Las obras para evitar riadas en la rambla La Maraña de Los Alcázares arrancarán este año

Las obras de ejecución del proyecto que evitará las riadas en la rambla de La Maraña, a su paso por el casco urbano del municipio de Los Alcázares, arrancarán este año. Así lo afirmó a LA VERDAD el alcalde de la localidad, Mario Pérez, quien definió la actuación prevista como «la obra más importante para la protección de Los Alcázares frente a las inundaciones».

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) tiene prevista una inversión de 30 millones de euros para convertir la rambla, que vuelca toneladas de barro en el Mar Menor con cada episodio de lluvias torrenciales, en una vía verde de 300.000 metros cuadrados de extensión que permitirá captar las aguas bajantes.

El proyecto relativo a la primera fase de los trabajos previstos abarca el tramo del antiguo parque de las peñas huertanas y el resto del trazado dentro del casco urbano. Salió a exposición pública el pasado 15 de enero.

En cuanto a la segunda fase, abrió ayer el plazo de alegaciones. Este parte del proyecto recoge la construcción de un parque inundable junto a la autopista AP-7 Cartagena-Alicante. La previsión de la CHS es que en un mes haya respondido a las posibles alegaciones para, acto seguido, iniciar los trámites para la licitación de las obras planificadas. Entre suelo no urbanizable y agrícola, está previsto expropiar 6.406,11 hectáreas, solo en la primera fase, por lo que es previsible que lleguen alegaciones al proyecto.

Mario Pérez señaló que «es un proyecto en el que llevamos trabajando cinco años, y hemos procurado conjugar el interés general del municipio con el menor daño posible a los afectados y, por supuesto, la defensa de sus intereses». Aún así, advirtió de que «esta obra por sí sola no nos garantiza una protección total, ya que aún queda por hacer todas las previstas en Murcia y Torre Pacheco para evitar la llegada de las riadas a las zonas costeras».

La rambla de La Maraña se convertirá en un gran parque fluvial con cuatro canales que conducirán las aguas a un tanque de retención. Si este se desborda, volcará el caudal a la rambla, ya convertida en una vía verde con vegetación que contendrá otro canal dentro de menores dimensiones para conducir las escorrentías y evitar que se inunde todo el cauce con cada episodio de lluvias. Es decir, que el proyecto prevé dos niveles de inundación. Durante la mayor parte del tiempo, la vía verde se podrá utilizar para pasear, practica deporte y otras actividades.

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