Una joven de Molina de Segura pide donativos para tratar sus tres enfermedades raras: «Mi vida se limita a sobrevivir al dolor»
Verónica López necesita comprar unos audífonos, pagar sus terapias y asistir a un especialista en Barcelona
María Ramírez
Martes, 26 de agosto 2025, 13:31
Verónica López, una joven de 28 años de Molina de Segura, se enfrenta cada día al reto de vivir con tres enfermedades raras que condicionan y limitan su actividad. A esta dificultad se suma la carga económica de sus tratamientos, por lo que ha decidido recurrir al micromecenazgo como un salvavidas. «Necesito tu ayuda para mejorar mi calidad de vida», así de contundente tituló su campaña de 'Gofundme', donde pide 2.600 euros para afrontar parte de sus gastos médicos.
El camino hacia su diagnóstico ha estado lleno de obstáculos. Todo comenzó hace más de 10 años, con constantes visitas a distintos médicos que no lograban encontrar la causa de sus síntomas. Sus dolores empezaron con menstruaciones extremadamente dolorosas, que con el tiempo se extendieron al resto del mes, con crisis más intensas cada ciertos periodos. Poco a poco, la joven empezó a notar que la mitad izquierda de su cuerpo le fallaba, con pérdida de fuerza y sensibilidad y con un dolor intenso a la altura de C6/C7. También comenzaron los mareos fuertes y episodios de sensación de pérdida de audición, que los especialistas atribuían a ansiedad.
Su cuadro sintomatológico no impidió que Verónica tratase de llevar una rutina corriente: «Trabajaba, salía, hacía senderismo y hacía una vida acorde a mi edad, hasta que poco a poco, en el 2023, todo empeoró». Ningún tratamiento lograba calmar el dolor, que la obligaba a permanecer completamente estirada. Tras insistir durante meses, en octubre de 2024 ingresó en el hospital. Fue en ese momento donde llegó el diagnóstico: tres enfermedades raras.
La primera, neuropatía del nervio pudendo, le provoca dolor neuropático severo en la zona pélvica, dificultades para orinar y defecar, dolor durante las relaciones sexuales y dolor muscular. A pesar de probar con anticonvulsivos, antidepresivos, bloqueos nerviosos, radiofrecuencia e incluso morfina, nada ha logrado aliviar su sufrimiento. La segunda es siringomielia, un trastorno que consiste en la formación de un quiste de dos centímetros en la médula espinal que afecta la mitad izquierda de su cuerpo. Esto provoca problemas de fuerza y sensibilidad, lo que obliga a Verónica a usar un andador la mayoría de los días. El informe lo completa el síndrome de Ménière, que le ha ocasionado una pérdida auditiva significativa: 64% en el oído derecho y 84% en el izquierdo.
Un GoFundMe para un futuro más llevadero
Recaudar 2.600 euros sería un rayo de esperanza. «Aquí es donde entras tú y tu ayuda», solicita Verónica, que explica que, para mejorar su calidad de vida, necesita rehabilitación pélvica y neurológica. «Sumado a otras terapias sale aproximadamente sobre los 700 euros al mes, al igual que también necesitaría la adquisición de dos audífonos para mi pérdida de audición, que rondan los 3.000 euros los dos», continúa. Asimismo, los fondos recaudados también van destinados a que acuda a Barcelona, a la Clínica Corachán, para ser atendida por el Dr. Carmona, uno de los especialistas en endometriosis más reconocidos de España.
El coste mensual de sus tratamientos resulta inasumible para Verónica, que atraviesa serias dificultades económicas y laborales. «En noviembre de 2024 se me retiró la baja médica desde el tribunal, alegando que mis patologías no tienen ni cura ni tratamiento, y que las incapacidades temporales son para gente que sí se cura, no sin antes añadir una sanción de siete años sin poder coger otra baja», lamenta la joven, que especifica que tampoco recibe ayudas y que las que ha solicitado le han sido denegadas. «Podría sonar a película, pero nada más lejos de la realidad. Perdí mi trabajo, con ello mis ingresos. Estoy totalmente abandonada por las instituciones», denuncia.
Cada granito de arena suma para darle un respiro a Verónica, que describe su rutina con un dolor neuropático severo que no se calma ni con morfina. «Mi vida se limita a sobrevivir al dolor, no puedo estar sentada más de tres o cinco minutos», expresa. Aun así, no todo es negativo: lo que más disfruta es salir a dar algún paseo con sus perros usando el andador. Un momento que le permite sentir algo de normalidad en medio de la dificultad. Este es precisamente su objetivo, conseguir donativos para aliviar sus dolores, mejorar su bienestar e intentar exprimir su autonomía al máximo.