Los vecinos de la rambla de Tabala llevan sus protestas al centro de Murcia para exigir la presa
Asaja, regantes, políticos y plataformas sociales demandan a la CHS que agilice los trámites de una obra prevista desde hace más de dos décadas
Los vecinos de Beniel, Orihuela y de las pedanías al este de Murcia han vuelto a la carga este sábado en sus movilizaciones para exigir la construcción de una presa en la rambla de Tabala. El retraso histórico que sufre esta infraestructura ha propiciado numerosas protestas vecinales tanto en el propio cauce como en la ciudad de Murcia. En esta ocasión, los afectados por las inundaciones que origina esta rambla se han concentrado frente a la Delegación del Gobierno, donde exigieron a la Confederación Hidrográfica del Segura «agilidad» para avanzar en los trámites del proyecto, cuya redacción se encargó en 2023.
El presidente de Asaja Murcia, Juan de Dios Hernández, señaló que la causa de dicho retraso es la necesidad de volver a someter el proyecto a un nuevo estudio de impacto ambiental, que contemple la construcción de la vía ferroviaria de alta velocidad y las autovías del Reguerón y el Bancal. «Llevamos varias comunicaciones con la CHS, pero no podemos esperar más», afirmó, al tiempo que aseguró que si aquí cayera la mitad de lo que se registró en Valencia durante la dana, parte de las vegas Media y Baja quedarían inundadas.
Hernández recordó, al igual que otros muchos vecinos, que las consecuencias de no frenar las riadas por la rambla ya han ocasionado «importantes daños materiales» en los últimos años. La obra prevista permitiría frenar un caudal con una intensidad correspondiente a un periodo de retorno de 500 años, es decir, de hasta 25 litros/ segundo de volumen. El proyecto contemplaría la construcción de una única cerrada, y no varias en las ramificaciones de la rambla aguas arriba, con un encauzamiento nuevo que controlase el caudal y lo dirigiera a una zona renaturalizada que sirviera de parque fluvial inundable en la curva de conexión de las autovías del Reguerón y la de Sucina-San Javier.
«Hay pueblos afectados como Zeneta, Alquerías, Los Ramos, El Raal, Beniel y Orihuela. Queremos que nos den soluciones para que podamos tener un futuro seguro», insistió Hernández, quien estuvo acompañado por parte de la directiva de Asaja Murcia y Alicante. El pedáneo de Alquerías, José Luis Marín, puso de relieve que el primer impulso al proyecto se produjo hace 24 años, y recordó que los vecinos no pueden esperar a 2027. Esa fecha es la ofrecida por la Confederación para el inicio de las obras, aunque podría adelantarse al año próximo.
La protesta estuvo secundada por los ayuntamientos de Beniel, con la asistencia del concejal de Urbanismo y Medio Rural, José Antonio Franco, y de Orihuela; la Junta de Hacendados de Murcia y la el Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela y la Asociación de Amigos de la Cultura y Medio Rural de Molins. El expedáneo de Alquerías por el PSOE, Fernando José González, puntualizó que la CHS ha cumplido hasta ahora con todos los plazos de la tramitación y pidió no quitar importancia al trámite ambiental para poder tener una infraestructura «más segura». El presidente provincial de Vox en Murcia, José Ángel Antelo, pidió someter el proyecto al trámite de urgencia para acelerarlo.
Petición de dimisión a Urrea
Algunos vecinos presentes en la protesta volvieron a reclamar, como ya lo hicieron en noviembre durante otra concentración en la rambla de Tabala, la dimisión del presidente de la CHS, Mario Urrea, a quien responsabilizan de la tardanza de las obras. Urrea afirmó este viernes, en una respuesta a parlamentarios del PP que protestaron por el retraso de algunos proyectos contra inundaciones, que ya está finalizando el proceso de redacción del proyecto, que contaría con un presupuesto mínimo de 40 millones de euros.
La protesta culminó con una marcha hasta la sede de la Confederación Hidrográfica del Segura, en la plaza Fontes, con la participación de en torno a un centenar de personas.
