Otro palacete que se restaura para viviendas de lujo en el casco histórico de Murcia: el precio, 750.000 euros de media
El centenario edificio de la calle Saavedra Fajardo, que lleva 30 años abandonado, acogerá diez pisos y dos áticos, con plazas de garaje; el proyecto también prevé edificar en el solar anexo
La oferta de viviendas de lujo en edificios históricos se abre paso en el casco antiguo de Murcia. A la rehabilitación de la Casa Cerdá (plaza de Santo Domingo), el inmueble modernista de la calle Pinares y la Casa de los Jarrones (plano de San Francisco), entre otros, se sumará el palacete ubicado en el número 17 de la calle Saavedra Fajardo. Tras 30 años de abandono, el bloque, levantado en 1890 en estilo neoclásico, se encamina hacia su restauración para albergar una exclusiva promoción, en régimen de cooperativa, compuesta por diez pisos y dos áticos, con plazas de garaje y un precio medio de 750.000 euros. La fase de comercialización ya ha comenzado, y clientes no faltan. El proyecto desarrollado por el estudio Arquitecto.eco incluye también edificar en el solar adyacente al inmueble, entre las calles Granero y Andrés Baquero. El promotor, Espacio Urbano Desarrollos y Proyectos Inmobiliarios SL, calcula un plazo de dos años para tener acabados los trabajos
El diseño aborda una intervención como si fuera un único conjunto, aunque sin caer en un falso histórico. Así, a pie de calle se podrá diferenciar claramente la obra nueva, levantada en el solar, del palacete rehabilitado, que conservará tanto su envolvente como su estructura general, tal y como obliga la normativa urbanística por su protección de grado 2. No obstante, los proyectistas prevén guardar una cierta armonía manteniendo el ritmo de los huecos exteriores y las alturas en la fachada. La nueva promoción tendrá dos bajos comerciales y cuatro viviendas en cada una de sus tres plantas. Las plazas de estacionamiento se han previsto en la zona que ocupa el solar. La prospección arqueológica en esta parcela no ha revelado restos de interés que haya que mantener.
La entrada al garaje se situará en la calle Granero, mientras que el vestíbulo de acceso para los propietarios será por Andrés Baquero, donde parece que estuvo la puerta original. Tiempo atrás, el palacete pudo funcionar como una especie de alojamiento, con un salón de baile en la primera planta y habitaciones en los dos pisos superiores.
Hasta 210 metros cuadrados
Las dimensiones de las futuras viviendas oscilarán entre 155 y 210 metros cuadrados. Los dos áticos se han diseñado tipo dúplex, con terraza en la zona de día, y serán los más exclusivos del conjunto, con un precio que supera los 900.000 euros. La promoción se esmera tanto en los detalles de los acabados, de primeras calidades –puertas acorazadas, tarima de madera natural...–, como en las prestaciones. Destaca su aislamiento acústico (la zona es uno de los principales focos de la movida nocturna) y la envolvente térmica, para conseguir un consumo energético nulo, según indican los autores del proyecto. El 60% del suministro procederá de placas solares fotovoltaicas instaladas en la terraza, y el aparcamiento contará con puntos de carga para vehículos eléctricos. En el interior de las estancias, el protagonismo se lo lleva el aprovechamiento al máximo de la luz natural, con espacios polivalentes que incluyen muros movibles o acristalados.
La cooperativa de Saavedra Fajardo 17 está pensada para un cliente de elevado poder adquisitivo que por diferentes motivos se decanta por el centro urbano para fijar su residencia. Es el mismo perfil que está detrás de otros proyectos similares acometidos en Murcia en los últimos años. La restauración de inmuebles señoriales con destino a viviendas exclusivas está ofreciendo una segunda oportunidad a edificios con historia amenazados por el deterioro y la ruina.
El fenómeno no es exclusivo del casco antiguo; también el barrio del Carmen muestra ya algunos ejemplos, como el edificio Baltasar (plaza de González Conde). En general, los promotores destacan que este tipo de intervenciones no solo ayudan a recuperar 'joyas' del patrimonio arquitectónico sino que también contribuyen a regenerar los entornos donde se localizan. Lamentan, no obstante, la lentitud en la tramitación administrativa de los proyectos. Esa larga burocracia parece estar detrás del parón que sufren iniciativas como la recuperación del palacio de Almodóvar (plaza de Santo Domingo) y la mansión afectada por un hundimiento de la plaza de Hernández Amores, junto a la Catedral.
