Una joven de Mazarrón, guardia de honor durante la coronación del rey Carlos III de Inglaterra
Hace un año decidió abandonar el Alamillo para alistarse en la Marina Británica, donde tuvo que pasar diversas pruebas para participar en este acto
Nació en Inglaterra, pero muy pronto se fue a vivir al Puerto de Mazarrón con sus padres. La joven Marina García, de 20 años y vecina del Alamillo, decidió abandonar el municipio hace escasamente un año para alistarse en la Marina Británica. Lo que nunca pudo imaginarse fue que iba a participar como guardia de honor en la mediática coronación del rey Carlos III, celebrada el pasado fin de semana. En concreto, esta chica veló por la seguridad de la carroza de los Reyes en los dos desfiles que se llevaron a cabo en dicha cita.
«Siempre me llamó la atención ver a los militares en Cartagena. Aunque nací en Inglaterra, al igual que mi padre, me vine a vivir muy pronto a Mazarrón, por lo que me considero de aquí», relata Marina, que al cumplir 18 decidió «probar suerte» y pasó todas las pruebas de acceso para entrar a la Royal Navy.
Hace unas semanas, la mazarronera también participó en un acto previo a la coronación, una ceremonia privada, donde un grupo de militares cambió los colores de las banderas de los tres ejércitos en el Palacio de Buckingham. «El pasado fin de semana viví momentos muy emocionantes. Recuerdo que fue impactante contemplar al rey Carlos III coronado», rememora. «Días antes al acto tuvimos que hacer muchos ensayos».
Las pruebas anteriores
Marina García tuvo que someterse a diversas pruebas para poder participar en la coronación. «Fue un proceso en el que participamos gente de todas las bases de Inglaterra, con pruebas muy duras. Teníamos que aguantar mucho tiempo de pie parados y hacer además un montón de movimientos con los rifles; fue difícil pasar esas pruebas para estar en la coronación», recuerda.
El día del acto, lo que más le llamó la atención a Marina fue contemplar la estampa real en el Palacio de Buckingham. «Tuve mucha suerte, porque me colocaron justo debajo del balcón, y esa imagen creo que se me va a quedar siempre guardada en la retina. Durante el acto, que fue bastante largo, llovió y nos mojamos, pero estuvimos todos felices de ver esa imagen», relata.
