«No me quiero ni acordar; me pongo mala»
Los vecinos de La Paca y Zarcilla de Ramos no olvidan el terremoto que hace quince años desató el pánico y dañó casi 900 viviendas
INMA RUIZ
LORCA
Miércoles, 29 de enero 2020, 02:58
Eran las nueve menos cuarto de una apacible mañana de sábado cuando la tierra tembló como nunca. El 29 de enero de 2005 un terremoto de 4,7 grados de magnitud en la escala de Richter sacó de la cama a los vecinos de La Paca y Zarcilla de Ramos. El pánico cundió entre la población que salió «a la calle en pijama», en aquella fría mañana de enero. Lo cuenta a LA VERDAD Pura García, una vecina de La Paca que recuerda con nitidez aquel día del que hoy se cumplen quince años.
«No me quiero acordar, me pongo mala» dice Pura, que perdió su hogar en aquel seísmo que dañó casi 900 viviendas en estos dos pueblos de las tierras altas de Lorca. Ella y su familia ocuparon durante años una de las casas prefabricadas que instaló el Ayuntamiento en La Paca y Zarcilla de Ramos, algunas de las cuales estuvieron habitadas hasta 2012. La vida de Pura cambió aquel día. El temblor, que tuvo 200 réplicas, le obligó a construirse una casa nueva de la que todavía está pagando la hipoteca y la tranquilidad nunca volvió a ser como antes.
El pasado 13 de diciembre otro terremoto de 3,6 grados volvió a sacudir la misma zona, casi a la misma hora. Obligó a desalojar los colegios en el momento en el que los niños entraban a clase y los vecinos revivieron los trágicos días de 2005, aunque afortunadamente ese movimiento sísmico no causó daños.
Otra vecina, Marceliana Marín, se sobresalta ante cada nuevo ruido fuerte. Rápidamente regresa a su mente la pesadilla de entonces. Su familia vio cómo se levantaba el tejado de su casa y volvía a caer de nuevo. «Estuve un año fuera mientras reparaban los daños».
Nadie ha olvidado las frías madrugadas bajo cero con los vecinos durmiendo en la calle bajo carpas, una escena que recorrieron la entonces vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el jefe de la oposición, Mariano Rajoy, a los que acompañó el alcalde del momento, el socialista Miguel Navarro, que se enfrentó allí a la mayor crisis por emergencia de su mandato.
Ayudas por 4,6 millones
El Gobierno de España y la Comunidad Autónoma pagaron al 50% en los años siguientes 4,6 millones de euros a 400 familias damnificadas para la reparación o reconstrucción de sus casas. Otros 370.000 euros fueron destinados a ayudas para el alquiler.
El Consorcio de Compensación de Seguros abonó 280 indemnizaciones en La Paca y 230 en Zarcilla de Ramos por un importe total de cinco millones de euros a damnificados por el terremoto. «Salimos bien parados si lo comparamos con catástrofes parecidas», reconoce el presidente de la plataforma de afectados que se creó para agilizar la concesión de las ayudas, Francisco Ruiz Merlos.
Esas cantidades que entonces parecieron abrumadoras se quedaron muy cortas apenas seis años después, cuando los terremotos del 11 de mayo de 2011 destruyeron gran parte del casco urbano de Lorca causando nueve muertos, más de 300 heridos y daños que superaron los mil millones de euros.