cristal de una ventana que emplearon en la pelea a modo de arma blanca
LA VERDAD
Jueves, 8 de febrero 2024, 16:36
El centro penitenciario de la pedanía murciana de Sangonera la Verde (Murcia I) se convirtió el pasado jueves en el escenario de una «batalla campal» en la que se vieron implicados una veintena de internos españoles y de origen magrebí, según explicaron fuentes de la asociación 'Tu abandono me puede matar'.
En un comunicado denuncian que a primera hora de la mañana del jueves se produjo una pelea en el módulo 2, que se resolvió sin mayores problemas. Momentos después, se produjo otra pelea en el módulo 3 entre un interno magrebí y un español. En el transcurso de la disputa, otro recluso magrebí comenzó a llamar a sus paisanos incitándoles a acabar con los españoles, por lo que estos se unieron para defenderse. Desde la asociación explican que en ese momento solo había dos funcionarios de servicio para controlar a 120 internos. Pese a ello, «dieron la alarma, solicitaron refuerzos, aseguraron la zona, consiguiendo parar la pelea multitudinaria y separar a los cabecillas». En la reyerta multitudinaria, dos internos españoles resultaron heridos, uno de ellos con un corte en el cuello, realizado con la tapa de una lata de atún afilada.
Pero la violencia no se detuvo y mientras los funcionarios intentaba que los principales implicados se calmaran, dos de ellos rompieron los cristales de ventanas próximas, intentando conseguir cristales alargados y puntiagudos con la intención de continuar la pelea. Uno de ellos se cortó en un dedo y otro hizo saltar los cristales, que hirieron a un funcionario que intentaba detenerle, teniendo que ser atendido por los servicios médicos del centro.
«Tras aislar a los cabecillas se mantuvo una gran tensión en el patio del módulo 3, por lo que se decidió encerrar a todos los internos del módulo en sus celdas y se les sirvió la comida en la celda, para evitar males mayores. Por la tarde, al bajar al patio los internos, aún se vivía una gran tensión, por lo que los internos españoles solicitaron su cambio a otro módulo para salir de allí».
Para la asociación estos hechos no son puntuales y recuerda que el verano pasado ya se vivieron dos batallas campales en el mismo módulo y también con implicados árabes y españoles, «lo que pone de manifiesto la falta de personal endémica que sufren las prisiones españolas, así como la falta de medios y la falta de formación adecuados a este tipo de situaciones, la falta de reconocimiento como agentes de autoridad a los funcionarios de prisiones y las políticas del Gobierno primando el tratamiento sobre la seguridad, lo que dificulta una adecuada clasificación de los internos, como establece la Ley Penitenciaria y el Reglamento, según edad, peligrosidad, incidencia, pertenencia a bandas, y situación penal (preventivo-penado)».
