La reina de las Fiestas de Mazarrón de 2019 vuelve a brillar tras sufrir un brutal atropello
«Me han operado 17 veces; ya veo la luz al final del túnel», relata María Campillo
«Me han operado de mi pierna diecisiete veces, y por fin veo la luz al final del túnel». Es la frase con la que ... María Campillo, Reina de las Fiestas 2019, resume el calvario que ha vivido desde la fría tarde del 4 de febrero de 2020, cuando fue brutalmente atropellada por un coche en la calle Cartagena. El conductor se dio a la fuga, a pie, mientras que María quedó debajo del vehículo con heridas muy graves.
La joven mazarronera, que ahora tiene 19 años, recuerda que le hizo «muy feliz salir elegida Reina de las Fiestas», aunque no era algo que ella buscara. «Me presenté de casualidad porque me lo pidió un amigo de mi padre. Y lo que menos me esperaba era que iba a convertirme en la representante de los actos patronales», relata. Aquel año, María se divirtió en cada actividad. «Disfruté muchísimo, porque fueron unos momentos muy bonitos».
Las semanas fueron pasando y María comenzó a prepararse para salir en los desfiles del Carnaval mazarronero. Pero su ilusión se truncó . «Una tarde iba con una amiga por una acera de la calle Cartagena, en la zona del Puerto. Escuchamos el ruido de un coche que circulaba muy rápido. De repente, no sé qué pasó. Recuerdo que abrí los ojos y estaba atrapada debajo del vehículo», rememora. «Mi cara se quedó en uno de los faros, y mis piernas, debajo del capó».
«Me di cuenta de que no sentía una de las piernas. Mi amiga y yo empezamos a pedir auxilio. El conductor huyó, y de hecho luego fue detenido. Había consumido alcohol y drogas, y encima llevaba hachís en el vehículo y circulaba sin carné», lamenta María. Los gritos de socorro se clavaron en los oídos del padre de María, que se encontraba a tan solo una calle del lugar del suceso, por lo que se apresuró a ver qué había ocurrido. Al llegar, vio a su hija malherida y no dudó en rescatarla del amasijo de hierros. «'Papá, sácame de aquí, que me muero', fue la frase que le dije nada más verlo».
La pierna de María estaba completamente destrozada. Los médicos que la atendieron en el lugar del accidente llamaron al Santa Lucía, donde les dijeron que iban a tener que amputar la extremidad. «También dieron un telefonazo a La Arrixaca, y allí estaba el doctor César Salcedo, que fue el milagro que Dios puso en mi camino; mi ángel de la guarda», se emociona.
Una vez que la ambulancia llegó al centro sanitario, Salcedo le explicó a María que iba a intentar por todos los medios salvar esa pierna. «Tenía un traumatismo brutal. Su pierna derecha estaba afectada de una manera gravísima. Presentaba una fractura abierta de fémur y una avulsión de todos los tejidos blandos que rodean la rodilla hasta el pie, con una sección completa de los nervios ciáticos poplíteos», rememora el cirujano ortopédico y traumatólogo del Virgen de la Arrixaca. «Estuvimos operando toda la noche a la niña para recomponer dicha extremidad con los sistemas y técnicas más novedosos. Fue una reconstrucción de la pierna por partes», recuerda.
«Después, María precisó otras tantas cirugías para ir mejorando la capacidad funcional de la pierna», señala el doctor. En total, María estuvo un año y dos meses sin poder caminar. «Lo mejor de todo es la entereza de esta chica, que nos ha demostrado en todo este tiempo la capacidad de superación tras este gravísimo golpe que le dio la vida. Ahora, María está muy recuperada, y puede caminar con su pierna reconstruida. Incluso es capaz de ir al gimnasio y hacer ejercicio físico intenso», apunta el médico.
Ambos se volvieron a encontrar hace un par de semanas en las fiestas de este año, y recibieron un caluroso homenaje por parte de la organización y del propio Ayuntamiento. «Solo me gustaría decir que, a pesar de los golpes que da la vida, si uno continúa, ve la luz. Merece la pena luchar y salir adelante. Con esfuerzo, uno puede con todo», asegura María, ahora feliz.
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