Madrugón y «mucha agua» para combatir la canícula en las fincas de la Vega Alta de la Región de Murcia
«Aquí ni podemos colocar sombrajes ni aparatos de refrigeración», comenta Manuel Martínez, productor de fruta de hueso y concejal en Cieza
Los trabajadores que, tal vez, están más expuestos a las altas temperaturas son los que trabajan en el campo. En los municipios de la ... Vega Alta del Segura, donde este lunes los termómetros rozaron los 40 grados, los agricultores se encuentran en plena campaña de recogida de fruta de hueso en sus variedades más tardías.
Estos trabajos de recolección se compaginan a veces con las labores de poda correspondientes al verano, donde el calor se agudiza ante el esfuerzo que deben de realizar los empleados. Manuel Martínez compatibiliza su profesión como productor de fruta de hueso con la de concejal de Agricultura no liberado en el Ayuntamiento de Cieza.
Sombrero y ropa adecuada
Este lunes por la mañana, entre reunión y reunión del Consistorial, Martínez no quitaba ojo a sus trabajadores para que no les faltara en ningún momento agua, el elemento fundamental para que no se produzcan los temidos golpes de calor. Todo ello, en plena ola de calor y de la alerta naranja emitida por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Martínez explicó que estos días con temperaturas tan altas, las jornadas laborales comienzan cuando todavía hace fresco y el sol apenas ha levantado. «Es a esas horas cuando mejor se trabaja, porque por lo menos hasta las once de la mañana, la tierra aún conserva el helor de la noche», señaló a LA VERDAD el cosechero. Y añadió que más allá de esa hora «el ambiente comienza a ser bochornoso y los trabajadores cada vez rinden menos».
«Hasta las once de la mañana, la tierra conserva el helor de la noche. Después, comienza el ambiente de bochorno»
Para hacer más llevaderas la jornadas de canícula, los jornaleros se protegen con sombreros y ropas adecuadas, y beben abundante agua a lo largo de toda la mañana. «El trabajo en el campo es uno de los más sacrificados y de los pocos que, difícilmente, van a poder adaptarse al calor», comentó Martínez.
Asimismo, puntualizó que, durante el mes de agosto, «aquí ni podemos colocar sombrajes por toda la finca y muchos menos aparatos de refrigeración, por lo que nuestras principales armas son empezar a trabajar antes, incluso de noche si es menester, y beber mucha agua».
Normas sobre golpes de calor
Los sindicatos están muy atentos a que las empresas cumplan los protocolos en esta época de verano y, de hecho, los informes de efectividad para prevenir los golpes de calor entre los temporeros y otros efectos son «muy positivos y, por regla general, se cumple la normativa». La prueba está, dijo Martínez, en que los episodios de 'mala praxis' prácticamente «se han dejado atrás y apenas tenemos casos sanitarios derivados del calor en el campo».
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