Fallece el sacerdote de Alguazas Antonio Martínez a los 92 años
Fue ordenado en 1964 por el obispo Ramón Sanahuja y Marcé
LA VERDAD
Martes, 22 de julio 2025, 09:56
El sacerdote Antonio Martínez Ruiz, nacido en Alguazas, falleció este lunes a los 92 años en la residencia de las Misioneras de la Sagrada Familia, ubicada en la pedanía murciana de Rincón de Seca.
Nacido en 1933, a los 19 años ingresó ingresó en el Seminario Menor de San José, pasando después al Seminario Mayor de San Fulgencio, donde realizó los estudios de Filosofía y Teología. Fue ordenado sacerdote el 13 de junio de 1964 por el obispo Ramón Sanahuja y Marcé en la parroquia de San Antolín de Murcia.
Tras su ordenación sacerdotal, comenzó su carrera en la Iglesia como coadjutor en la parroquia San Pedro Apóstol de Calasparra, donde sirvió entre 1964 y 1966. Al año siguiente, fue nombrado cura ecónomo de la parroquia San Isidro Labrador dentro del municipio de Cartagena.
En 1967 tuvo el mismo cargo en la parroquia Nuestra Señora de la Soledad, en Canteras (Cartagena), donde permaneció durante seis años. A partir de 1973, asumió la parroquia del Inmaculado Corazón de María, en el popular barrio Peral de Cartagena, desempeñando allí una prolongada labor de diecisiete años como párroco, hasta 1990. Durante este tiempo, también fue encargado de la parroquia Nuestra Señora de la Soledad de Canteras entre 1984 y 1987, y de la parroquia San José Obrero, en la barriada de Los Patojos (Cartagena), entre 1987 y 1988.
En 1990 fue destinado a Caravaca de la Cruz como párroco de la iglesia de El Salvador, cargo que ocupó durante doce años. Posteriormente, a partir de 2002 y hasta su jubilación en 2010, fue párroco del Sagrado Corazón de Jesús de Molina de Segura.
Además de su servicio parroquial, desarrolló una intensa labor en el ámbito diocesano. Fue arcipreste del Arciprestazgo Cartagena Este durante dos mandatos consecutivos, de 1980 a 1986. Más adelante, entre 1991 y 1993, ejerció como arcipreste del Arciprestazgo Caravaca-Urbano.
Fue nombrado vicario episcopal de la zona Caravaca-Mula, servicio que desempeñó en dos etapas, de 1993 a 2002. Durante la administración apostólica del obispo Antonio Cañizares Llovera, arzobispo de Granada, fue designado delegado episcopal para esta misma vicaría, entre 1998 y 1999.
También formó parte del Colegio de Consultores entre 1995 y 2000, y fue miembro del Consejo Presbiteral, tanto durante su etapa como vicario episcopal —en calidad de miembro nato— como posteriormente entre los años 2006 y 2009.