Por qué hay tantas medusas 'huevo frito' en el Mar Menor: todo lo que debes saber
Su aparición vuelve a inquietar a vecinos y turistas: ¿pican?, ¿por qué no hay más redes?, ¿por qué son tan grandes?
Las medusas 'huevo frito' ('Cotylorhiza tuberculata') salpican desde este fin de semana las orillas de las playas del Mar Menor. Miles de ejemplares poblaron este domingo arenales de la zona sur de la laguna, sobre todo en Los Urrutias y Punta Brava, donde las brigadas de limpieza de la Comunidad empezaron a retirarlas este lunes. No es nada nuevo, pues ya ha ocurrido en los últimos años.
Su aparición, no obstante, ha vuelto a inquietar a los bañistas en plena temporada alta y a reabrir el debate de las redes antimedusas.
A continuación, respondemos a las principales dudas que generan estas enormes medusas.
¿Qué es la medusa 'huevo frito'?
La Cotylorhiza tuberculata, popularmente conocida con el apodo de 'huevo frito' por su forma, es la medusa más abundante en el Mar Menor. Son muy llamativas por su gran tamaño, ya que alcanzan hasta 35 centímetros de umbrela. Es decir, por encima de sus dimensiones habituales en mar abierto.
Cuánto llevan estas medusas en el Mar Menor
Esta medusa se registra por primera vez tras el ensanche del canal del Estacio en la década de 1970, según el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Y su presencia es masiva desde principios de los 90, lo que los científicos relacionaron con el desequilibrio de las condiciones naturales del entorno.
En el Mar Menor son más grandes que en mar abierto porque es un espacio confinado, pero también por su temperatura, salinidad y nutrientes. Así lo explicó el Oceanográfico de Valencia cuando las expuso en su acuario para los visitantes hace unos años.

¿Es peligrosa la medusa 'huevo frito'?
La medusa 'huevo frito' es inofensiva. En caso de rozarlas, no hay que alarmarse, ya que no son urticantes como otras especies.
¿Por qué este año hay tantas medusas?
La presencia de este año, aunque se ha elevado en las playas desde el fin de semana, «es considerablemente menor a los datos de abundancia media registrados a mediados de julio de 2023», remarcan los investigadores Ángel Pérez Ruzafa, Manuel Rosendo Conde y Marcos Lorente. De hecho, el descontento de vecinos, turistas y empresarios derivó en protestas en Lo Pagán.
En su informe mensual de 'Seguimiento, estudio y modelización del estado del Mar Menor', publicado tras ese «crecimiento explosivo», el IEO subraya que «es muy difícil correlacionar este tipo de fenómenos bruscos y masivos con cambios ambientales concretos». «Los periodos de años con muchas medusas son cíclicos, antes se observaron cada 6-8 años, pero recientemente, debido al incremento de la temperatura del agua del mar, estos periodos se han reducido a unos tres años o posiblemente menos», apuntaba el informe. Una situación más compleja, ya que «responde a un fenómeno de calentamiento global».

Otra de las claves es que ese verano de 2023 era el segundo consecutivo sin redes antimedusas, después de dos décadas de uso. Tras el crecimiento masivo, los ayuntamientos de Cartagena, San Javier y San Pedro, todos los ribereños menos el de Los Alcázares, reclamaron su vuelta. Este año, después de que Costas diera el visto bueno a la Comunidad, se han instalado en Villananitos, La Puntica, La Mota, Castillico y Veneziola. Es decir, en la cubeta norte, donde más se concentran estos celentéreos.
¿Por qué se dejaron de instalar las redes?
La inquietud por las medusas reabre cada verano el debate de instalar redes. Sin embargo, en 2022 y 2023 se desecharon. Los expertos que asesoran a la Comunidad desaconsejan su uso por el efecto que tienen en el ecosistema: producen un efecto barrera que atrapa a algunas especies, dificultan las corrientes y provocan una «acumulación de materia orgánica, seguida de una degradación de la misma», que «implica enfangamiento de las playas, malos olores y un consumo del oxígeno disuelto». Es decir, la acumulación del biomasa. Así lo reflejaba un informe de la Consejería.
Además, el IEO sostiene en su estudio que las redes «no son eficaces, ya que las medusas se enganchan, se rompen y los trozos de la medusa, especialmente de los tentáculos».

Cartagena y San Javier han pedido la instalación de estas redes en más playas, pero aún están a la espera de la decisión de los científicos. Los expertos defienden que su uso será una «medida excepcional» en zonas donde haya mayor concentración de estas medusas.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.